La Secretaría de Energía dictaminó un nuevo aumento del 4,77 % respecto del último ajuste de diciembre pasado. Empresarios productores del biocombustible, consideran a ese porcentaje “insuficiente”, y realizaron propuestas para establecer un justo precio para el insumo.
Redacción
Mediante la Resolución 20/23 publicada el pasado miércoles en el Boletín Oficial, la Secretaría de Energía de la Nación, dispuso el aumento del precio del bioetanol elaborado a base de maíz y caña de azúcar en un 4,77%. De esta manera, el litro de este insumo para las naftas se pagará $ 129,309. Debe tenerse en cuenta que el corte para los combustibles que se despachan en estaciones de servicio es de 7,5 % de la composición total.
Este aumento sucede al formalizado el pasado 19 de diciembre, y se rige por lo estipulado en el año 2021, cuando la cartera de energía dispuso que los ajustes en el precio del bioetanol, se aplicarían en lo sucesivo, siguiendo la “variación porcentual del precio en el surtidor de las naftas comercializadas por YPF en la Ciudad de Buenos Aires”.
Dentro del sector productor de biocombustibles, hubo actores que manifestaron que el ajuste era “insuficiente”. Entre los argumentos, desde la firma ACA Bio – una de las principales productoras de etanol a base de maíz – manifestaron que si bien este aumento colabora en la compensación del aumento de los costos de producción, durante el próximo trimestre será insuficiente a raíz el aumento en dólares que se dará en el maíz, por una parte; en el gas, por otra; y en otros insumos importados que componen la canasta de insumos necesarios par la producción del bioetanol.
Desde la mencionada empresa además, explicaron, que además de la caída en la tasa de rentabilidad del sector empresario, existiría hasta mediados de año – época de la cosecha del maíz tardío – una incertidumbre respecto de los precios de ese insumo principal, a raíz de la caída en la producción por los causales climáticos conocidos, la demanda interna, la incertidumbre del panorama de exportaciones y el tipo de cambio.
Así, ACA Bio le propone a la Secretaria de Energía, Flavia Royon, que vuelva a implementar la metodología de “fórmula polinómica de precio”. La misma, según explicaron, consiste en ajustar la cotización del almidón de maíz mes a mes, en sintonía con la suba de costos de producción.
Según el sector, la caída de la rentabilidad estaría “al límite”. Argumentan que, al aumento de los costos de producción, hay que agregarle la depreciación del bien de uso y el capital de trabajo. Asimismo, se expuso algunos detalles de la cadena interna de pagos, que al pertenecer al mercado interno, se realiza en pesos.
Los productores de biocombustibles le venden la producción a las petroleras, para que estas incorporen el insumo a la mezcla final y en la proporción indicada. Es decir, son proveedoras de las fabricantes de combustibles. Cuentan que en promedio, las petroleras pagan a los 30 días con un interés mensual del 6%; la burlanda – un derivado del procesamiento del maíz – se paga usualmente a los 40 días, y el dióxido de carbono a los 45 días.
La preocupación final está dada por el precio del maíz durante el primer semestre. Este insumo base para el sector, afrontará la época de mayor cotización en dólares. Es decir, tendrá un aumento en moneda extranjera, que se reflejará en el mercado interno. Si a esto se le suma, la cadena de pagos ya mencionada – que es en pesos -, más la devaluación propia de todo contexto de alta inflación, el panorama de los empresarios de sector es de una rentabilidad que tenderá a cero (0) al menos hasta mitad de año.
De allí que solicitan que la cartera a cargo de Roýon revea el esquema de determinación del precio.
Fuentes: SEN / BO / Infocampo