Le solicitaron al Consejo Federal Pesquero que deje sin efecto la decisión de prohibir las capturas en aguas nacionales adoptada en octubre de 2022. Buscan la apertura del sector norte, pero puede haber oposición por parte de quienes consideran que más volumen de capturas contribuirá a la baja sostenida del precio.
Redacción
Las empresas asociadas CAIPA y CEPA y radicadas en la ciudad de Mar del Plata han solicitado al Consejo Federal Pesquero que deje sin efecto la decisión adoptada en el Acta 27 de 2022, en la que se decidió prohibir el despacho de buques a la pesca de langostino en jurisdicción nacional a partir del 30 de septiembre para preservar el ciclo reproductivo. Buscan la pronta apertura del sector norte. Pero es probable que se genere debate en las próximas reuniones del Consejo Federal Pesquero, porque aunque las condiciones biológicas fueran favorables, algunos consideran que en las actuales condiciones comerciales del langostino no es prudente seguir aumentando la oferta.
“Ningún buque podrá realizar operaciones de pesca dirigidas a la especie langostino en aguas de jurisdicción nacional, más allá de las 19 horas del día 30 de septiembre de 2022”, es lo que se dispuso y que las cámaras piden se deje sin efecto.
Moscuzza, Solimeno y Giorno son las empresas de peso que tienen ambas cámaras y las que están buscando dar inicio a la temporada de langostino en aguas nacionales. El objetivo es lograr la apertura del sector norte por fuera de la Veda de Merluza, a la altura del paralelo de 41º Sur.
Como cada año, piden que se de apertura a partir de abril. De repetirse las condiciones biológicas de años anteriores, que es lo más esperable, no existiría impedimento para dar apertura. Por lo que el debate en el Consejo podría pasar por una cuestión estratégica comercial, ante un sobreabastecimiento en plantas de la Patagonia y la constante caída del precio.
El consejero de Chubut, Adrián Awstin, acaba de hacer público su pedido de cierre de la pesquería en Rawson, precisamente por considerar que se está atentando contra la rentabilidad del producto al incrementar los stocks en cámara.
“Todos somos responsables, porque a todos les van a llegar las consecuencias si el precio internacional sigue cayendo. Ya estamos en el mínimo, no deberíamos permitir que vayamos hacia abajo porque terminará impactando también al que está al final de la cadena”, señaló Awstin en relación a la temporada de Rawson en particular y al negocio del langostino en general.
El Consejo todavía no ha tratado el tema, solo se ha puesto en conocimiento de la nota a los consejeros que deberán evaluar y decidir sobre la apertura del sector norte. Esta semana volverán a reunirse y probablemente comience el debate sobre si conviene, ante la situación del mercado, dar apertura a partir del mes de abril como piden las cámaras marplatenses.
En enero las exportaciones de langostino entero, en comparación con enero de 2022, cayeron un 25% y la recaudación un 35% porque el precio bajó un 13% manteniéndose en una curva descendente que comenzó a mediados del año pasado. Mejor situación hubo para las colas de langostino: las ventas aumentaron en volumen de ventas en un 22% pero el precio cayó casi un 4%.
Al 31 de enero se llevaban vendidas 2.691 toneladas de langostino entero y 6.228 toneladas de colas; para ese volumen de producto procesado se requiere el doble de materia prima, pero de todas formas sigue siendo un tonelaje muy inferior al que todavía está en cámara, dado que las capturas contabilizadas desde noviembre de 2022 cuando comenzó la temporada de Rawson al 28 de febrero alcanzaron las 84 mil toneladas. Deberán sopesar los consejeros las ventajas y desventajas que puede tener, para el mercado y el empleo, dar o no apertura a la temporada en aguas nacionales en las próximas semanas.
Fuente: Revista Puerto