Entre INDEC, la Secretaría de Comercio, la cámara de grandes supermercadistas, y organizaciones que nuclean a las pymes, se han dado una serie de datos, informaciones e intercambios, que garantizan que nuevamente, tras casi ocho décadas desde el comienzo de las distintas variantes de aplicación, no se cumplirán los acuerdos de precios minoristas.

Redacción

Vamos primero con lo oficial, como siempre. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), dio a conocer el índice de inflación minorista del mes de enero, en su habitual informe mensual. El mismo indica que el incremento inflacionario durante el último mes fue del 6% tomando en cuenta todos los rubros. Dice el INDEC también que el acumulado interanual desde febrero de 2022 a enero pasado, es de 98, 8%.

Respecto de los últimos 30 días, según el organismo, los rubros que habrían empujado hacia arriba la inflación fueron: «Recreación y cultura» (9%), «Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles» (8%) y «Alimentos y bebidas no alcohólicas» (6,8%). Es decir, dado que la gente consume y vive bajo techo, los precios aumentan.

El rubro “Alimentos y Bebidas”, el de mayor peso estadístico dentro del índice, subió 6,8% en el primer mes del año. Las alzas más destacadas correspondieron a los denominados “productos estacionales”: frutas y verduras, tubérculos y legumbres. A esto se sumó, el incremento del pan y cereales, y de carnes y derivados.

En otro orden de cosas, la Secretaría de Comercio, anunció que el Plan Integral de Impulso a la Producción y Consumo de Carne lanzado por el Ejecutivo, establece un descuento sobre los cortes parrilleros. Los mismos estarían en el promedio del 30% y 35% en siete cortes. Es decir, el Programa tendría impacto directo sobre un tercio del consumo mensual de toneladas de la cadena bovina, al contemplar en los cortes pautados, cerca de 55 mil toneladas faenadas para el mercado interno.

El objetivo es evitar el “traslado” de los valores de exportación al mostrador. Entre las medidas que se destinan específicamente al productor ganadero, es el subsidio del 40% de los gastos de alimentación de los rodeos en fase engorde, y con el objetivo de sumar para los próximos meses, 200 mil toneladas a ser despachadas por mostrador. El programa entraría en vigencia el próximo viernes 17.

Por otro lado, se oficializó – tal lo habíamos adelantado semanas atrás -, la inclusión de los artículos escolares en los listados de “Precios Justos”, que está teniendo por estos días el enésimo lanzamiento. Así, tanto los útiles escolares, papelería, ropa para niños y niñas y guardapolvos, estarán a los valores fijados por el Programa – ver listado completo en la web de la Secretaría de Comercio -, y con aumentos máximos y promedios del 3,2% hasta el 30 de junio.

El beneficio aplicará para todos los supermercados y librerías de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) –Carrefour, ChangoMas, Coto, Disco, Jumbo y La Anónima– y la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines (Capla), que firmaron el “acuerdo voluntario”.

Finalmente, la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), respaldó las medidas que se apliquen en materia de control de precios, pero advirtió que sólo vuelve a implementarse en los grandes supermercados, cadenas comerciales y mayoristas.

APyME entiende que quedarán fuera del alcance del programa las micro, pequeñas y medianas empresas comercializadoras, que son las que canalizan 7 de cada 10 compras. Asimismo informaron, los denominados “comercios de proximidad” – de barrio, muchachos -, están recibiendo de parte de los proveedores, listados con aumentos que llegan a duplicar los de las grandes cadenas.

APYME explicó que el aprovisionamiento del comercio chico o mediano, se realiza a través de distribuidores oficiales, autoservicios mayoristas o incluso en forma directa de fábrica. Al venderse por estos canales los productos incluidos en el programa al mismo precio al que debería venderlo la Pyme o con escasa diferencia, los comercios de menor tamaño carecen de un margen de ganancia mínima razonable para compensar sus costos. Es decir, quedan forzados a vender más caro, en detrimento de sus ventas y del consumo.

También es preciso avanzar en la inclusión de los insumos difundidos, que están en el inicio de la cadena de aumentos. Es decir, aquellos productos o insumos que compran las industrias para realizar luego la producción que se distribuye en los comercios y que al final de la cadena adquieren los clientes en góndolas y mostradores. Entre ellos están – según el caso -, el acero, el aluminio, el polietileno, plásticos, vidrios, cemento, hierro y chapas.

Por último, APYME reforzó lo que viene manifestando hace tiempo: que el Gobierno aplique controles y sanciones sobre a partir de la intervención en las cadenas de provisión – dominadas por monopolios integrados verticalmente – que venden los insumos a un valor que impide la competencia.

Tiene razón APYME, pero difícil que el chancho silbe.

Fuentes: INDEC / Télam / Secretaría de Comercio / APYME