El sector de los alimentos balanceados crece en el país. Es una de las vías que el agro tiene para agregar valor en cercanía por su bajo costo de montaje. Desde Chaco por ejemplo, se exporta producción al sudeste asiático.
Redacción
La industria de los alimentos balanceados continúa en ascenso en el país. A medida que se va ampliando la denominada frontera agropecuaria, la actividad crece ya no sólo en la denominada zona núcleo del país, sino que se ha ido extendiendo también hacia la periferia. Al no necesitar con altos costos en infraestructura inicial, y al ser un producto demandado en el mundo, el sector se ha hecho rentable incluso a pequeñas escalas. Es así como una pyme chaqueña, radicada en Puerto Tirol, exportó hacia Vietnam, 200 toneladas (8 a 10 contenedores) de harina de carne y hueso. Mismo empresa que comercializa sebo bovino el Brasil.
Particularmente, este tipo de mezclas son aplicadas en la alimentación de mascotas o alimentos para pollos, gallinas, cerdos, e incluso vacunos.
La base de la industria es la utilización como insumo de parte de los subproductos la faena bovina, que consisten en huesos, vísceras no comercializables y grasa. De allí que luego se transforman en harina de carne, harina de hueso y sebo. Según lo informado, la planta de Puerto Tirol – a 5 kilómetros de Resistencia, posee una capacidad de producción de hasta 1.500 toneladas mensuales entre los tres productos.
La firma en cuestión es Insuga, y en conjunto con el Gobierno chaqueño, realizaron una ampliación de la planta que permitirá el manejo de una mayor cantidad de desperdicios frigoríficos y alcanzar las 3.000 toneladas por mes.
Además de los balanceados, a través del sebo, la firma se inserta en otras cadenas industriales, como ser: la industria cosmética y perfumería, grasas de variado uso y margarinas refinadas para la industria de la alimentación. Particularmente el sebo es demandado por Brasil, para sus fábricas ubicadas en el sur del vecino país.

Fuente: Gobierno Provincia del Chaco / NEA Hoy