“El Sur Global tiene hoy mucho más espacio para combatir la dominación occidental”
9 septiembre, 2024
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Defensa, política aeroespacial y el rol de Argentina en el conflicto mundial actual

Los dominios de la guerra se han ampliado en las últimas décadas con el avance científico técnico. Desde los inicios de las comunidades humanas el conflicto se desarrolló en tierra. Ya desde los orígenes de la civilización en el mar y en los ríos. Recién en el siglo XX llegó al aire y al espacio submarino.

Por Guillermo Caviasca*
Allí alcanzo en forma completa los tres dominios que son visibles y que podemos denominar ya clásicos. En el siglo XXI dos nuevos dominios de la guerra han surgido. El espacio y el ciberespacio. Es en este sentido que cobra dimensión analizar con seriedad la cuestión del espacio en relación con la soberanía nacional y el conflicto militar. Y allí entra la reciente visita de la Fuerza Espacial de los EEUU a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) en argentina.

Abordar la cuestión de la guerra y el espacio, no es una elección, ni cosa de los “malos”, militaristas, etc. Sino que son los hechos de la realidad, los campos de la vida y la acción humana que van surgiendo y abriéndose a la civilización; y por lo tanto son sujeto de disputa, de explotación de recursos, de trabajo, de defensa y en última instancia de guerra. Quien no esté en condiciones de ocuparlos y defenderlos quedaría fuera de ellos: y esto no es menor. Ya que como la tierra primero, luego las costas y ríos, más tarde los mares, el aire y el espacio submarino, hacen a la soberanía de un pueblo sobre su espacio geográfico, sus recursos y sus vías de comunicación. En los años que ya vivimos el ciber espacio y el espacio extraterrestre son una parte integral de la soberanía, abandonarlos, verlos con ingenuidad o ignorarlos es disminuir la capacidad soberana sobre los demás dominios, ya que todos se encuentran integrados. En un pasado no muy lejano vimos como la disputa por los ríos interiores afectó la soberanía real sobre el resto del territorio, en varios momentos de nuestra no muy larga historia. Así es en el ciberespacio y el espacio.

EEUU y una nueva fuerza militar para el espacio

En 2019 bajo la presidencia de Donald Trump, Estados Unidos presentó su sexta rama de las fuerzas armadas (Ejército de tierra, con la Guardia nacional y la Reserva, es una; la Infantería de Marina, otra; la Armada, la Fuerza Aérea, los Guardacostas y ahora la Fuerza Espacial). Es la primera rama militar creada en 73 años y se bautizó como Fuerza Espacial de Estados Unidos, o USSF[1]. Este año la USSF creo el Escuadrón de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento, o ISRS, es una de las unidades que integran al USSF. Y está preparada para la guerra espacial que ya están librando Estados Unidos, Rusia y China.

Space Delta 7[2] es el elemento operativo de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (ISR) de Estados Unidos. Bajo este mando se formó el 75 Escuadrón Guerra espacial y electromagnética que tiene como objetivos. 1- Analizar las capacidades de objetivos enemigos en el espacio. 2-Ubicar y rastrear dichos objetivos. 3-En caso necesario, implicarse en acciones encaminadas a destruir o anular satélites de adversarios. 4-Participar en operaciones destinadas a interferir en la actividad de las estaciones terrestres que respaldan el funcionamiento de los satélites enemigos[3].

No es nuestra intención hacer responsable a los EEUU de la militarización del espacio en tono de propaganda. Tampoco negarlo, o sea no estamos intentado deslindar responsabilidades. Podríamos ver el mismo análisis para otras potencias e incluso para países vecinos. Todos los países avanzan en la defensa de sus intereses en ámbitos que el futuro anuncia serán de cada vez mayor importancia y mayor accesibilidad. Y advertir que no debemos seguir con discursos castradores.

Paralelamente a los EEUU, vemos a Rusia y China. Y vemos como los EEUU, casi obsesivamente, en todos los foros anuncia que son sus adversarios, y se preocupa por sus capacidades espaciales. Por ello una de las menciones que los documentos que produce estado norteamericano respecto de América latina, entre las cuestiones que nombra de nuestro país (y que en las visitas de funcionarios de EEUU aparece recurrentemente mencionada) se encuentra la base China de observación del espacio profundo en Neuquén.

Pero también vemos al resto de los países del mundo con alguna capacidad o interés en completar su presencia en el espacio. Hasta llegar a países como Colombia y Chile, cuyo interés militar en el espacio es el mas reciente. Mas que nada nuestra intención es señalar a la tontería del cierto discurso y práctica que hace perder a la argentina una carrera por la ocupación de esta dimensión cuando partíamos con ventajas y posiciones de avanzada. La necesidad de una “fuerza espacial” (o el equivalente que se pueda imaginar), de una institución a la cabeza que ponga todos los recursos del país en una dirección soberana acorde a las necesidades de defensa nacional, es de suma importancia para que tantos años de saber acumulado no sean solo algo que sirva a la “comunidad científica” occidental en abstracto.

