Ese fue el número que comunicó el INDEC respecto de la inflación mensual. Además, en abril, los alimentos no habrían subido más allá del 6%. Una familia, para empezar a charlar de algo parecido a vida digna, necesita ingresos por 830.000 pesos, sin considerar el alquiler.
Redacción
Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) durante el día de ayer, el Índice de precios al Consumidor (IPC), sobre el cual se determina la inflación mensual, tuvo un incremento de 8,8%. La cifra significó el cuarto mes consecutivo con tendencia declinante, y es el más bajo desde octubre de 2023.
A nivel interanual, el IPC acumula un 289,4%; mientras que en lo que va de 2024, alcanzó el 65%. De aquella medición de inflación del 25,5% en diciembre, y desde ese momento la variación registra un sesgo bajista a 20,6%, 13,2% y 11% en enero, febrero y marzo, respectivamente.
Si se desmenuza el índice publicado, se verá que INDEC consideró que la inflación estuvo impulsada por el sector de vivienda, electricidad, gas y otros combustibles (+35,6%); y por los incrementos en las tarifas de gas, agua y electricidad. Le siguió comunicación con una suba de 14,2%, por incrementos en servicios de telefonía e internet; y Prendas de vestir y calzado (9,6%), por cambios de temporada.
En cuanto a Alimentos y bebidas no alcohólicas, el segmento sólo habría tenido un aumento del 6% mensual, el menor ritmo desde julio del año pasado. Los sectores que presentaron las subas más moderadas según INDEC, fueron bebidas alcohólicas & tabaco (5,5%) y bienes & servicios varios (5,7%).
Las prepagas – tema muy sensible para la clase media y media alta, y con bastante “manija” en los medios capitalinos – habría contado con un 17% de alza. El tan mentado anuncio del gobierno respecto de la baja de tales servicios, recién se verá reflejado en el índice de mayo.
Geográficamente, la inflación fue más alta en GBA (9,2%) y el noroeste (9,1%), mientras que en el noreste y cuyo fue de 6,3% y 8,1%, respectivamente, por debajo del índice a nivel nacional.
La odisea de comer
Al tiempo que publicó el nuevo informe del IPC, INDEC también puso a disposición la encuesta mensual sobre el costo de la canasta básica y de la canasta alimentaria de abril. El organismo afirmó que los precios de ambas subieron algo por debajo de la inflación
Según INDEC, una familia necesitó $828.158 para no ser pobre en abril. La canasta básica total (CBT) subió 7,1% el mes pasado. La canasta alimentaria (CBA) creció 4,2% y se necesitaron $373.044 para no ser indigente.
La canasta básica alimentaria y la total acumulan en el año incrementos del 55% y 67% respectivamente y variaciones interanuales del 296,2% y 307,2%.
De acuerdo con los datos informados, una persona necesitó $ 268.012 para no ser pobre en abril. En tanto, un hogar de tres personas, requirió $ 659.310 y una familia de cuatro integrantes, un ingreso mínimo de $ 828.158. Si se suma un integrante, la suma asciende a $ 871.040.
En cuanto a la CBA, una persona requirió de $120.726 para no ser indigente. Este indicador registró la suba más baja desde noviembre del 2022, cuando se posicionó en 3,1%. En el caso de una familia de tres miembros, el monto ascendió a $ 296.987 y, para cuatro, se precisaron $ 373.044. Una familia compuesta por cinco personas, en tanto, requirió $ 392.360.
La CBT, además de alimentos, incluye varios ítems del gasto de los hogares, como indumentaria, salud, transporte o educación, lo que determina la «línea de pobreza». Debe tenerse en cuenta que tal medición no incluye alquileres.
Por el otro lado, la CBA se limita a relevar bienes de primera necesidad y configura la «línea de la indigencia»: aquellas familias que no lleguen a cubrir los ingresos necesarios para adquirirla son indigentes.
Para INDEC, ambos índices son muy relevantes para determinar la magnitud de la crisis económica en los indicadores sociales.
La “caidaflación” anunciada, prometida y venerada por el presidente Milei, está en marcha.
Fuente: INDEC