Argentina avanza en un plan para reactivar la base antártica Petrel con el objetivo de convertirla en el polo logístico más importante de la Península Antártica. La misma se ubica la isla Dundee en el archipiélago de Joinville, a unos 1.100 kilómetros de Ushuaia y a más 3.000 de la Ciudad de Buenos Aires.

Redacción

«La idea de recuperar la Base Petrel surge en la primera gestión de Agustín Rossi como ministro de Defensa cuando se hizo una resolución en ese sentido, pero no se concretó por cuestiones coyunturales”, contó a Télam el Jefe del proyecto, coronel Adolfo Humarán, respecto de la iniciativa que data de 2013.

Según se informó desde la cartera de Defensa, la iniciativa está dirigida aque Petrel vuelva a ser una Base permanente en el continente blanco. Es por ello que desde mediado de noviembre se encuentra una dotación realizando los trabajos iniciales de mantenimiento y recuperación de la infraestructura. «La ventaja de Petrel, además de su ubicación en un lugar muy plano y con acceso para los buques, es que ahí ya teníamos una base existente que había sido permanente hasta que sufrió un incendio hace varios años. La idea es recuperar esta base que para que nos dé una enorme capacidad logística y operativa», explicó Humarán. Ese emplazamiento comenzó a funcionar en 1952 hasta un incendio en 1974 y luego fue operada como base temporal.
Según detalló el militar, «en este primer año los objetivos son terminar de recuperar la casa habitable, reparar los portones del hangar que sufrieron el deterioro propio de la meteorología antártica, retirar la mayor cantidad de residuos que quedan en la base, y demoler cimientos de instalaciones en desuso para comenzar a diagramar esa base como un centro integral de transbordo de cargas y pasajeros multimodal en la que puedan operar buques y aviones».

De esta manera, se proyecta la construcción de una pista principal de 1.800 metros de largo y otra secundaria de 1.300 en las que puedan operar los Hércules C-130 o aeronaves más pequeñas. Las obras se acompañan con estudios hidrográficos que permitirán determinar el lugar más propicio para la construcción de un muelle que permita operar con cargas desde los buques.

El programa Base Petrel se desarrollará durante los próximos tres o cuatro años, y prevé también la construcción de una casa habitable con capacidad para alojar a sesenta personas y tres laboratorios científicos; una planta de tratamiento de líquidos cloacales; una de potabilización y una casa de emergencias con capacidad para sesenta personas y que pueda alojar al personal en tránsito.

Humarán remarcó que «la puesta en funcionamiento de la Base Petrel nos permitiría centralizar todas las cargas que hay que distribuir en las trece bases antárticas argentinas y todos los materiales que hay que replegar de las mismas cada año. Respecto de la base Marambio, Petrel cuenta con mejores perspectivas climáticas y meteorológicas para la operación aérea y en sus costas pueden operar todos los buques que se despliegan en cada campaña, algo que en Marambio sólo puede hacer el Rompehielos Almirante Irízar». Especificó además que «esto no significa que vaya a desaparecer Marambio. Marambio es la principal cantera de estudios paleontológicos en la Antártida y todos esos campamentos de investigación científica van a continuar su labor», aclaró.

Finalmente, el militar agregó: «si se cumplen los plazos previstos esperamos que la base esté operativa por completo para el verano de 2026, en esta campaña -además de las 18 personas que van a pasar el invierno allí- estamos enviando a otras 25 que durante este verano van a llevar adelante trabajos de reparación en el hangar y a 16 de la Dirección Nacional del Antártico que van a realizar los estudios de impacto ambiental», concluyó.

Fuente: Télam