Luego de casi dos décadas de idas y vueltas, la OMC logró que el Congreso Nacional trate Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca. Supuestamente, eso limitará el saqueo sobre nuestro Mar Argentino. Escenario complicado dada la invasión británica en nuestro Atlántico Sur, y el escaso fomento al ejercicio de la actividad por parte de los últimos once gobiernos nacionales, sin contar a la Dictadura Cívico Militar.
Redacción
La Cámara de Diputados de la Nación aprobó el Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Según el proyecto, se establecería la restricción de los subsidios que afectan negativamente al comercio y a la conservación de los recursos pesqueros. Asimismo, se prohibirían las subvenciones que contribuyen a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), a la pesca de poblaciones ya sobreexplotadas y a la pesca en alta mar no reglamentada.
Según las fuentes, la firma del mencionado Acuerdo, sentaría las bases para disminuir la presión pesquera en el área adyacente a la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA) – la llamada «milla 201» -, ya que sus términos limitarían la posibilidad de que los países recurran a subsidios para mantener la actividad de sus flotas. El Acuerdo según se dijo, contribuiría a la protección de los recursos pesqueros en las aguas adyacentes a la jurisdicción nacional, pondría límites a las capacidades de grandes flotas que pescan a distancia, y serviría de complemento para el patrullaje de las autoridades nacionales en el Mar Argentino.
Asimismo, se informó que continuarán las negociaciones en la OMC para acordar las “Disposiciones Adicionales sobre Subvenciones a la Pesca”, que refieren principalmente a subvenciones que fomentan la sobre-capacidad y la sobre-pesca. Una vez acordadas constituirán -conjuntamente con el Acuerdo- las disciplinas completas sobre las subvenciones a la pesca, de conformidad con el párrafo 4 de la Decisión Ministerial del 17 de junio de 2022 sobre el Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca.
Con la aprobación del Congreso de la Nación, el Gobierno estaría en condiciones de sumarse a los más de 80 países que han presentado a la OMC su instrumento de ratificación. El Acuerdo entrará en vigor con 110 ratificaciones. Es decir, falta que 30 países realicen en mismo procedimiento que Argentina.
Por otra parte, y más allá de los que se formule desde organismo supranacionales, o incluso desde las acciones diplomáticas que Argentina pueda realizar con los países cuyas flotas saquean nuestros recursos pesqueros (China, Corea del Sur, Tailandia, España, entre otros), la realidad posee dos elementos contundentes que no dependen de la OMC.
Uno, Argentina no ejerce en todo su potencial la actividad pesquera sobre nuestras aguas; y de hecho es una actividad mayoritariamente extranjerizada o que depende mayoritariamente de los mercados externo. No existe algo así como una flota pesquera de bandera; un plan de consumo interno de productos de mar; y mucho menos una industria lo suficientemente diversificada como para que el producto de la pesca se utilice y elabore a su máximo potencial.
El segundo factor, es la invasión sobre nuestro Atlántico Sur por parte de Gran bretaña y las licencias pesqueras ilegales que ese reino europeo otorga a sus aliados estratégicos -como es el caso del Reino de España-.
Entonces, en el planeta de las sanciones, Argentina tendrá que llevar adelante una estrategia general de acción y ejercicio: pescar, industrializar la cadena y agregar valor a la materia prima, y poner a trabajar a sus cuerpos diplomáticos tanto en abrir mercados, como limitar el saqueo de los invasores.
Hay que empezar por casa, y luego ponerse a de acuerdo con los vecinos. Una doctrina sudamericana al respecto, sería de un valor geopolítico enorme.
Fuente: Informe Pesquero