La Legislatura mendocina declaró por ley al aceite de oliva argentino como alimento nacional. También, una firma de la provincia fue considerada nuevamente la mejor del mundo.

Redacción

Durante las últimas semanas el sector vinculado a la producción de aceite de oliva tuvo dos buenas noticias que jerarquizan la actividad. Por un lado, una marca mendocina fue reconocida como la mejor del mundo por segundo año consecutivo por organizaciones internacionales especializadas. Por otro lado, el aceite de oliva argentino, fue declarado “alimento nacional” por la Legislatura mendocina y está a la espera de la promulgación del Ejecutivo.

En cuanto al aceite campeón del mundo, se dio a conocer que la firma Olivícola Laur, oriunda de Mendoza, obtuvo por segundo año consecutivo, el primer lugar en el Ranking Mundial de Aceite de Oliva Extra Virgen (EVOO World Ranking según su sigla en inglés). Dicha clasificación está inspirada en la WRW&S (World Ranking Wine & Spirit); es decir, un ranking para vinos y bebidas espirituosas de todo el mundo, que impulsa la asociación internacional que nuclea fundamentalmente a periodistas abocados a la industria.

Así, su par para el aceite de oliva, determinó que el producto presentado por Olivícola Laur, tras haber participado de diversos concursos en 2022 y obtener 134 premios, fue considerado por segundo año consecutivo el mejor aceite de oliva extra virgen del mundo.

El logro es significativo, porque ubica a la producción argentina, a la par y por encima de los aceites de los países tradicional y ancestralmente olivícolas como son España, Portugal, Italia, Grecia, Turquía y Túnez.

Alimento Argentino

Así como el aceite campeón es oriundo de Maipú, Mendoza, en la Provincia, el olivo es uno de los cultivos más destacados. Sus zonas de producción principal se encuentran también en los departamentos de Rivadavia, Junín, San Rafael, San Martín, Lavalle y Guaymallén.

A mediados de año, Mendoza logró que se reconozca el sello de «denominación de origen» para el aceite de oliva virgen extra. De allí derivó otro proyecto de ley para que se declare al aceite de oliva argentino como alimento nacional.

Básicamente, lo que el proyecto impulsaba desde la Cámara de Senadores, era que el Poder Ejecutivo provincial arbitrara los medios para la “promoción del consumo de Aceite de Oliva de producción mendocina, visibilizando el isologo del “Aceite de Oliva Argentino Alimento Nacional”, en el marco de lo dispuesto por la Ley Nacional N° 26.839. Luego pasó por Diputados y tras algunas modificaciones a la misiva original, el proyecto fue aprobado por unanimidad, y espera ser promulgado por el Poder Ejecutivo.

La importancia de este tipo de declaraciones, tanto para el aceite como para cualquier otro alimento de producción regional de escala baja o media, y que al mismo tiempo no es considerado un commodity para el mercado global, introduce la posibilidad de jerarquizar una cadena productiva.

Si bien la producción del aceite de oliva virgen extra pertenece al sector primario, participa no sólo del comercio exterior argentino, sino que tiene uso y aplicación en otras cadenas productivas. La extracción del óleo de la pulpa de la aceituna no es un proceso que requiera dificultad. La tercera parte de la misma se compone por aceite y con una simple prensa puede extraerse fácilmente. Así es que se explica como en los países mencionados párrafos arriba, su producción sea milenaria y sus usos siempre fueron (y son) múltiples: cosmética, medicinal, combustible, lubricación y usos rituales.

Argentina es el décimo productor mundial de aceitunas para conserva, el undécimo de aceites de oliva, y el quinto exportador mundial del mismo. Mendoza aporta una gran parte de esa producción, e internamente, significa una de las principales cadenas productivas que se desarrollan en el territorio provincial.

Fuente: Legislatura de Mendoza