Tanto el Gobierno Nacional como los de las provincias con producción minera y las multinacionales asociadas a los proyectos extractivos, impulsan y ponen a disposición las riquezas metales y minerales que podrían sacar al país y a la región sumisión industrial y comercial.
Por Pablo Casals
Al igual que un menú de fonda el sector minero que opera en Argentina, acompañado por el Ejecutivo nacional han redoblado la apuesta respecto de los operativos de propaganda internacional para captar “inversiones” extranjeras que despojen al país de sus recursos esenciales y estratégicos para un desarrollo industrial autónomo.
Enuncian que es uno de los veinte mayores productores de oro del mundo y con dos de los principales yacimientos Veladero y Cerro Negro, operados por las multinacionales Barrick – Shandong Gold y Newmont respectivamente; y ambas en el proceso de extender su vida útil.
En cuanto a la plata, la información que se difunde es que los yacimientos Chinchillas y Cerro Moro más el Cerro Navidad y El Quevar, el país podría generar 1.400 toneladas anuales; más otros 5 proyectos con avanzada factibilidad.
Con el cobre, se opera una propaganda similar, haciendo hincapié en que tienen un potencial de 16.500 puestos de trabajo entre construcción y mina, en los proyectos Taca Taca, El Pachón, Los Azules, Agua Rica y Josemaría; y enfatizando además que la demanda de cobre se elevaría el triple en 2040.
Los tres metales con los que Argentina para acumulación, atesoramiento y desarrollo industrial, están siendo ofrecidos como en una feria de variedades.
Asimismo -dicen-, “Argentina se convertirá en el primer productor de litio del mundo, según proyectan referentes del sector”. Sólo resta conseguir un todavía mejor acuerdo con las de por sí permeables autoridades de la cartera de Desarrollo Productivo, más algunos ajustes a los precios internacionales.
Con los 12 proyectos que hoy están en marcha, la Argentina se convertirá en el primer productor de litio del mundo con una producción superior a 300 mil toneladas de LCE (carbonato de litio por sus siglas en inglés). Y donde promocionan los yacimientos repartidos entre Catamarca, Jujuy y Salta: Sales de Jujuy y Fénix, Olaroz, Caucharí Olaroz, Centenario-Ratones, Salar del Rincón, Sal de Vida, Tres Quebradas, Pastos grandes y Sal de oro.
El negocio del litio crece en Argentina basado en la demanda que no para de crecer. Por un lado, el mercado de vehículos eléctricos (con baterías donde el litio es fundamental, un mercado que representa más del 70% de la demanda del mineral) hoy está por encima de los 10 millones de stock mundial pero llegará a 66 millones en 2025 y 137 millones en 2030.
Desde la cartera de Desarrollo productivo, vaticinan que la minería argentina tendrá un rol fundamental en los procesos de disminución de emisiones de carbono a partir de su aporte de litio y otro mineral clave: el cobre.
El sector minero argentino exporta 3 mil millones de dólares anuales. Barata la fiesta, para tener en cuanta que el potencial de lo exportado puede transformarse en el vector del desarrollo industrial nacional.
Hay que prohibir la exportación y generar valor agregado con cadenas propiamente nacionales. Hay que volver al Plan Savio; no hay otro camino.

Fuente: Ministerio de ¨Desarrollo de la Producción