El título es engañoso, porque no hablaremos de la hortaliza de vaina, sino de la yerba y apicultura correntina. Han reventado el sistema productivo.
Redacción
La circulación de informes privados de coyuntura productiva agropecuaria elaborados por los distintos actores que poseen actividad o interés en las respectivas cadenas, es moneda corriente. Llamó especialmente la atención en los últimos días, el emitido por CONINAGRO a propósito del habitual “semáforo” (que todos leemos y pocos mencionan), en lo que respecta a la provincia de Corrientes; donde se hace hincapié fundamentalmente en la yerba y la apicultura.
Respecto de la primera, además de mencionar los daños causados por la sequía, arrojaron rindes por debajo del promedio además del daño sufrido por las plantaciones. Asimismo, se refirieron a la cuestión del precio y que de alguna manera veían con buenos ojos que a pesar del panorama, el “empresariado” yerbatero accedió a pagar “mejores precios”.
Esto último no es de todo así. Las habituales negociaciones entre productores, acopiadores, canchadores y demás actores además del terminal empresario, deben desarrollarse por normativa vigente, dos veces al año teniendo como ámbito paritario al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). Si no llegan a un acuerdo entre las diferentes partes, es la cartera de Agricultura nacional la encargada de determinar los precios.
Y así sucedió nuevamente en esta oportunidad. Según se publicó en el Boletín oficial a principios de abril, la escala de precios hasta el 30 de septiembre, es la siguiente:
-Desde el 3 de abril hasta el día 30 de abril de 2023 inclusive, la tonelada de hoja verde puesta en secadero en la suma de PESOS CIENTO SIETE MIL ($ 107.000.-); y la tonelada de yerba mate canchada puesta en secadero en la suma de PESOS CUATROCIENTOS SEIS MIL SEISCIENTOS ($ 406.600.-).
-Desde el día 1° de mayo hasta el día 30 de junio de 2023 inclusive; la tonelada de hoja verde puesta en secadero en la suma de PESOS CIENTO DOCE MIL ($ 112.000.-), y la tonelada de yerba mate canchada puesta en secadero en la suma de PESOS CUATROCIENTOS VEINTICINCO MIL SEISCIENTOS ($ 425.600.-).
-Desde el día 1° de julio hasta el día 30 de septiembre de 2023 inclusive: la tonelada de hoja verde puesta en secadero en la suma de PESOS CIENTO VEINTE MIL ($ 120.000.-), y la tonelada de yerba mate canchada puesta en secadero en la suma de PESOS CUATROCIENTOS CINCUENTA Y SEIS MIL ($ 456.000.-).
¿Qué proponían los empresarios? Mantener el precio de la tonelada de hoja según lo fijado en septiembre de 2022; es decir, alrededor de 70.100 pesos. Los productores por su parte, solicitaban un valor cuyo piso fueran los $120.000 por tonelada. Ya ven que este último monto, terminó siendo el techo.
Una hectárea promedio en condiciones normales, da un rinde de 5.800 a 6.400 kilos de hoja. Tomando un valor intermedio, vemos que cada productor obtendrá aproximadamente 730 mil pesos por hectárea. Las pequeñas unidades productivas poseen alrededor de 10 hectáreas cada una. Es decir, cada productor obtendría en bruto, algo más de 7.300.000 pesos en el año.
Esas cifras, darían un margen digno al chacarero. Sin embargo, se habla de que los rindes disminuyeron en algunos casos a la mitad. En ese caso el lector, divida las cifras y proyecte esos valores para todo el año. El margen resultante es miserable.
Pobres abejitas
Respecto de la cadena apícola, también se manifiestan los distintos aspectos críticos. Señalan como responsables – además de lo climático -, a que el mayor demandante de miel (China), instrumenta políticas de compra que obligan al productor a bajar permanentemente los costos.
Obviamente, el precio sostén ha sido relegado y la rentabilidad del productor, va en picada hacia la baja. Por lo tanto, prima el menudeo y el fraccionamiento irregular.
La relación histórica de la actividad, es de 1,8 a 2,2 dólares por kilo de miel a granel. Un tambor de miel posee una capacidad aproximada de 300 kg. Cada colmena en promedio, produce 30 kilos.
Entonces, un tambor posee un valor promedio de 600 dólares. Tomando la cotización de la divisa norteamericana del viernes 21 de abril (esta semana de timba feroz, mejor obviarla por el momento), que era de $ 405, arroja un resultado de $ 243.000 por tambor; y un margen estimado de 82 a 85.000 pesos por tambor.
Sin embargo, según se informa, la miel se está pagando con cotización del Banco Central y no con la “real”. Por lo tanto, el mejor precio en dólares a nivel interno raya los 0,69 centavos de divisa. Es decir, el tambor pasa a valer $ 83.835 (U$S 207).
En criollo, el valor de exportación del tambor de miel según el mercado interno, no alcanza a cubrir los costos de producción. Estos incluyen además de la mano de obra, cera estampada, alambres, cajones de madera, marcos, insumos adicionales; más los costos de la sala de extracción (un 10% del valor del tambor completo), y el tambor propiamente dicho que tiene un coste que alcanza los 20.000 pesos. Sumando todos los costos, la suma aproximada es de $ 85.000.
Los números, son más que elocuentes.
Fuente: SAGyPN / INYM / Revista de Apicultura / CONINAGRO