Algunas actividades de la Fuerza espacial

Del 6 al 15 de febrero efectivos del Centro de Operaciones Espaciales (COPE) de Fuerza Aérea Brasileña (FAB) participaron en el ejercicio Global Sentinel 2024, coordinado por la recién creada Fuerza Espacial de Estados Unidos. El principal objetivo fue promover la colaboración entre naciones en el área de Conciencia Situacional Espacial (SSA). En esta edición participaron 25 países: Alemania, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Colombia, Corea del Sur, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Países Bajos, Inglaterra, Israel, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Perú, Polonia, Portugal, Rumanía, Suecia, Tailandia y Ucrania.

Según el informe de los organizadores[4] los objetos en órbita alrededor de la Tierra pueden ser naturales o artificiales. Son monitoreados por una variedad de sensores, incluidos telescopios, radares, láseres y radiofrecuencia pasiva. Dado que la cantidad de sensores disponibles para rastrear estos objetos es limitada, la cooperación entre países para intercambiar información es esencial para aumentar la conciencia de la situación espacial global. Así, el principal resultado del Ejercicio es la mejora de las TTP (Tácticas, Técnicas y Procedimientos) de cada país, tanto como el desarrollo de protocolos de mando y control para facilitar el intercambio de información sobre datos orbitales entre los países participantes. Además, el ejercicio incluyó simulaciones de observación de objetos espaciales, gestión de datos y coordinación de prioridades en colaboración con otras naciones.

En este sentido la Space Force firmo acuerdos con la Fuerza Aérea uruguaya el 9 de abril. Y ese mismo mes efectivos de la fuerza visitaron la base española de Torrejon donde tiene su sede el centro de operaciones y vigilancia espacial español. Como vemos la visita a la argentina no es algo fuera de lo común para los EEUU.

El miedo o la hipótesis de conflicto en el espacio según señalan en la Fuerza Espacial es que China y Rusia se “encuentran vigilando sus activos espaciales en pos de contrarrestarlos y, posiblemente, llevar a cabo un ataque a gran escala. En este contexto, la Fuerza Espacial y el Departamento de Defensa han comenzado a trabajar conjuntamente para evitar vulnerabilidades en sus satélites frente a posibles ataques”. El jefe Adjunto de Operaciones Espaciales, General Michael A. Guetlein, fue consultado en una cumbre de inteligencia sobre lo comentado, afirmando que los satélites corren riesgo de un ataque a gran escala, aunque no se ha determinado cómo ni cuál será su impacto. “Lo que nos ha quedado meridianamente claro es que el adversario nos ha estado observando durante los últimos 20 años y la forma en que operamos. Y no sólo se han propuesto negar nuestra capacidad de utilizar el espacio, sino que también se han vuelto muy capaces. Y eso debería ser suficiente alarma para que todos empecemos a prestar atención”, declaró[5].

Así, el General estadounidense confirmó que el mundo está volviendo a “prestar atención” al espacio y a volverse dependiente de él, principalmente observando lo que ocurre en lugares como Ucrania y Gaza, y que Rusia en este contexto ha estado vigilando los activos estadounidenses en el espacio y a los funcionarios que trabajan en ellos. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso Sergei Lavorv emitió un comunicado respondiendo a los dichos de Guetlein, afirmando que había prohibido permanentemente visitar el país por la “política rusófoba de la administración Biden”.  En esta carrera en el espacio la Fuerza Espacial se asocia con otras entidades (privadas o estatales) para poner más activos en órbita e invertir en la Fuerza Espacial más allá de las coyunturas económicas. Además, el Pentágono ha comenzado a desarrollar capacidades contraespaciales para adelantarse a China y Rusia, pese a su compromiso de no testear armas antisatélites cinéticas (misiles, cañones) de ascenso directo (ASAT).

En que juega Argentina en esto. Por varios temas. Uno, el relativamente alto nivel de desarrollo y conocimientos en el tema. Segundo la posición geográfica en el hemisferio sur que es en su mayoría agua. Y nuestra proyección a la Antártida. Además de una serie de conflictos no cerrados que pueden provocar problemas geopolíticos a la potencia del norte. O la misma presencia China.

