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Cocina Salvaje 15: Tenemos sed y se vienen las naranjas

Recetas simples y remedios naturales. Buenos, bonitos y baratos. Animate, buscá, juntá, prepará, comé y saná. Para qué andar con vueltas: chupar naranjas debe ser de las cosas más entretenidas, ricas y saludables que tiene el invierno. Pero claro, más allá de los precios y las costumbres, las naranjas traen un combo maravilloso que acá te lo contamos.

El Editor Federal

La sabrosa y jugosa naranja es una fruta nativa del continente asiático, aunque ahora se cultiva en todo el mundo, principalmente en climas subtropicales, no solo por su delicioso sabor y contenido nutricional, sino también por su valor medicinal.

Se cree que la naranja proviene del sur de China, el noreste de la India y quizás el sureste de Asia. Los datos históricos indican que las naranjas fueron introducidas probablemente en el Mediterráneo por comerciantes italianos o portugueses entre los años 1450 y 1500.

Los cítricos eran muy apreciados por los europeos, principalmente con fines medicinales, pero la naranja fue adoptada rápidamente como una fruta suculenta por personas adineradas, y se cultivó en invernaderos privados llamados orangeries.

Los españoles trajeron la naranja a América del Sur y México a mediados del siglo XVI y se cree que los franceses la introdujeron en América del Norte.

Debido a su sabor ligeramente cítrico y dulce, las naranjas se encuentran entre las frutas más populares del mundo y se consideran como parte básica de la alimentación diaria. Pero además posee una enorme variedad de propiedades medicinales. Algunos de los beneficios más notables de las naranjas son:

Prevenir el daño celular. Como la mayoría de las frutas, las naranjas tienen una acción antioxidante que protege a las células del daño de los radicales libres, al tiempo que ayuda a combatir bacterias y virus, y contribuye a la prevención de enfermedades degenerativas.

Reducir la inflamación. Consumidas en su forma natural, sin aditivos, las naranjas se han asociado con una importante reducción de afecciones inflamatorias graves, como el asma, la osteoartritis y la artritis reumatoide.

Mejorar la salud cardiovascular. Muchos estudios científicos han demostrado los efectos beneficiosos del consumo de naranja en el tratamiento y la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Facilitar la digestión. Debido a su alto contenido de fibra, las naranjas también hacen maravillas para el sistema digestivo, regulando el tránsito intestinal y previniendo el estreñimiento.

Además, la actividad antioxidante de la naranja se ha relacionado con una reducción en el desarrollo de la aterosclerosis, y esta fruta cítrica también posee propiedades antimicrobianas.

Antes de continuar, permítannos unas líneas para agradecer al grupo Cocina Salvaje*, por permitirnos difundir este material que llega a ustedes por la producción de Patricia Mina**.

Para nosotros es importante poder divulgar el potencial alimenticio, curativo y también gastronómico que poseen los árboles y plantas silvestres; sean autóctonas y naturales de nuestro país o región, como así también las que han ido trayendo las distintas corrientes migratorias, y se adaptaron a nuestro suelo.

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¿COMO FUNCIONA?

Las naranjas son una excelente fuente de compuestos fenólicos, incluidos flavonoides y pectinas. Se piensa que los principales flavonoides responsables de las actividades antiinflamatorias de las naranjas y otras frutas cítricas son hesperidina, narirutina, naringina y eriocitrina.

Al igual que otras frutas y verduras de colores brillantes, la naranja es rica en carotenoides, que son pigmentos naturales con grandes propiedades antioxidantes. Las propiedades funcionales de carotenoides como betacaroteno, licopeno, luteína y zeaxantina se han estudiado ampliamente y se ha demostrado que previenen varias enfermedades crónicas.

Los carotenoides desempeñan un papel importante en la protección de las células contra el ataque de los radicales libres.

La pectina es un carbohidrato complejo que se encuentra en la cáscara de las naranjas y otros cítricos. Como aditivo alimentario, se usa comúnmente para espesar jaleas y rellenos de fruta para pasteles y otros postres. Diversos estudios científicos han encontrado que la pectina es alta en fibra y posee un potencial efecto prebiótico, así como la capacidad de reducir el colesterol LDL, lo que puede conducir a beneficios cardiovasculares.

También se ha establecido una relación entre el consumo de naranja dulce fresca y la función respiratoria, tanto en niños como en adultos, aunque no está claro si los hábitos dietéticos infantiles tienen alguna influencia en la edad adulta.

El extracto de naranja también parece tener propiedades que podrían ayudar a tratar los trastornos relacionados con la tiroides y la diabetes, aunque se necesitan estudios más estudios para determinar su efectividad para tratar estas dolencias.

El contenido de azúcar en las naranjas está compuesto por fructosa, glucosa y sacarosa, mejor conocidos como «carbohidratos simples». Sin embargo, contrariamente a la creencia popular, las naranjas tienen un bajo índice glucémico (IG 40), que no difiere mucho de otras frutas bajas en carbohidratos, como las manzanas (IG 39), las fresas (IG 41) y los melocotones (IG 42). Sin embargo, para evitar los picos de azúcar, se recomienda consumir jugo de naranja con pulpa, dado que su contenido de fibra dietética contribuye a retardar la absorción de glucosa.

Existe la creencia popular de que las naranjas pueden mejorar la función cognitiva, sin embargo no hay evidencia concluyente sobre los efectos de los flavonoides en la actividad cerebral.

