La empresa asociada a la Corona inglesa en el enclave de invasión situado en Malvinas, se hizo renovar las licencias al sur del archipiélago. Desde el Gobierno Nacional… nada… coso…
Redacción
El pasado miércoles, la petrolera británica Rockhopper Exploration plc, anunció que el representante de la corona inglesa que administra el enclave Malvinas en la invasión del Atlántico Sur argentino, extendió hasta el 3 de diciembre de 2024 “cada una de los Licencias de producción de la cuenca sur de las Malvinas”, sobre las que la empresa “tiene una participación del 100 %”. En total son siete permisos que pasaron por un tubo: el de la autoaprobación.
Rockhopper, es parte de la sucesión de empresas que en los últimos treinta años vienen explorando nuestro territorio marítimo invadido. Si bien la actualidad es la empresa que concentra mayor cantidad de permisos por parte de Gran bretaña, la historia de saqueo viene de lejos.
Tal como detalla el portal Agenda Malvinas, la concesión originaria había sido obtenida por la empresa australiana Hardman Resources. Esta, en 2006 le vendió las siete licencias que conforman la Cuenca Sur de Malvinas (14.500 km2) a la británica Tullow Oil; compañía que durante los primeros meses de 2007 desarrolló una exitosa campaña prospectiva de sísmica, que permitió brindar un valor económico a los recursos allí almacenados.
Con la venia de la Corona, ese mismo año, Tullow le vendió las licencias a la petrolera radicada en Malvinas, denominada “Falklands Oil and Gas”; y durmieron el emprendimiento hasta obtener mejores condiciones políticas. En 2015, la Falklands Oil and Gas fue absorbida por Rockhopper Exploration. De esta manera, la nueva “propietaria”, obtuvo el 100% de Cuenca Sur de Malvinas. Esos siete permisos son los que fueron extendidos.
Con este movimiento, la corona invasora dio un paso más en el enlace logístico de las islas con el continente. Después de todas las entregas que realizó el Gobierno de Carlos Menem con los Acuerdos de Madrid entre los años 1989 y 1990, las ventajas a los británicos se continuaron otorgando.
Por ejemplo, en 2019, Mauricio Macri le otorgó a en licitación internacional a Tullow Oil, bloques para explotación frente a las costas de Tierra del Fuego. Licencia que se acaban de prorrogar por dos años más desde la Secretaría de Energía de la Nación a cargo de Flavia Royon. Por otra parte, Tullow, está negociando la venta de sus activos a la escocesa Capricorn Energy.
No es la única entrega y apoyo logístico que el Gobierno argentino le facilita a el país invasor en materia petrolera. British Petroleum posee concesiones y prestación de servicios en plataformas de la cuenca austral. Las prospecciones del supuesto yacimiento offshore que recorre prácticamente todo el litoral marítimo argentino, forman parte de una planificación donde interviene la angloneerlandesa Shell, e incluso participa de los estudios de exploración y prospección.
Se podría escribir bastante sobre la influencia de capitales británicos y sus asociados de la Commonwealth en el plano de los hidrocarburos y la minería. Es una historia que tiene mucho recorrido por conocerse todavía.
Por lo pronto, la invasión con enclave en Malvinas renueva permisos. Aún no bombearon una sola gota. Pero es la excusa perfecta para ejercer control, patrullaje, escaneo de subsuelo marino, explotación del recurso pesquero; y fundamentalmente solicitarle indirectamente a nuestro país apoyo logístico.
Fuentes: Secretaría de Energía / Agenda Malvinas