El Gobierno riojano anunció en el sur provincial obras hídricas para agua potable y riego, además del comienzo de la explotación del litio en la misma zona, con proyección a generar valor agregado industrial para el mineral.
Redacción
Aunque los anuncios parecen desvinculados, regionalmente están asociados. Con eje en Chepes, provincia de la Rioja, el Gobierno provincial encabezado por Ricardo Quintela, presentó son proyectos de para esa región del sur riojano.
Por un lado, la extracción de litio en Mascasin, donde una empresa privada llevará adelante la explotación del yacimiento. El mandatario provincial informó que la misma tendrá una aplicación de regalías por el 30% – varias veces superior a l aplicado en las demás provincias con explotaciones litíferas -, y con la condición de construcción de una planta de desarrollo tecnológico de celdas y baterías de litio que opere en forma asociada con la actividad extractiva.
La localidad de Mascasín, ubicada a unos 37 kilómetros al sur de Chepes, cuenta con grandes reservas de litio. La misma firma también explotará otra locación en el límite entre la localidad de Ulapes con la provincia de San Luis. Quintela informó además que el 30% de los recursos obtenidos en concepto de regalías, serán distribuidos en ambos departamentos. Es decir, Rosario Vera Peñaloza y San Martín respectivamente.
Además, el propio Quintela encabezó la inauguración de un espejo de agua para garantizar el acopio de la misma en Totoral de Las Sierras, Departamento Rosario Vera Peñaloza. Es decir, en la misma región donde realizara el anuncio del litio, 40 kilómetros al sur.
La obra hídrica no es de envergadura, pero es importante. Consiste en una política provincial de construcción de espejos de agua en distintos sectores de la provincia, donde el acceso al líquido vital era escaso o inexistente desde tiempos ancestrales, haciendo dificultoso tanto el asentamiento poblacional como la actividad productiva.
La obra de referencia comprende la construcción de un embalse de hormigón de cuatro metros de altura, capaz de retener los volúmenes de crecidas y aportes de agua generadas por el río El Totoral en un año promedio. El objetivo es generar una barrera para sobreelevar el nivel del agua y provocar que un porcentaje del caudal se desvíe hacia otro sistema de conducción. Es decir, una especie de azud aprovechando las características del lugar.
Según la información oficial, el reservorio almacenaría 55 millones de litros de agua, con el objeto de ser distribuidos en agua potable y producción. La idea del proyecto es poder llevar mediante un acueducto parte del agua acumulada hacia la propia Chepes, Chelcos y Desiderio Tello, unos kilómetros más al norte. Asimismo, el gobierno riojano en el marco del mismo anuncio, manifestó el proyecto de construir otros reservorios de similares características en la región.
Como verá el lector, no se trata de sembrar sospecha alguna, pero si hacer notar como se puede desde una obra de baja y mediana escala, proyectar el abastecimiento de agua para toda una región. Cuesta creer que la explotación de litio no se va a servir del mencionado reservorio. Además, están proyectadas nuevas perforaciones en la zona.
La Redacción podría ponerse quisquillosa si seguimos hurgando en detalles. En principio es tan buena noticia como buen ejemplo. Esperemos que los “privados” cumplan su parte de agregar valor industrial de proximidad a la extracción del mineral.
Fuente: Gobierno de La Rioja / Nueva Rioja