Otras hierbas con propiedades immunoprotectoras y antioxidantes son el pimiento, el camu camu y el limón, mientras que el repollo, el harpagofito y la cúrcuma también brindan beneficios antiinflamatorios.

Efectos secundarios de la naranja

La naranja es una fruta muy saludable, y se considera generalmente segura para el consumo, pero una ingesta excesiva puede provocar efectos adversos, tales como calambres abdominales y diarrea.

Naranja: Información nutricional

Es de conocimiento general que la mayoría de los beneficios de la naranja se deben a sus excelentes niveles de vitamina C (ácido ascórbico). Este nutriente soluble en agua es crucial para el buen funcionamiento del sistema inmune, así como para prevenir resfriados, tos e infecciones recurrentes de oído.

Sin embargo, la naranja también es rica en fibra, y proporciona buenas cantidades de vitaminas del complejo B, principalmente B1 (tiamina), B5 (ácido pantoténico), B6 (piridoxina) y B9 (folato), las cuales desempeñan un papel importante en la regeneración celular y en el funcionamiento cerebral, así como en la producción de energía. Por esta razón, se recomienda el consumo de naranjas durante el embarazo, a fin de asegurar un desarrollo saludable del feto y prevenir defectos de nacimiento. Otras vitaminas presentes en pequeñas cantidades en las naranjas son B2 (riboflavina), B3 (niacina) y colina, así como A (a partir de carotenos) y E (alfa-tocoferol).

Además, la naranja es una fuente adecuada de importantes minerales, como potasio y cobre, que son necesarios para la regulación de la presión arterial y la producción de glóbulos rojos, respectivamente. El valor nutricional de la naranja se completa con pequeñas cantidades de calcio y magnesio, entre otros minerales.

Una naranja de tamaño mediano (131 g) proporciona solo 62 calorías, así como el 5 y 12% del valor diario recomendado de carbohidratos y fibra dietética, respectivamente. 

¿Cómo consumir naranja?

Las naranjas tienen una gran variedad de usos culinarios. Su jugo se puede agregar a salsas y también usarse como ingrediente para muchos platos salados y dulces. Si bien los beneficios de la naranja se obtienen de manera más efectiva al consumirla en su estado natural, existen varias preparaciones medicinales que pueden utilizarse para aprovechar las propiedades de esta fruta cítrica.

Formas naturales

Cruda. Las propiedades medicinales de la naranja se aprovechan al máximo cuando esta fruta se consume fresca, en su estado natural.

Cocida. La cáscara y la jugosa pulpa de las naranjas se utilizan para preparar mermeladas, galletas, pasteles, dulces y productos horneados.

Jugo. Las naranjas son una opción ampliamente preferida para el jugo del desayuno, tanto en forma fresca como procesada. Para una dosis saludable de fibra, es mejor tomar jugo de naranja con la pulpa de la fruta.

Seca. La pulpa y la piel de la naranja se pueden secar y consumir como un bocadillo saludable o se pueden usar como ingrediente para postres.

Aceite. No tan popular como otros tipos de aceites, el aceite de semilla de naranja también se puede usar para cocinar.

Remedios herbales y suplementos

Aceite esencial. El aceite esencial de naranja dulce se puede usar por vía tópica para el rejuvenecimiento de la piel, así como para aliviar el eczema, la dermatitis y otras afecciones dermatológicas. También se usa popularmente en la aromaterapia para reducir la fatiga, las palpitaciones, la tensión premenstrual, los síntomas de la menopausia y el estrés. El aceite esencial de naranjas amargas se usa comúnmente para tratar el acné y las heridas. Ambos aceites pueden calmar la ansiedad y ayudar a tratar el insomnio.

Extracto líquido. Esta solución concentrada no alcohólica se obtiene de la cáscara de las naranjas dulces y se ha usado tradicionalmente para aliviar la indigestión y las náuseas, pero también posee propiedades antimicrobianas que son aplicadas actualmente para tratar infecciones por hongos y otros problemas de la piel.

Agua destilada. De las flores de naranja se obtiene un líquido de delicado sabor floral, más conocido como ‘agua de azahar’. Esta preparación se ha utilizado tradicionalmente para saborizar ciertos postres árabes, así como para calmar los nervios y tratar el insomnio.

Cápsulas. La naranja dulce es rica en vitamina C (ácido ascórbico), que es aíslada para ser consumida como un suplemento, en dosis diarias estandarizadas, a fin de aprovechar a sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y de refuerzo inmunológico.

El ácido ascórbico extraído de las naranjas se agrega a bebidas deportivas, gaseosas, cócteles e incluso licores.

¿Sabías que…?

Los suplementos vitamínicos no proporcionan tantos beneficios protectores como beber un vaso de jugo de naranja fresca, con toda su pulpa.

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*Puede conocer más de Cocina Salvaje en sus redes sociales. Participe también del grupo de discusión «Cocina salvaje – recetas e identificación», donde exploramos el potencial culinario de las plantas silvestres y otros ingredientes no convencionales.

** Patricia Mina es colaboradora permanente de Chasqui Federal Noticias. Preside la Asociación de Cosmética natural Argentina (ACNA); y realiza trabajo de CM en múltiples ámbitos.

Fuente: Cocina Salvaje / HerbaZest

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