EEUU avanza para el encuadramiento de los nuevos dominios dentro de su estrategia de defensa y seguridad. Con esto, a los países que considera necesariamente de su órbita. Y el actual gobierno quiere avanzar rápido en su vinculación con occidente y sus conflictos, lo cual anuncia que quizás el país del norte consiga más de lo que esperaba. El gobierno liberotario busca poner a todas las fuerzas, capacidades y herramientas de nuestro país en esa dirección. Un ejemplo claro se da en Ciberdefensa. Allí también la contratación de Gustavo Víctor Santiago como asesor a propuesta de EEUU para que se instale en la dirección del área monitoreando desde dentro la subsecretaria[6] las políticas argentinas en un área tan sensible, que además cruza seguridad, inteligencia, defesa, comunicaciones, infraestructuras críticas, etc. Un nuevo dominio de la guerra y como vemos en todos los casos desde Ucrania, hasta los procesos electorales, o manejo de capacidades “civiles” criticas, fundamental para cualquier idea de autonomía estratégica. Inclusive para la autonomía cotidiana. Es de señalar que durante la administración reciente anterior (gobierno de Fernández) el subsecretario de ciberseguridad realizó acuerdos de cooperación (con EEUU y otros, de hecho, se hicieron encuentros con presencia de la embajada de Rusia) y que Santiago fue propuesto como contacto para esa tarea por los EEUU. Pero una cosa es un acuerdo de cooperación bilateral y otra designar a un funcionario de otro país como propio para que audite tus sistemas desde adentro oficialmente. Es importante señalar esto para entender el grado de subordinación que significa la política actual en un área tan sensible.

Algunos detalles sobre el marco legal argentino

El decreto Nº 995 del 28 de mayo de 1991 es el puntapié inicial de la nueva política aeroespacial en la era neoliberal. Señala en forma taxativa: “Que la REPUBLICA ARGENTINA rechaza toda utilización militar ofensiva de las actividades espaciales, y reconoce su voluntad de trabajar en este campo con un elevado sentido de paz, responsabilidad y transparencia”. Debemos señalar que el adjetivo “ofensiva” puede dar lugar a algún uso militar alternativo. Pero si lo cruzamos con los Acuerdos de Madrid, que señalan la necesidad de monitoreo de las actividades militares argentinas, sumado a la estrecha relación con la NASA, es poco lo que queda por hacer.

El decreto especifica en forma genérica que la actividad aeroespacial de deberá “e) encauzar la transferencia de tecnología espacial para usos en agronomía, cartografía, prospección minera, meteorología, geología, medio ambiente, medicina, comunicaciones, defensa, industriales u otras áreas, a entes estatales, y especialmente, bajo licencia, al sector privado, brindando asistencia técnica para alcanzar las pautas de calidad que determine”. Nada que sea criticable. Es tecnología de uso dual, lo que la vuelve aún más necesaria y factible.

Es clave el artículo 8. “Art. 8.- Derógase el Decreto N. 1.164 del 28 de enero de 1960, y disuélvese la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales, (CNIA), disponiéndose que todos los elementos, partes y componentes del misil Cóndor II, en todas sus versiones y etapas de desarrollo, que existan a la fecha, serán desactivados, desmantelados, reconvertidos y/o inutilizados según sus posibilidades de uso en aplicaciones y destinos pacíficos, de manera de efectivizar en forma fehaciente y definitiva la cancelación completa e irreversible del proyecto respectivo, transfiriéndose el personal científico, instalaciones y materiales involucrados a la nueva COMISION NACIONAL DE ACTIVIDADES ESPACIALES, (CONAE)”. En este se funda la Conae como organismo que reencauza el desarrollo nacional sobre el desarme y la exclusión de usos militares (y de inteligencia, agregamos). Todo bajo la firma de Menem, Cavallo, Ditella

Finalmente, tres años después se sanciona el Plan Aeroespacial mediante el Decreto 2076/94 para el período 1995-2006[7], al que recomendamos leer. Sus objetivos señalados en la fundamentación del decreto son: la Educación y al mejoramiento de la calidad de vida; Crear nuevas capacidades y fuentes de trabajo en industrias productoras de bienes de alto valor agregado; ventajas para el sistema productivo local que inserten nuestra industria en un comercio internacional fuertemente competitivo; Promover nuevos negocios. Y lleva la firma de Menem, Cavallo y Camilión. Es básicamente un aporte al desarrollo de inversiones extranjeras o de grandes industrias, si lo leemos desde una perspectiva histórica. Pueden ser mineras, pesqueras, o en aspecto de servicios de comunicaciones.

Situación actual: como llegamos

Avancemos con alguna aclaración sobre la Comisión de Actividades Aeroespaciales. Una oleada de críticas y condenas circuló a raíz de la visita a la misma de miembros de la Fuerza Aeroespacial de los EEUU. Sejar sentada una condena que señala el camino de vinculación orgánica a los intereses de defensa de los norteamericanos, es correcta. Pero siendo objetivos, la Conae ya se crea bajo el aval y la injerencia directa de los Estados Unidos.

