El pasado martes, INDEC puso a disposición en su página web. Nos tomamos unas horas para mirar rápidamente los cuatro tomos del informe sobre el que prometemos volver. Hay dos datos más que preocupantes para el futuro próximo.
Redacción
Finalmente, a 19 meses de su realización, el Instituto nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó los resultados definitivos del Censo Poblacional 2022. Dados los inconvenientes que tuvo el organismo para su sistematización, aunque nunca aclarados lo suficiente, los datos presentados hasta ahora, consignaban un estimado por proyección al 1° de julio de 2022.
Recordemos que el Censo tuvo como fecha al 18 de mayo del año pasado, más los sesenta días previos de posibilidad de censamiento digital por parte de los interesados.
Así, según lo informado oficialmente, la población efectivamente censada, alcanzó los 45.892.285 habitantes. La cifra representa un crecimiento del 15,24% en relación con 2010; y consigna que 22.186.791 son varones y 23.705.494 mujeres. El promedio de edad de la población argentina a la fecha de la encuesta era de 32 años.
En la presentación de los datos definitivos, se explicó que oportunamente, dado que la cobertura de censistas había tenido un 98,6% de cobertura nacional, se había realizado un estimado poblacional con proyección al 1° de julio del año pasado. Es decir, 40 días después, coincidiendo con un corte estadístico semestral.
Vale decir, que si bien la diferencia entre el dato real y la mencionada proyección arrojaba un número de 342.545 habitantes, la desprolijidad confundió y confunde. Tal vez, lo mejor hubiera sido explicar los inconvenientes que tuvo INDEC a la hora del procesamiento de datos.
Los resultados del CENSO poblacional fueron presentados en cuatro volúmenes que entre todos suman cerca de 330 páginas. Un análisis pormenorizado en términos socioeconómicos y políticos exceden a una nota periodística. Sin embargo, desde la Redacción los iremos haciendo, tomando la posible proyección a la fecha que realice INDEC dado el tiempo transcurrido, y haciendo el análisis comparativo con los dos censos anteriores (2001 y 2010).
Población, vivienda y cobertura social
Por lo pronto, ofrecemos algunos datos generales como para brindar panorama. Según los resúmenes ejecutivos que presentan los informes, las provincias con más habitantes son Buenos Aires (17.523.996), Córdoba (3.840.905), Santa Fe (3.544.908) y Mendoza (2.043.540). Por el contrario, las que menos población tienen son Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (185.732), Santa Cruz (337.226), La Pampa (361.859) y La Rioja (383.865). La Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) por sí sola, tiene una población total de 3.121.707.
Respecto de las viviendas, INDEC consigna un total de 17.794.949 en todo el país, de las cuales 17.783.029 son particulares y 11.920 colectivas.
Denominan viviendas colectivas a: colegios internados; cuarteles; hogares de adultos mayores; hogares de niñas, niños y adolescentes; hogares de religiosos; hoteles turísticos, apart hoteles, cabañas turísticas, y prisiones.
Según el informe, 267.793 personas fueron censadas en viviendas colectivas: 40,0% en prisiones; 30,6% en geriátricos y 10,7% en centros de salud, entre otras.
El 93% de la población habita en viviendas particulares con agua por cañería dentro de la vivienda o de pozo (42.403.818) y 83,9% con provisión de agua por red pública (38.279.681).
La población en viviendas particulares es de 45.618.787 personas, en viviendas colectivas llega a 267.793 y en situación de calle a 5.705 (48,1% en paradores o refugios y 51,9% en la vía pública).
Un total de 31.412.314 (68,9%) personas viven en viviendas particulares propias; 27.331.038 con documentación de vivienda propia, y 7.925.280 alquilan.
El 48,6% (22.167.790) de la población en viviendas particulares utilizan principalmente gas de red y el 43,9% gas en garrafa (20.034.720).
Los resultados arrojan que 29.453.241 (64,6%) personas habitan en viviendas particulares con techos con revestimiento interior o cielorraso y 83% (37.861.976) con pisos de revestimiento.
Respecto de la cobertura social, un total de 8.845.985 personas que perciben algún tipo de beneficio del Sistema Nacional de Jubilaciones y Pensiones de las cuales el 56,6% solo jubilación; el 6,9% solo pensión por fallecimiento; el 13,2% jubilación y pensión por fallecimiento y el 23,3% solo pensión de otro tipo.
