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El pasado jueves 23 de marzo se cumplieron otro año desde que la hermana nación boliviana perdió su salida al mar de manos de Chile, a partir del apoyo y financiamiento de Europa, Inglaterra y EEUU, en la que se recuerda como “La Guerra del Pacífico” que estallara en 1879. A nuestros ojos, dicho conflicto fue la continuidad de la “Guerra de la Triple Alianza”, pero desde el frente Pacífico.

Redacción

Recordemos, el 24 de abril de 2013, Bolivia presentó ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya la demanda contra Chile por una salida soberana al Pacífico; reclamo que fue rechazado por el tribunal alcahuete de Estados Unidos, Gran bretaña y Europa . El 23 de marzo se cumplió otro año desde la invasión chilena a las costas bolivianas del Pacífico. Desde hace más de un siglo Bolivia perdió su única salida al mar a manos de una guerra conjunta entre Bolivia, Chile y Perú.

En 2018, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) determinó que “Chile no contrajo obligación legal para negociar el retorno al océano”, como demandó Bolivia. Es necesario por tanto, reproducir la cronología que oportunamente realizaran los colegas de la cadena TeleSur, respecto de los principales acontecimientos en el conflicto entre Chile y Bolivia relativo a la reivindicación boliviana de recuperar una salida al mar.

Cronología

1879.- El Gobierno del presidente chileno Aníbal Pinto declara oficialmente la guerra a Bolivia y Perú.

1880.- Se libra la llamada «Batalla del Alto de la Alianza», que marca la derrota definitiva de Bolivia en la contienda, mientras continúa para Perú, hasta 1883.

1904.- Bolivia y Chile firman un «Tratado de Paz y Amistad» en el que se consolidan los límites entre ambos países tras la guerra, perdiendo el primer país 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio.

1920.- Bolivia plantea por primera vez ante el escenario multilateral de la Liga de las Naciones la revisión del Tratado de 1904, una gestión que termina sin éxito.

1950.- Los Gobiernos de Chile y Bolivia intercambian notas planteándose iniciar un proceso de negociación para resolver la reclamación boliviana a través de un corredor al norte del puerto de Arica.

1962.- Ruptura de relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile porque éste último desvía las aguas internacionales del río Lauca.

1975.- Los dictadores Hugo Banzer (Bolivia) y Augusto Pinochet (Chile) simbolizan con un abrazo en el pueblo fronterizo de Charaña el inicio de una negociación sobre la demanda boliviana.

1978. – Fracasa la negociación iniciada por Banzer y Pinochet y se vuelven a romper las relaciones diplomáticas entre los dos países.

1979.- La Organización de Estados Americanos (OEA) emite por primera vez una declaración en la que se señala que «la cuestión marítima es un asunto de interés hemisférico permanente». 

1992.- Los presidentes de Bolivia, Jaime Paz Zamora, y de Perú, Alberto Fujimori, firman un acuerdo por el que Perú concede a Bolivia una salida al océano Pacífico por el puerto de Ilo, hasta hoy sin uso.

2006.- Los presidentes Evo Morales (Bolivia) y Michelle Bachelet (Chile) establecen una agenda de trece puntos que incluye el tema del mar. Comienza un periodo de acercamiento entre ambos países.

2011.- Primera reunión de cancilleres de Bolivia y Chile en 60 años celebrada en La Paz para tratar la demanda marítima boliviana, aunque sin resultados.

2013.- El 24 de abril, Bolivia presentó ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya la demanda contra Chile por una salida soberana al Pacífico. El agente Rodríguez Veltzé y el entonces canciller Choquehuanca lideraron la representación.

2018.- El fallo de la CIJ estableció que Chile no tiene ninguna obligación de negociar con Bolivia un acceso soberano a la costa del Pacífico. La determinación causó cierta desilusión en los bolivianos.

Enclaustramiento marítimo

Bolivia pierde la posibilidad de crecer anualmente un 1% del Producto Interno Bruto (PIB) debido a su condición de enclaustramiento marítimo, afirmó el pasado jueves el presidente Luis Arce en su mensaje por el Día del Mar. “Se ha calculado que perdemos anualmente la posibilidad de crecer por lo menos un 1% del Producto Interno Bruto debido a nuestra condición de enclaustramiento, otros estudios elevan esta cifra”, precisó el mandatario.