En Argentina se había creado la CNIE[8] dependiente de la Fuerza Aérea que estaba llevando adelante trabajos que a partir de los 90 quedarían a cargo de la Conae. Justamente en el ámbito de la FA se estaba desarrollando en forma avanzada el proyecto Cóndor como es conocido. Este era un proyecto dual, de uso civil y militar. Era un misil táctico y/o estratégico de superficie, evolucionado desde el anterior proyecto Alacrán[9], en el cual se condensaban décadas de trabajo continuo. El Cóndor podía colocar una carga de 500 kilos, sea con un explosivo común o una o una carga nuclear a una distancia de 1000 kilómetros, o sea entre superficie y superficie. Era el misil más avanzado desarrollado fuera de los países centrales.

Estados Unidos tuvo como uno de sus reclamos más importantes el desarme de este proyecto. No solo el desarme, sino la eliminación de todo vestigio humano y material que permitiera reflotarlo.  Según se señala, el proyecto estaba articulado (o sea contaba con financiamiento y apoyo para adquirir después esa tecnología) con países de Medio Oriente. Lo cierto es que Carlo Escudé, quien es considerado el mentor ideológico del “realismo periférico” (vulgarmente: “Relaciones carnales”) señala en sus artículos sobre RRII que la desarticulación del proyecto Cóndor era una muestra del abandono de intentos de autonomía que debían ser dejados atrás, para llevar adelante una relación de nuevo tipo con la potencia dominante bajo los nuevos principios[10].

Desde nuestra opinión el mal llamado “consenso democrático” es un modo de acumulación y modo de regulación[11] que se construyó después de la guerra de Malvinas, y se selló con la constitución de 1994. En el se estableció una idea dominante en lo que hace a RRII y específicamente a las cuestiones de Defensa y militares: eliminar cualquier tipo de hipótesis de conflicto y eliminar a las FFAA como un actor y tanto interno como exterior, e inclusive como herramienta de política nacional. Para ello, en consonancia con los principios del realismo periférico, con el supuesto “pacto democrático” y con los “Acuerdos de Madrid”[12] las FFAA debían perder cualquier capacidad de disuasión estratégica. Es este sentido este acuerdo tuvo un ala derecha (el neoliberalismo menemista, macrista, liberotaria) y un ala izquierda (el progresismo, que permea las políticas del peronismo o la izquierda)

La realidad es que antes del proyecto Cóndor la historia de lanzamientos de cohetería de parte de la Fuerza Aérea había sido muy rica[13]. Y mencionamos reiteradamente a la FA porque es esa fuerza la que tuvo a cargo, desde que argentina comenzó en los 40 a pensar estos temas, el desarrollo científico técnico y que puso en la práctica múltiples artefactos.

Mencionemos un aspecto técnico que en la discusión pública no se tiene en cuenta, pero que es de importancia. Los desarrollos argentinos se orientaban (y lo hace aun en algunos ámbitos fuera de Conae) a vectores impulsados por combustible sólido, mientras que la Conae se esfuerza en desarrollos con combustible líquido, el cual es más caro y más complejo. Pero para las necesidades y posibilidades nacionales los desarrollos con combustible sólido son más que suficientes, tanto para vectores tierra tierra como para colocar cargas en el espacio.

Por otro lado, hasta ese momento la FA no se había abocado al desarrollo satelital. Pero con las visibles implicancias y aprendizajes de la Guerra de Malvinas, la existencia de lo que hoy ya es un nuevo dominio de la guerra se comenzaba a intuir. Por ello estaba en carpeta un plan para satélites de observación de la Tierra con resoluciones de necesidades militares y de inteligencia. Luego del traspaso, o disolución, o destrucción de los organismos militares de investigación y desarrollo, todo quedo concentrado en la Conae. A partir ese momento todo queda vinculado y con seguimiento de parte de la NASA y de Estados Unidos. Todo el esfuerzo y los recursos humanos y materiales se vuelcan para los desarrollos que son convenientes para la comunidad científica internacional. Y desde esa orientación pueden revertir hacia argentina por “derrame”. Quizás esta fue la forma en que en los 90 se acordó con EEUU preservar espacios científicos locales, en vez de eliminarlos: hacerlos en el sentido estratégico parte de un interés mas global, mas científico en abstracto. Asumiendo como principio de la Conae el bloqueo a cualquier iniciativa de defensa en sentido duro, y a la articulación con intereses no monitoreados por la NASA.

Un ejemplo de eso son los satélites SAOCOM[14], que son de apertura sintética. Los satélites SAOCOM, junto con cuatro satélites de la Constelación Italiana COSMO- SkyMed de la Agencia Espacial Italiana (ASI), integran el Sistema Ítalo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE). Un satélite enorme de 3 toneladas, enormemente caro y que implicó un gigantesco desafío tecnológico. Se usan para monitorear los mares, hidrología, etc. Pero se han puesto trabas para todo lo que sea introducir algún dispositivo relacionado con la seguridad y defensa. Obviamente tiene capacidad de ese tipo, pero el desarrollo nacional no está orientado en ese sentido o se desatienden los reclamos al respecto.

