Compartimos seguidamente, una nota informativa del colega Luciano R. Moreno Calderón y un comunicado de una organización de Veteranos de Guerra también reproducido por el mismo periodista en su portal de noticias Pal’Sur. Ambas, explican la postura de los Veteranos ante la convocatoria del Poder Ejecutivo Nacional, junto a otras reflexiones que vale la pena, leer e incorporar.
Editor Responsable
Nota del Editor: seguidamente, se comparten ambos escritos sin modificación alguna. Incluso se respetaron los enlaces y llamadas a otras publicaciones.
En el primer caso, la nota firmada por Moreno Calderón, dando cuenta de las posturas de la Confederación de Combatientes de Malvinas de la República Argentina, y de la Federación de Veteranos de la Provincia de Buenos Aires.
N segundo término, el comunicado y sus firmas difundido por el Centro de Ex Soldados Combatientes de Malvinas de Capital Federal, también publicado en el portal de noticias del colega.
El 90% de los centros de veteranos de todo el país decidió no asistir al desfile – Por Luciano R. Moreno Calderón*
La Confederación de Combatientes de Malvinas de la República Argentina (90% del padrón de combatientes del país), y la Federación de Veteranos de la Provincia de Buenos Aires (90% del padrón de combatientes de aquella provincia), decidieron no concurrir al desfile organizado para el 9 de julio por el Gobierno Nacional, en la Ciudad de Buenos Aires, por el Día de la Independencia.
Pal Sur, entrevistó Al VGM Ramón Robles, presidente la Confederación y tesorero de la Federación para que nos comentara cuales eran las motivaciones que llevaron a estos entes de Combatientes a no desfilar el 9 de julio.
“Desde el momento que se empezó a hablar del desfile, nuestra organización realizó un zoom con las comisiones directivas de los centros de veteranos de todo el país para discutir este tema, y se plantearon tres problemas”:
– el gobierno nacional, si bien va a gastar aproximadamente 400 millones de pesos en este acto para la movilidad de las Fuerzas Armadas, no hay ningún fondo para que los veteranos puedan asistir. Entonces el primer escollo es que si nuestras organizaciones querían participar deberían ir desde sus provincias solventándose ellos los gastos;
– muchas organizaciones plantearon que no podían participar de un desfile a una persona dijo abiertamente su admiración a Margaret Thatcher, la asesina de nuestros 323 compañeros del Crucero ARA Gral., Belgrano.
– muchos compañeros estaban disconformes con la manera en que se están llevando adelante la defensa de nuestros derechos sobre Malvinas por parte de la Cancillería actual.
“Ante estos planteos, lo que se decidió es que la Confederación, como organización, no iba a participar, y dejaba a libre decisión a sus afiliados a que si quieran hacerlo lo hagan”. Ayer la Federación de la Provincia de Buenos Aires, que está adherida a la Confederación, realizó un congreso entre los presidentes de los centros que conforman el 90% del padrón de combatientes de la provincia, y en igual sentido, en “ella se decidió que tampoco iba a participar”.
“Acá el tema ya no es el viaje”, dejó claro Robles, “porque nuestras organizaciones en una o dos horas estamos ahí. El tema es la manera en que se va a hacer el desfile: en principio los veteranos van a desfilar 300 metros; segundo, quieren formar por compañía y por unidad como si estuviéramos en Malvinas, y la gente no está de acuerdo con eso”.
Otras de las cuestiones que claramente desalentó la participación, señala el dirigente de lo combatientes, es que “amenazaron de que los vetearnos que lleguen tarde no van a entrar, y que si no nos portamos bien no nos van a volver a invitar”.
“Desde nuestras organizaciones brindamos la libertad a que quien quiera ir a rendirle pleitesía a este gobierno, que lo haga. Nuestras organizaciones tienen que defender la memoria y el honor que dejaron su vida en Malvinas”. Cosa que este gobierno no hace, dio a entender Ramón.
