Recetas simples y remedios naturales. Buenos, bonitos y baratos. Animate, buscá, juntá, prepará, comé y saná. A mediados de la primavera comienzan a aparecer las espigas de las totoras y son un recurso que podemos aprovechar de varias formas. Seguí leyendo y vas a encontrarte con una ensalada de la gran 7.
El Editor Federal
Sí; las espigas de totora se comen. Además de deliciosas son una gran fuente de yodo que, por estos días no obtenemos a partir de la comida que consumimos (la sal yodada pierde el yodo minutos después de abierto el paquete).
Por eso está en nuestro mejor interés incorporarlas en nuestra dieta. Además tienen un sabor parecido al choclo. Mejor, imposible.
Pueden recolectarse mientras están inmaduras, de color verde. Incluso se pueden juntar mientras todavía están envueltas en hojas.
¿Cómo las comemos?
– Sección masculina inmadura (tramo superior): cruda, en ensaladas. Cocida, en sopas, guisos, revueltos, gachas, rellenos de empanadas y tartas/ Reemplazando parte de la harina en panificados y postres, a la manera de la avena arrollada o el coco rallado. Su sabor se asemeja al del maíz.
– Sección masculina madura: agregada a panificados a la manera del salvado. Como sustituto cárnico en albóndigas y hamburguesas. Posee un gran poder saciante.
– Polen: se extrae de la sección masculina con sus flores apenas en apertura, sacudiendo las espigas dentro de un recipiente rígido para expulsarlo mecánicamente. Se utiliza agregado a yogures, postres, tortillas, guisos y sopas/ Reemplazando parte de la harina en la elaboración de panificados, pastas y postres.
– Sección femenina inmadura (tramo inferior): cruda, en ensaladas. Cocida, en sopas, guisos, tartas, empanadas y tortillas.
Antes de pasar a la receta de hoy, permítannos unas líneas para agradecer al grupo Cocina Salvaje*, por permitirnos difundir este material que llega a ustedes por la producción de Patricia Mina**.
Para nosotros es importante poder divulgar el potencial alimenticio, curativo y también gastronómico que poseen los árboles y plantas silvestres; sean autóctonas y naturales de nuestro país o región, como así también las que han ido trayendo las distintas corrientes migratorias, y se adaptaron a nuestro suelo.
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GUARNICIÓN DE ESPIGAS DE TOTORA
Ingredientes
– 10 espigas inmaduras de totora (tramo masculino, superior)
– 75cc, agua, caldo o leche
– 1 C, manteca o aceite
– Sal, a gusto
Procedimiento
– Desgrane las espigas (presionando con los dedos por los costados y desprendiendo las flores del eje central).
– Colóquelas en una olla o un hervidor, junto con el líquido y la sal.
– Cubra y cocine, a fuego bajo, por unos 5 minutos después del hervor.
– Destape y cocine, revolviendo constantemente, durante unos 3 minutos más.
– Retire del fuego, agregue la manteca o el aceite, y sirva.
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*Puede conocer más de Cocina Salvaje en sus redes sociales. Participe también del grupo de discusión «Cocina salvaje – recetas e identificación», donde exploramos el potencial culinario de las plantas silvestres y otros ingredientes no convencionales.
** Patricia Mina es colaboradora permanente de Chasqui Federal Noticias. Preside la Asociación de Cosmética natural Argentina (ACNA); y realiza trabajo de CM en múltiples ámbitos.
Fuente: Cocina Salvaje