De hecho, toda la información de la basura espacial, el lanzamiento de los satélites, todas las alertas de colisiones que ha llegado a la Conae, a los satélites nuestros, vienen de manos de la fuerza espacial de los Estados Unidos y del sistema NORAD[15].  Desde los 90 la vinculación es clara y debemos decir con todas las letras, a la par de denunciar la visita de los miembros de la Fuerza espacial:  históricamente desde el primer momento se articula con la NASA, con la USAF, desde que se creó con la Fuerza espacial, y también hay relación con la agencia espacial europea especialmente con Italia (el origen de su director histórico es italiano). Tanto en lo que hace al lanzador, a la puesta en órbita, que en algunos casos se realizó con Europa. Pero toda la coordinación de colisión, lo que se le llama space situation, se recibe directamente de la Fuerza espacial de los Estados Unidos. Lo que mas que una crítica en este caso es una información, para poner las cosas en su lugar. Y para ver que es lo que hay, o se podría, corregir o matizar, en el futuro si se habla de soberanía.

En conclusión, un eje del acuerdo de los 90, para continuar el desarrollo aeroespacial, es la vinculación del mismo con los EEUU. Dentro de la lógica del “Realismo periférico” era, en ese momento “unipolar” de “fin de la historia”, racional (una racionalidad semicolonial aclaremos). Pero se demostró de corto aliento, hoy es difícil ver de la misma forma. Esa racionalidad iba de la mano con la asunción de una ideología pacifista, cosmopolita, liberal. Y anclada en la idea de desmilitarización del espacio. Al igual que lo anterior (y como ya señalamos) hoy esta ideología (en el sentido fuerte de pantalla de la realidad) es obsoleta. En general solo perjudico a la FA argentina, beneficio a las potencias extranjeras que operan en nuestros espacios; y desalentó a cualquier desarrollo disuasivo en sentido militar, que siempre fue bloqueado desde la Conae (en realidad fue bloqueado desde ámbitos políticos e intelectuales más allá de la Conae). Pero también limitó el desarrollo “civil” nacional (tal como los mismos decretos señalaban) al ponerlo dentro de la lógica de desarrollos globales occidentales y desorientarlo de los intereses nacionales concretos. Sin ser exagerados, podemos señalar que hay un espacio en el que una cantidad de técnicos y científicos muy capacitados trabajan en desarrollos de importancia, que revierten en beneficios para el país. Pero lo hacen “globalizadamente”, sin una coordinación y fuera de un plan estratégico nacional que se articule las diversas cuestiones que hacen a las necesidades nacionales (incluida la militar). En un momento en que el espacio está siendo ocupado por estados y empresas cuyas capacidades revierten en forma muy clara en cuestiones geopolíticas y militares.

El resto de los países del mundo, todos hasta los más chicos últimamente, como Chile Colombia, han arrancado con desarrollos de capacidades que implican una resolución militar. Entonces hay verdaderamente un acto de demagogia progresista o liberal atrás de muchos discursos. Por ejemplo, lanzador el Tronador, es muy importante, pero viene extremadamente retrasado y ha generado una línea de desarrollo en la cual se consumió una cantidad de recursos; si nos referimos al plan nacional al respecto. Como muchos otros desarrollos que consumen recursos, y nunca sales de la mesa de trabajo, de experimentos o de prototipos. Teniendo en cuanta que en esta área (como en las demás militares) el avance deja cualquier experiencia obsoleta si se tarda 10 años o 20. E inútil si no es posible fabricarla en serie.

Como es fácil concluir con información periodística, ha pasado el tiempo y no tenemos un lanzador válido. El Tronador era un buen lanzador, pero después de años no se llegó a su concreción, absorbiendo todos los recursos en el sentido de un cohete de combustible líquido (mucho más caro que uno sólido como señalamos). Recordemos que la Fuerza Aérea que había trabajado desde antaño en un misil de combustible sólido de uso militar, pero que quedo relegado. Sin embargo, si bien se avanzó en conocimientos, y científicos que podrán postularse a la NASA, lo cierto es que no tenemos ni pan ni torta.

Hoy muchos actores privados que ya están encarando lanzadores más chicos, baratos y efectivos, y existe la posibilidad cierta que dentro de poco tiempo va a aparecer una empresa privada financiada por algún capital del que no tenemos control y sin ninguna perspectiva de articulación con intereses nacionales (como ya ha pasado) que va a generar un lanzador satelital. Y así todo este esfuerzo de décadas quedara en una linda experiencia y nada más. Mientras las FFAA necesitan misiles y lanzadores, y no se les ha permitido tenerlos por imposición de doctrinas erróneas que solo expresa la derrota nacional que padecemos.

En definitiva, no tenemos autonomía lanzar los satélites por propio esfuerzo, debemos reconocer todo el esfuerzo que ha hecho Conae fue valioso, pero ya es un desarrollo para una época pasada. Porque después de los lanzamientos que ha generado SpaceX de Elon Musk con este criterio de tirar y recuperar ya el lanzador nuestro queda fuera de carrera, y esto es por el excesivo tiempo tardado y poner esfuerzos en desarticulados. Se señala en público que se prevé un lanzamiento de un satélite en órbita baja con un lanzador propio para el año 2030. Pero lo cierto es que el Plan Nacional Aeroespacial cuando se creó la Conae preveía esto para hace bastantes años atrás. Y las dificultades técnicas deben ser puestas en relación con el desarrollo del área a nivel general: aun no llegamos a un nivel de la V2 de von Brawn, quien, desde cero, dominó todo el ciclo en unos años, y debemos destacar que varios científicos (aunque no los más importantes en cohetería) del área vinieron a Argentina ya hace 80 años para aportar al desarrollo del que hablamos. Quizás por decidor avanzar por el camino más difícil para obtener objetivos que permitieran obtener logros.

El fin de la etapa unipolar

En la etapa “unipolar” de los 90, la idea militar, la doctrina que imperaba para países como Argentina era de que las FFAA y los ámbitos de la defensa deberían restringirse a amenazas no convencionales de organizaciones terroristas o delictivas, o algunos “estados parios” de segundo orden cuya destrucción quedaría a cargo de la policía mundial conducida por EEUU.  Eso implicaba que el ámbito aeroespacial argentino, en realidad toda la defensa argentina, debía restringirse al mínimo y quedar desacoplada del militar, que se definía como global y no nacional.

Hoy el mundo es distinto y existe una disputa de muchos centros de poder globales y regionales. En este sentido ahora a los EEUU les conviene de nuevo la cooperación a nivel militar. Así hay ciertas cuestiones que no le conviene entenderlas en el ámbito de la de una agencia espacial en el marco del uso civil, porque en el marco del uso civil le tienen que dar cabida a discusiones y espacios diversos y poco seguros. Entonces le conviene que la cuestión este pensada desde la disputa con otras potencias como Rusia y China por la región y el espacio. El espacio ya es un nuevo dominio de la guerra y que tiene una lógica geopolítica, por supuesto no es cuestionable, los EEUU defienden sus intereses. Nosotros deberíamos pensar en los nuestros. Cada uno ejerce el poder como puede y obviamente si un país como Argentina no se esmeró en construir poder en todos estos últimos años (poder duro), hoy es difícil recuperar el tiempo perdido y hacer frente a los nuevos desafíos con realismo.

En argentina se realizaron estos planteos y se presentaron las alarmas sobre las necesidades que estaba siendo dejadas vacantes. Sin embargo, todo quedo bloqueado o en peleas internas silenciadas, quizás por estar temerosos de ser señalados por la tenaza que implica el progresismo y los intereses anglo norteamericanos. Se mantuvo una línea de hecho o de derecho vinculada a las “nuevas amenazas”. Por ello la FA se dedica en gran parte a tareas de una fuerza de seguridad, en vez de haber fortalecido la vigilancia de frontera en torno a una Gendarmería que incrementara sus capacidades vigilancia con medio diversos que fueran necesarios. Los pocos medios aéreos y de control de la FA quedaron para complementar tareas propias de gendarmería. En lo que es el control de los tránsitos aéreos irregulares en el norte, por ejemplo, tareas de policía. Claro es de destacar que esto lo puede hacer la FA con los pobres medios que tiene y con una doctrina que no ve enemigos e hipótesis de conflicto.

No se realzó un esfuerzo para que la Fuerza Aérea se abocará a las actividades espaciales, o de poder táctico militar o estratégico, o disuasorio contra potencias adversarias. En este sentido es necesario que el estado argentino, si piensa ver la cuestión de la defensa en términos modernos, realistas y de futuro, encare la cuestión aeroespacial implementando una serie de decisiones claves. Una, la creación de una fuerza aeroespacial que se encargue de centralizar los medios existentes, desarrollo de nuevos, coordinación de capacidades relacionadas con este dominio. Segundo, la centralización de un plan de desarrollo donde todas las agencias sean puestas bajo un mismo ente coordinador de esfuerzos, desde la perspectiva de la defensa nacional. Pero ello implica una visión geopolítica clara y nacional, no comprada. Y un proyecto nacional que se extienda en sus cuestione fundamentales en el tiempo, más allá de los vaivenes electorales.

Como conclusión parcial

Cual creemos que será el futuro de la anémica industria militar argentina. En general tenemos en mente un complejo militar industrial que comenzó su desarrollo en los cuarentas, que el peronismo potenció mucho, y que con altibajos se desarrolló hasta los ochentas. Sin embargo, eso es hoy una imagen mítica. No negarnos lo movilizador de los mitos. Y que en este caso Argentina realmente estuvo a la vanguardia en América Latina y en el tercer mundo. Pero eso es hoy el pasado. Nos aproximamos a las 4 décadas de desmantelamiento. Y cuando esto se propuso que fuera revertido (solo durante el periodo kirchnerista) la practica quedó más bien en el discurso, ya que la política estuvo hegemonizada por una visión de las RRII, de la defensa y de los conflictos armados que podría tener nuestro país… que podemos llamar ingenua, o más bien en términos de doctrina, muy cruzada por un idealismo progresista que neutralizaba posibles avances.

En la práctica hoy existen cascaras semivacías. Que producen algo que no está en condiciones de poner en pie unidades militares en condiciones de combatir mínimamente. Lo que si existe y es una herencia del pasado que aún se sostiene, ciertos nichos científico técnicos que, más por voluntad propia y continuidad testaruda (y patriótica), mantienen desarrollo en diversos ámbitos que podrían servir para equipar unas FFAA acordes a los desafíos que Argentina tiene. Sin embargo, cualquier proyecto de ese tipo requiere financiamiento y una continuidad de décadas ajena al pensamiento de la clase política local.

Frente a esta situación ¿Qué pareciera proponer la actual administración? Nada que tenga que ver con los intereses nacionales relacionados con nuestras hipótesis de conflicto. Pero si un proyecto que implica desarrollar en algo la capacidad productiva militar. ¿Cómo es esto? Conseguir inversión de capital extranjero permitida por las potencias occidentales para poner nuestras posibles capacidades de producción de municiones y algún tipo de armas para abastecer los conflictos de alta intensidad que puedan desarrollarse en occidente. Ser parte de la cadena logística de la OTAN.

Vemos claramente en Ucrania, que occidente en su conjunto carece de dimensión productiva militar capaz de suministrar a Ucrania (por ahora) lo necesario para el consumo de material que se lleva una guerra de atricción. En ese caso las fábricas podrían ser puestas en producción de material dentro de una cadena logística global que abastezca a los ejércitos occidentales. Suena lógico, y va de la mano con las declaraciones del presidente, pero sobre todo de su vicepresidenta, quien ya en campaña había anunciado que se potenciaría a Fabricaciones militares con capital privado. El que suponemos para el caso de una producción de este tipo, extranjero. Y que, no dudamos para el alineamiento de este gobierno: occidental, anglosajón.

Sin embargo, también en este caso debemos señalar que la tendencia a incluir apoyos externos dentro de las FFAA y su modernización, fue desarrollada también por el gobierno Kirchnerista recurriendo a Israel, por ejemplo. Y que la compra de los F16 estaba muy avanzada por parte de la administración de Alberta. Aunque no podemos negar que la discusión de tener vínculos quien permitieran una mayor autonomía estratégica de nuestro país, existió. Que las FFAA fuera un vector en ese sentido, era algo planteado durante el gobierno anterior. Teniendo en cuanta que argentina necesitaría en varios ámbitos no solo el militar recurrir a adquirir capacidades desde otros países. Pero hay que remarcar algo que debería ser obvio: la confrontación por Malvinas, y por lo tanto que las armas, equipos, amigos y doctrinas que se asumen o compran, condujeran hacia la capacidad de disuadir a GB de continuar en el Atlántico sur. Siendo ésta claramente nuestra hipótesis de conflicto principal y evidente

Otra discusión fuera de lugar que debemos mencionar antes de cerra reste artículo se refiere a producir armas y municiones para nuestra defensa y no para exportar, adjudicando a Savio esta definición. Esta idea es falaz y equivocada. Además, cuando va de la mano de una política de defensa que considera que no ya hipótesis de conflicto y que mantiene (y seguirá manteniendo) a las FFAA en un piso presupuestario que roza el cero. Es sano y necesario que la industria militar produzca para la defensa nacional, (cosa que no hace en cantidad mínimamente necesaria), pero que cuando no hay necesidad de acumular municiones armas etc. además de intentar producir materiales de uso civil, pueda colocar en el exterior la producción. Claro para eso se necesitan fabricas eficientes y productivas y un marco de relaciones internacionales guiado por el interés nacional, para saber que como y a quienes les vendemos. El que y a quienes vedemos (que deviene del cómo, qué y para que producimos) define la geopolítica del país, como lo define quienes son nuestros socios.

Es muy probable que toda la política de defensa, en lo que hace a su proyección más allá del consumo discursivo interno, este encuadrada en el Memorándum de entendimiento firmado entre Argentina y EEUU en marzo de este 2024, como otros acuerdos de este tipo que se vienen desarrollando[16]. Como vemos en ellos solo en tema “minerales críticos” y “Ciberdefensa” el alineamiento y disciplinamiento en la estrategia de EEUU sin matices es total. Y en ese mismo sentido avanzará la política aeroespacial.