Otro inconveniente, señala Robles, “es que los militares no quieren formar como soldaditos, y el problema es que muchos personajes de los que van a participar del desfile tienen todavía muchas explicaciones que dar por los maltratos que cometieron en Malvinas, y por ahí se puede armar lío con algún compañero que se encuentra con el Oficial o Suboficial que lo torturó en Malvinas y quiere tomar represalias”.
“Entonces, como todas estas cosas pueden llegar a pasar nuestra organización decidió no participar”.
*Luciano R. Moreno Calderón. Director del portal Pal’Sur; integrante de Unión Malvinizadora Argentina (UMA).
Por qué no desfilamos – Centro de Ex Soldados Combatientes de Malvinas de Capital Federal
El Gobierno Nacional se encuentra convocando a la realización de un desfile el próximo 9 de julio, que encabezarán los veteranos de guerra de Malvinas. La iniciativa se inscribe dentro de múltiples actividades, anunciadas como reivindicación de quienes combatimos por la defensa de la Soberanía Nacional hace cuarenta y dos años en el Atlántico Sur, y la recuperación de la relación entre las Fuerzas Armadas y el resto de la comunidad nacional.
Respetamos la decisión que adopte cada uno de los combatientes en Malvinas, pero queremos hacer pública nuestra decisión de NO PARTICIPAR en el desfile ni en ninguna de las acciones promovidas por las autoridades nacionales en el mismo sentido, por las razones que explicamos a continuación.
La mayor parte de los firmantes de esta comunicación participamos activamente en las organizaciones de ex soldados combatientes desde el mismo final de la guerra, o hemos sido activos partícipes de nuestros logros colectivos en la posguerra, y seguimos desarrollando en distintos ámbitos y disciplinas, la defensa para el ejercicio pleno de nuestros derechos soberanos en el Atlántico Sur.
Desde muy temprana fecha, el 26 de agosto de 1982, el Centro de Ex Soldados Combatientes de Malvinas de Capital Federal –en su declaración de principios-, establecimos que condenábamos el accionar de la dictadura cívico-militar del Proceso de Reorganización Nacional, pero reivindicamos el accionar de nuestras Fuerzas Armadas en la defensa de la Soberanía Nacional, tanto en las Islas Malvinas y demás territorios del Atlántico Sur, como en algunas otras instancias de nuestra historia.
No nos fue fácil sostener esa posición, cuando la memoria de los crímenes cometidos en ocasión de lo que luego se denominó el “Terrorismo de Estado” estaba muy fresca. Muchos militantes de los derechos humanos y de las juventudes políticas nos acusaban de “pro-milicos”, porque en nuestras primeras movilizaciones usábamos partes o totalidad de uniformes militares. Nosotros les respondíamos que con esos uniformes habíamos defendido a nuestra Patria contra las fuerzas colonialistas, y no asesinado a compatriotas.
“Fuimos a Malvinas con el uniforme de San Martín y la Bandera de Belgrano”, respondíamos -y respondemos-, a quienes cuestionaban y cuestionan la necesidad de reconstruir nuestro sistema de Defensa Nacional, como uno de los requisitos principales (no excluyentes), para la recuperación de nuestros territorios usurpados por una potencia colonialista y sus aliados.
Enfrentamos la feroz campaña de desmalvinización durante varias décadas, cuando se pretendió reducir a la guerra contra el Reino Unido de Gran Bretaña y sus aliados de la OTAN a la “locura de un general borracho para perpetuarse en el poder” y a los ex soldados combatientes a “víctimas de la dictadura militar” o “chicos de la guerra”.
Nuestra prédica sostenida en el tiempo dio frutos; además de obtener importantes reconocimientos sociales –tarea colectiva de las organizaciones de ex soldados combatientes/veteranos de guerra-, gracias a algunos interlocutores políticos, pero fundamentalmente al apoyo mayoritario de la comunidad argentina, logramos revertir los fundamentos políticos y culturales de la desmalvinización.
Ya no se habla más de “víctimas de la dictadura”, sino de “Héroes de Malvinas”. Atrás quedó la hipótesis unívoca del “manotazo de ahogado de un general borracho para perpetuarse en el poder”, para consolidarse en la conciencia mayoritaria que se trató de un enfrentamiento de nuestro país por su integración territorial plena contra la usurpación colonial.
Sin embargo, esta victoria parcial (táctica) se inscribe en una situación general de derrota de nuestra Nación y de su comunidad (estratégica).
Los británicos no sólo han construido la principal fortaleza militar del Hemisferio Sur en Monte Agradable (Isla Soledad), amenazando la Paz en toda la región, extendiendo sus pretensiones territoriales a más de un tercio de nuestra soberanía, contando las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur, la Antártida argentina y sus mares y plataformas correspondientes.
También saquean nuestros recursos pesqueros, otorgando licencias ilegales a terceros países (España, Taiwán, Corea del Sur, China, etc.), lo que no sólo redunda en pérdida de divisas a nuestro país, sino que priva a millones de niños argentinos de las proteínas necesarias para su crecimiento saludable.
Los ocupantes ilegales anunciaron la explotación inminente de los recursos hidrocarburíferos, a través de licencias de explotación otorgadas a empresas que se disponen al saqueo para engrosar las cuentas de los oligarcas financieros del mundo, y no para beneficio de sus legítimos dueños.
Mientras tanto, en el continente argentino, los mismos grupos económicos se apropian de la mayor parte de los recursos naturales estratégicos: empresas de mayoría accionaria de la Comunidad Británica de Naciones explotan los yacimientos minerales en nuestro extenso país, dejando exiguas regalías y un enorme pasivo ambiental; gran parte de la producción agropecuaria elude el pago de retenciones vía el contrabando en la Cuenca del Río Paraná, bajo el control efectivo de una corporación de materias primas de origen anglosajón, y no del Estado argentino. Otro tanto ocurre con nuestras riquezas energéticas y ni qué hablar de la fuga de capitales derivada de la fraudulenta deuda externa, por obra de los mismos actores económicos que sostienen la ocupación colonial en nuestro Atlántico Sur.
La República Argentina es un país que produce enormes riquezas, saqueadas sistemáticamente por las grandes corporaciones económico-financieras del mismo origen que enfrenamos con las armas en la mano en 1982.
Esto no hubiera sido posible sin la complicidad de una clase dirigente que eligió entregar el patrimonio de los argentinos, para su propia supervivencia personal, sometiendo al pueblo que debería representar a la pobreza, la indigencia o la miseria.
El actual Gobierno Nacional, que llegó al poder entre otras causas por el hartazgo de este régimen putrefacto al que hábilmente caracterizó como “CASTA”, en vez de representar a las mayorías que lo votaron para un cambio de régimen, propone consolidar la entrega de nuestra riqueza a esos mismos sectores (RIGI), se alinea con nuestros enemigos históricos (OTAN), afirma su admiración hacia sus peores figuras (THATCHER, CHURCHILL, REAGAN), se pelea con aquellos representantes de los países que necesitamos para recuperar las Malvinas y preservar la Antártida (BRASIL y el resto de SURAMÉRICA), nos deja sin opciones de política internacional ante los nuevos escenarios multipolares (abandono de los BRICS), empobrece a la mayoría de los argentinos (caída de los salarios y las jubilaciones), debilita nuestro sistema de Defensa Nacional (baja de los salarios de los militares y reducción real del Fondo para la Defensa, además de compras inútiles como los F 16), se apresta a la destrucción de lo que nos queda de producción industrial (caída abrupta de la producción en el rubro y enorme capacidad ociosa de los talleres y fábricas industriales). Y tantas otras medidas que evidencian un camino para convertirnos en una colonia proveedora de commodities baratos y multitudes hambreadas.
