Geopolítica e imperialismo
27 noviembre, 2022
Ley para recuperar parcialmente las hidroeléctricas
28 noviembre, 2022
ver todo

Chevron volverá a operar en Venezuela

Tras la reanudación de las negociaciones entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, la norteamericana Chevron volverá a importar petróleo venezolano. Según la Casa Blanca, el cambio de posición no tiene nada que ver con el elevado costo que va adquiriendo el petróleo a partir de todas las consecuencias derivadas de la guerra entre Rusia y Ucrania. Pero sí… tiene que ver.

Redacción

Tras la firma en la Ciudad de México del “Segundo Acuerdo Parcial para la Protección del Pueblo Venezolano”, entre la Delegación de la República Bolivariana de Venezuela y el sector más radical de las oposiciones en el país, trascendió que el Gobierno de Estados Unidos emitió casi inmediatamente una licencia ampliada que permite a Chevron Corp importar petróleo o productos petrolíferos de sus empresas en Venezuela.

El pasado sábado, según una copia que circuló en redes de la denominada “licencia 41” que el Departamento del Tesoro de EEUU, a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), para que la transnacional estadounidense vuelva a operar en Venezuela, y realice «todas las transacciones normalmente incidentales y necesarias para la operación y administración por parte de Chevron Corporation o sus subsidiarias («Chevron») de las empresas conjuntas de Chevron en Venezuela (colectivamente, las «JV de Chevron») que involucran a Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa) o cualquier entidad en la que Pdvsa posee, directa o indirectamente, una participación del 50 por ciento o más» que fueron «prohibidas por la Orden Ejecutiva (E.O.) 13850» y sus posteriores modificaciones por las E.O. 13857 o 13884, que configuran parte de las medidas coercitivas unilaterales que bloquean a Venezuela.

La licencia 41 permitiría la «producción y extracción de petróleo o productos derivados del petróleo producidos por las JV de Chevron, y cualquier mantenimiento, reparación o servicio relacionado de las JV de Chevron». Además permite la «venta, exportación o importación a EEUU de petróleo o productos derivados del petróleo producidos por las empresas conjuntas de Chevron, siempre que el petróleo y los productos derivados del petróleo producidos por las empresas conjuntas de Chevron se vendan primero a Chevron» y la «compra e importación a Venezuela de bienes o insumos relacionados con las actividades» propias del negocio petrolero de Chevron «incluyendo diluyentes, condensados, petróleo o productos de gas natural».

Esta reacción inmediata desde Washington deja clara la subordinación del sector más violento de las oposiciones en Venezuela a las órdenes de la Casa Blanca, como ha sido denunciado por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y el resto del Estado venezolano desde el inicio del golpe de Estado continuado que tanto daño ha causado a la nación bolivariana.

«Esta autorización se renueva automáticamente el primer día de cada mes y es válida por un período de seis meses a partir de la fecha de vigencia de la Licencia General No. 41 o la fecha de cualquier renovación posterior de la Licencia General No. 41, lo que sea posterior», reza la licencia emitida hoy por la Ofac, lo que podría interpretarse como una visión de largo plazo para la renovada operación de Chevron en Venezuela.

Tras esta acción, vale preguntarse cuánto tiempo pasará para que el resto de transnacionales petroleras con intereses en Venezuela y que no han podido operar en la principal reserva mundial de petróleo, exijan tener los derechos renovados por la Ofac para Chevron, ya que la única razón que tuvieron para abandonar la totalidad de sus operaciones fue la implementación de las ilegales medidas coercitivas unilaterales desde Washington para procurar un colapso en el país y promover un golpe de Estado, planes que se perciben como fracasados ahora que el sector más violento de las oposiciones de Venezuela están sentadas en la mesa de negociación.

La polémica de las prohibiciones

Tras la emisión del documento se presentó en redes una polémica derivada del párrafo b que presenta las limitaciones en el alcance de la licencia a Chevron. El asunto se refería a una prohibición para que la empresa estadounidense pague impuestos y regalías al Gobierno Bolivariano y esa cláusula produjo los comentarios de que la autorización no significaba entrada de dividendos al país por la explotación petrolera de la transnacional, sin embargo dicha «prohibición» es para la empresa estadounidense y quien opera en el país es, como dice en los primeros párrafos de la licencia «las empresas conjuntas de Chevron en Venezuela (colectivamente, las «JV de Chevron»)».

En otras palabras, el párrafo que indica como la Ofac «no autoriza:(1) El pago de cualquier impuesto o regalías al Gobierno de Venezuela; (2) El pago de cualquier dividendo, incluido un dividendo en especie, a PdVSA, o a cualquier entidad en la que PdVSA posea, directa o indirectamente, una participación del 50 por ciento o más». representaría una formalidad rocambolesca en el documento emitido por el Tesoro de EEUU, porque Chevron Corporation no es quien debe pagar los impuestos y7o regalías al Gobierno venezolano, sino las JV de Chevron que refiere la licencia.

La tercera prohibición que se lee en la licencia sí afecta directamente al grupo de empresas mixtas fundadas entre la transnacional estadounidense Chevron Corporation y la Estatal venezolana Pdvsa y prohíbe «La venta de petróleo o productos derivados del petróleo producidos por o a través de las JV de Chevron para la exportación a cualquier jurisdicción que no sea Estados Unidos», lo cual parece lógico ante la necesidad imperiosa de EEUU de recibir petróleo venezolano para hacer frente a la crisis energética que le obligó a echar mano de miles de millones de barriles de sus reservas estratégicas, eso con el objetivo de frenar el alza desmesurada de los precios de los combustibles en EEUU que impulsan la ya inédita espiral inflacionaria que tocó recientemente registros no vistos en medio siglo.

Evitar el boomerang benefactor para Irán y Rusia

Coherente con la guerra, abiertamente declarada en materia económica, comercial y energética contra Rusia e Irán, la licencia también prohíbe al «personas estadounidenses, donde sea que se encuentren… participar en cualquier transacción o negociación o relacionada con bienes o servicios de origen iraní, incluida la compra o importación de diluyentes y condensados ​​de origen iraní. petróleo o gas natural», además «cualquier transacción que involucre a una entidad ubicada en Venezuela que sea propiedad o esté controlada por una entidad ubicada en la Federación Rusa».

Tales clausulas parecieran intentar evitar el efecto bumerang que tuvo el bloqueo europeo a los energéticos rusos, especialmente impulsado por presiones de Washington por la guerra en Ucrania, que terminaron encareciendo el petróleo en todo el orbe y obligó a Europa a comprar el mismo hidrocarburo ruso, pero a mayor precio, y a través de terceros países, como en el caso de India, y próximamente a través del mercado turco, según lo que se desprende de recientes conversaciones entre Moscú y Ankara.

Fuente: Últimas Noticias / Nodal / TeleSur

Invitame un café en cafecito.app

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *