Datos oficiales certifican que la caída para 2022 en las ventas externas de peras y manzanas, continúa repitiendo lo de temporadas anteriores. Se dice que la guerra entre Rusia y Ucrania fue determinante; aunque los problemas serios en la cadena provienen desde hace más de una década.

Redacción

Según los datos suministrados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), la exportación de peras desde Río Negro y Neuquén alcanzó en octubre las 10.200 toneladas, mientras que la exportación de manzanas fue de 3.659 toneladas. Con estos números, los envíos al exterior de tales productos disminuyeron, respectivamente, un 11% y un 20% tomando como relación el mismo periodo de 2021.

La guerra de Rusia-Ucrania fue determinante según la fuente y algunos actores del sector. Rusia, era la segunda o tercera compradora de peras y manzanas que tenía Argentina. Con el conflicto bélico, las ventas a ese destino disminuyeron 39% en el caso de las peras y 60% en el de las manzanas. De allí, los magros resultados para la cadena con tradición en las provincias de Río Negro y Neuquén.

Otra de las causas es el tipo de cambio, que según los productores “hacen perder competitividad al sector”. Tema que cubrimos cuando hablamos días atrás del “dólar pera”.

Según SENASA, Paraguay, Reino Unido y Canadá fueron los únicos destinos en los que se verifican aumentos de los envíos. Sin embargo, persiste la preocupación a futuro a raíz de los daños sufridos por heladas y caída de granizo. Además, la demanda interna ha ido en picada en nuestro país durante los últimos años.

Por lo demás, se viene verificando año a año, bajas en la producción en el Alto Valle de ambas frutas. La desaparición de productores por las condiciones generales hacia el sector, más la concentración en los distintos niveles de la cadena, vienen empujando los precios a la baja hacia el interior de la misma. Como contracara, los precios relativos de la fruta en el mercado interno, al pretender equiparase a los internacionales, provocar el efecto lógico de la baja en el consumo.

El único ítem que muestra signos de evolución y repunte, se da en la industrialización nacional de derivados. Habrá que esperar si este segmento vuelva a desplegarse en el mercado interno, o es sólo un efecto de costo de oportunidad a causa de los bajos precios de la fruta con destino industrial.

Fuente. SENASA / Archivo Chasqui Federal