No es para esto que dieron sus vidas nuestros Héroes de Malvinas, y por lo que peleamos los combatientes que sobrevivimos y seguimos luchando desde hace más de cuatro décadas.
Somos parte del pueblo argentino. Por mandato de nuestro pueblo, marchamos a las trincheras a pelear contra la nueva invasión inglesa en 1982. Gracias a nuestro pueblo, accedimos a reconocimientos sociales por nuestro sacrificio, y al reconocimiento de nuestros compañeros caídos como “Héroes Nacionales”. Nos hemos reencontrado con nuestro pueblo en numerosas oportunidades en esta larga posguerra. Y seguiremos luchando junto a él para lograr una Nación que ejerza su plena Soberanía integral, donde las mayorías puedan acceder a un trabajo digno, con retribuciones justas e igualdad de oportunidades. Donde todos seamos parte de la construcción de nuestra Independencia definitiva de todo poder extranjero.
Por eso, rechazamos ser parte de un espectáculo de falso patriotismo, mientras se nos condena a la miserable condición de colonia empobrecida. No somos “ni progresistas, ni procesistas”.
Como la inmensa mayoría de los argentinos, defendemos una sola política: la del Bien Común de nuestra Patria.
Jorge Andrés Fernández DNI 14.493.184 – Soldado C/62 RI Mec 6 E.A.
José Francisco Zelaya DNI 16.176.322 – Soldado C/62 Batallón Antiaéreo (BIAA) Inf. de Marina A.R.A.
Fernando Pablo Cangiano DNI 14.189.366 – Soldado C/60 Esc. Expl. Cab. Blindada N° 10 E.A.
Miguel Ángel Trinidad DNI 16.557.532 – Soldado C/62 RI Mec 3 E.A.
Rubén Pablos DNI 16.044.545 – Soldado C/62 RI Mec 7 E.A.
César González Trejo DNI 14.886.219 – Soldado C/62 RI Mec 3 E.A.
Darío Walter Núñez Soldado DNI 16.185.321 – Soldado C/62 Com. Ing. Mec 10 E.A.
Fabián Riveiro DNI 16.593.979 – Soldado C/63 Batallón Logístico 9 E.A.
Ricardo Raúl Castro DNI 16.044.118 – Soldado /C 62 R. I. MEC. 7 E.A.
Alfredo Páez Quiroga DNI 14.074.193 – Soldado C/60 Reg. Inf. Mec 6 E.A.
César Martín Belcic DNI 16.298.424 – Soldado C/ 62 Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601 E.A.
Luciana Pérez DNI 16.485.202 – Soldado C/63 Portaaviones A.R.A. 25 de Mayo A.R.A
Hilario Rodríguez DNI 14.822.093 – Soldado C/62 Crucero A.R.A. “Gral. Belgrano” A.R.A
Miguel Eduardo Valdéz DNI 14.883.418 – Soldado C/62 Reg. Inf. Nº 1 E.A.
Carlos Oscar Corsini DNI 13.938.395 – Cabo Primero Batallón de Aviación de Combate 601 E.A.
Hugo Eduardo Colman DNI 14.673.941 S/C 62 Ca. Ing. Mec.10 – E.A.
Fernando Héctor Grünblatt DNI 1.992.444 — Cabo 2º Inf. de Marina A.R.A
Ramón Jesús De León DNI 16.028.970 Soldado C/62 BIM 5 A.R.A.
Santiago Domínguez DNI 13.946.674 Soldado C/62 BIM 3 A.R.A.
Daniel Ontiveros DNI 16.248.937 Soldado C/63 GADA 601. E.A
Jorge Alberto Verri DNI 14.884.689 – Soldado C/62 R.I.1 “Patricios” E.A.
Juan Pedro Barbosa DNI 14.507.696 – Soldado C/62 Grupo de Artillería 121 E.A.
Fernando Javier Jaime DNI 14.619.691 – Soldado C/62 Crucero A.R.A. “Gral. Belgrano”
Fuente: Pal’Sur