Arce además, resaltó que el pueblo boliviano reivindica el derecho irrenunciable regresar a las costas del Pacífico con soberanía. Bolivia nació a la vida independiente en 1825 con una costa al océano Pacífico y tras la invasión de Chile y una guerra injusta, perdió su litoral.

“Nacimos con mar y producto de esta guerra, motivada por intereses imperiales, nos convertimos en un país privado de su Litoral con limitaciones en sus conexiones con el resto del mundo. Este hecho tuvo implicancias negativas en el crecimiento económico y social de nuestro país”, dijo el mandatario.

Señaló que en 2018, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo destacó que los países que carecen de litoral se caracterizan por ser marginados del comercio internacional puesto que su desventaja geográfica los obliga a incurrir en mayores costos de transporte para importar y exportar productos. Asimismo, este organismo estableció que los países sin litoral tienen un costo promedio más alto, entre 30% y 40% en su comercio internacional, en comparación al resto de los países.

En tanto, la Oficina del Alto Representante para los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo de la ONU, indicó que los países sin litoral tienen que depender de los vecinos, lo que vuelve a su comercio más difícil y considerablemente más costoso, mencionó el presidente.

“Carecer de litoral es una condición que influye objetivamente y de forma negativa sobre el desarrollo y el bienestar de los pueblos, y que en el caso boliviano no puede ser atribuida a causas naturales o circunstancias de origen, sino a una acción bélica e injusta”.

Recordó que la comunidad internacional reconoce el derecho al mar de los Estados sin litoral en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho al Mar de 1994, y a la cual Bolivia respalda. Consideró también que el enclaustramiento de Bolivia no se reduce a una pérdida territorial cuantificable en kilómetros cuadrados, ni a las dificultades, sino a su cualidad marítima.

“Es una amputación del alma que es más dolorosa en la medida que uno se da cuenta de que la relación de nuestros pueblos con el mar va más atrás que los tiempos de la colonia, cuando los habitantes de Tiwanaku transitaban desde los Andes hasta las costas del Pacífico”.

Es por eso que, desde 1883 hasta el día de hoy, el pueblo boliviano no ha cesado el reivindicar el derecho irrenunciable de nuestra Patria para regresar a las costas del Pacífico con soberanía, remarcó.

Reivindicación irrenunciable

El jefe de Estado manifestó su confianza por retomar un “diálogo franco, sincero” para abordar los temas históricos entre Bolivia y Chile.

Además, puso de relieve que en 2009 se constitucionalizó la reivindicación marítima. El Artículo 267 de la Carta Magna establece como un derecho irrenunciable e imprescriptible de Bolivia el contar con un territorio que le dé acceso al océano pacífico y su espacio marítimo.

“Esta disposición constitucional determinó también que la solución efectiva al diferendo marítimo es a través de medios pacíficos y el ejercicio pleno de la soberanía sobre dicho territorio, constituyen objetivos permanentes e irrenunciables del Estado boliviano”, dijo.

Asimismo, recordó que la Corte Internacional de Justicia, en su fallo de 2018, estableció que “entre Bolivia y Chile existe un asunto pendiente sobre el enclaustramiento marítimo de nuestro país” y declaró que “ambas partes, mediante el diálogo y negociaciones significativas, pueden encontrar una solución a esta controversia histórica”.

El mandatario manifestó su confianza porque a través de la hermandad de los pueblos latinoamericanos, sea posible el sueño del Libertador Simón Bolívar, “de una verdadera Patria Grande que sea escenario de dicha y prosperidad para sus habitantes”.

“Estamos seguros que, en algún momento, como ocurrió durante el gobierno socialista del compañero Salvador Allende, será posible viabilizar las justas, legítimas e históricas aspiraciones de un pueblo que nació con costas marítimas y tiene la convicción de que volverá a tenerlas”.

Planteó que este es el momento de iniciar una nueva etapa de relacionamiento bilateral que permita un diálogo franco, sincero, y con la valentía para abordar los temas históricos que separan a Bolivia y Chile.

“No debemos tener miedo de sanar heridas, construir hermandad, integración y esperanza para los pueblos, articulando los temas pendientes que tenemos con los nuevos desafíos que nos presenta la realidad de un mundo en constante movimiento”.

Fuentes: ABI / Telesur

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