Es así como nuestra política de defensa tiende a profundizar una visión del mundo errónea. En un mundo que avanza hacia la existencia de varios polos en competencia, tanto globales como regionales, formados por potencias grandes o potencias medias; en un mundo que avanza hacia mayores niveles de autonomía y a la existencia de una fragmentación en lo económico, militar, científico técnico, de sistemas políticos y económicos, etc. Argentina un país de nivel medio con posibilidades de ser medio alto, decide anclarse en forma estrechamente subordinada a una potencia y comprar sus hipótesis de conflicto. Es sin dudas un gran error. Este análisis se basa centralmente en la Argentina, pero es significativo al ser un país que llegó a un desarrollo de avanzada en esta área, al menos si miramos a países que nos son potencias. Y una muestra del interés y despliegue en términos del conflicto global, en el dominio aeroespacial, en lo que hace a la diputa geopolítica que definirá el orden de toda una etapa histórica

* Doctor en Historia UBA / Docente e investigador UBA y Universidad de la Defensa Nacional / Autor de libros de historia sobre el movimiento obrero, historia militar y geopolítica / Experto en Defensa.

REFERENCIAS

[1] https://www.petersonschriever.spaceforce.mil/

[2] https://www.petersonschriever.spaceforce.mil/SpaceDelta7/

[3] https://www.segurilatam.com/actualidad/guerra-espacial-eeuu-crea-un-escuadron-de-inteligencia-para-analizar-objetivos-enemigos_20230821.html

[4] https://www.defensa.com/brasil/fuerza-aerea-brasilena-colombia-unicas-sudamericanas-primer-eeuu

[5] Vicejefe de Operaciones Espaciales, general Michael Guetlein, declaraciones ante el subcomité de preparación de las Fuerzas Armadas del Senado sobre la preparación de la fuerza conjunta, en Washington, D.C., el 1 de mayo de 2024. Fuente: Fuerza Aérea de EE.UU.

[6] https://tiempomilitar.com.ar/index.php/69-ultimas-noticias/4365-petri-metio-a-un-hombre-de-la-embajada-de-eeuu-en-el-ministerio-de-defensa ; https://www.ambito.com/politica/el-gobierno-oficializo-la-designacion-un-asesor-ciberdefensa-los-eeuu-n6050839

[7] https://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/10000-14999/14118/norma.htm

[8] Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE) fue una agencia espacial argentina fundada en el ámbito de la Secretaría de Aeronáutica el 28 de enero de 1960 y que se mantuvo operativa hasta su reemplazo por la actual CONAE en el año 1991.

[9] http://argentinaenelespacio.blogspot.com/p/vectores-nacionales-1980-1089-v2.html

[10] https://cdsa.aacademica.org/000-071/398.pdf ; https://historiapolitica.com/datos/biblioteca/rrii_escude.pdf Ciertamente el Condor era un proyecto que se encontraba muy avanzado, a punto de ser lanzado. El proyecto estaba en base a tecnología transferida por Alemania. Alemania también colaboraba con países de medio oriente en ese entonces. La búsqueda de financiamiento en aquella región fue el punto de partida de una operación de inteligencia y propaganda para obligar a nuestro país a abandonar su desarrollo, teniendo en cuenta la voluntad de las autoridades nacionales de ser mas que receptivas a los intereses de EEUU, tal como señala Escudé era una “virtud”. Pero lo cierto es que el Cóndor era un proyecto de vanguardia y en condiciones de ser lanzado. En términos relativos, si bien el camino actual de desarrollo es otro, y la tecnología secreta que se adquiría hoy es pública, en ese entonces estábamos en un punto más alto que hoy.

[11] https://newleftreview.es/issues/7/articles/michel-aglietta-el-capitalismo-en-el-cambio-de-siglo-la-teoria-de-la-regulacion-y-el-desafio-del-cambio-social.pdf ; https://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20130702120830/harvey.pdf

[12] http://quedudarnoteparalice.blogspot.com/2018/09/las-declaraciones-de-madrid-o-la.html

[13] file:///D:/Guillermo/Downloads/de_Leon_Pablo_Historia_de_la_actividad_e.pdf ; https://books.google.com.ar/books?id=-9pRyQEACAAJ&pg=PA27&hl=es&source=gbs_toc_r&cad=2#v=onepage&q&f=false

[14]https://saocom.invap.com.ar/ 

[15] Nort american aeroespace defence command. NORAD provee comunicación global, detección, validación y alerta de posibles ataques de misiles balísticos hacia Norteamérica, abarcando detección continental; también provee alerta temprana en tiempo de paz en caso de que el espacio aéreo esté comprometido

[16] https://ar.usembassy.gov/es/eeuu-y-argentina-firman-memorando-de-entendimiento-para-fortalecer-cooperacion-en-minerales-criticos/ ; https://www.zona-militar.com/2024/03/26/el-ministerio-de-defensa-firma-un-memorandum-de-entendimiento-con-ee-uu-para-fortalecer-la-colaboracion-en-cuestiones-de-ciberdefensa/

Fuente: PIA

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