El 70% de la población que percibe jubilación o pensión tiene 60 años y más, con una predominancia de las mujeres. Además, 6.427.885 personas en edad jubilatoria, de los cuales percibe el beneficio el 88,7%. De ese total, 3.699.651 (88,5%) son mujeres de 60 años y más y 2.004.987 son varones de 65 años y más (89,2%).
El 60,9% de la población cuenta con cobertura de obra social o prepaga que incluye a PAMI; el 3,3%, con programas o planes estatales de salud; y el 35,8%, solo de sistema público.
Rangos etarios
El Censo definitivo dice que CABA es la jurisdicción con mayor proporción de población mayor de 65 años (17,7%) en 2022; y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, la de menor (6,6%).
A nivel nacional, la edad mediana es de 32 años en 2022, 2 años más de “envejecimiento demográfico” respecto del Censo 2010, mientras que por región es la siguiente: Gran Buenos Aires y Pampeana es de 34 años; Patagonia y Cuyo 32; Noroeste 30 y Noreste 29.
El envejecimiento demográfico generó un aumento de la relación de dependencia de personas mayores, que en los últimos 30 años subió 3,4 puntos porcentuales.
Si bien nacen más varones que mujeres, con los datos del Censo 2022 queda demostrado que la mayor sobrevida de ellas provoca que en los grupos de edad avanzada las mujeres superan ampliamente a los varones: la relación para personas de 85 años y más es de 228 mujeres por cada 100 varones.
A continuación, compartimos una página de los documentos publicados por INDEC, donde se ven las distintas pirámides poblacionales a lo largo de la historia de los censos poblacionales. Verá el lector el marcado descenso de la tasa de natalidad comparando los últimos relevamientos; y en particular, la cantidad de población actual menor a 10 años.
Pedimos al lector que no caiga en la fácil: que el despoblamiento se debe a la ley de despenalización de la interrupción del embarazo, y el abordaje sanitario desde la política de salud pública al respecto. Pensar así, es prácticamente lo mismo que afirmar que el que tiene guita tiene razón, y así nos viene yendo en las últimas décadas.
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Si bien periódicamente tomaremos aspectos que consigna el Censo 2022 para su análisis (por ejemplo y más allá de los datos generales “cerrados”, el número de viviendas, cantidad de personas que las habitan, condición de propiedad y de hábitat), hay un parámetro político de evaluación que no queremos dejar pasar y obedece a los resultados.
Hace un par de años atrás, la economista y periodista Iris Speroni, realizó un análisis respecto de la tasa de natalidad argentina, sus aparentes condiciones y motivos; y los peligros y alarmas que deben encenderse inmediatamente sobre el tema.
Prometemos que cuando abordemos el asunto en forma particular, buscaremos y traeremos ese artículo en particular para que está a disposición de los lectores.
Recordamos asimismo – aunque sinceramente es poco relevante -, que desde la Redacción no coincidíamos plenamente con el análisis de la autora. Pero ella nos enseñó algo que vale la pena compartir, y que ya lo habían planteado en su tiempo y a su manera, tipos como Belgrano, Artigas o Juan Perón.
Lo único verdaderamente importante para un país, una nación, su soberanía, su independencia y su prosperidad, son la política exterior que lleve adelante y la política demográfica que promueva. De ellas se desprenden la organización y matriz productiva, la matriz de poblamiento y la inversión pública.
Lo demás es decorado.
La Argentina bicontinental y bioceánica es el 7° país del globo en cuanto a extensión. Durante la reciente campaña presidencial se tiraba más abajo a nuestro país en el ranking; algo propio de la geopolítica británica y de candidatos confesamente unitarios (sí; el cordobés también lo es).
Una majestuosa extensión despoblada; con políticas que propician dicho vaciamiento territorial en función de los alineamientos en cuanto a política exterior asumidos por dictadura y gobiernos constitucionales desde 1975 a esta parte.
Entonces, una argentina que hoy deberían contar con al menos 100 millones de habitantes, cuanta con menos de la mitad y camina en franco decrecimiento.
Estamos en un momento donde esa tendencia puede revertirse y proyectar la Argentina hacia el 2100.
El lector nos dirá “faltan 75 años muchachos; es mucho”. Es mucho para una vida y poco para un pueblo. Mire nomás 75 años hacia atrás y después nos cuenta.
Volveremos sobre el tema.
Fuente: INDEC / Télam / Archivo Chasqui Federal