La semana pasada Massa anunció el “dólar PyME” y sumó un nuevo tipo de cambio en Argentina. Lo mejor estuvo en el discurso: describió las ventajas y conveniencias del desarrollo de la industria manufacturera nacional, pero defendió el modelo de exportación de insumos base para la misma.
Redacción
En un encuentro organizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el “superministro cumpliente” de funciones de presidente y candidato a serlo, Sergio Massa, avanzó un paso más en la joda de los tipos de cambios diversificados y anunció el dólar PyME.
Este tipo de cambio específico y sectorizado entró en vigencia hoy, lunes; y su propósito es el de fomentar las exportaciones de las pequeñas y medianas empresas. Su implementación tendrá características similares a las del último dólar soja: un 25 % del total exportado será liquidado al dólar contado con liquidación (CCL) – variante que según los financistas es la más cercana al valor “real del dólar” -, y el resto del total será liquidado se deben ingresar a través del Mercado Único de Libre Comercio (MULC) al precio oficial.
En el discurso, Massa aseguró que con 13.800 millones de dólares las exportaciones PyME se colocan en el sexto lugar de la matriz de ventas externas nacionales. Delante de ellas están los agronegocios; la energía (por primera vez el sector generó saldo positivo en la balanza comercial); Óxidos y Tierras raras (según Massa, ese segmento minero es “un mercado del que China se está retirando y eso ofrece una oportunidad”); el sector de la Economía del Conocimiento; y en quinto sector son las economías regionales: tabaco, arroz, vinos, frutas, porotos y otros.
Afirmó que “el valor de tonelada de la exportación PyME tiene cinco veces el valor de la exportación de tonelada de producto primario”. También dijo que, por cada puesto de trabajo creado por los sectores de explotación primaria, la PyMEs generan 7.
Algún empresario PyME del sector metalúrgico, consideró que el tipo de cambio específico es “un acto de justicia”, porque sostuvo que cuando una empresa del sector participa de un mercado externo, es en base a innovación tecnológica, precios competitivos, y personal calificado.
Según el empresario, existe una diferencia entre las firmas que importan directamente y por su volumen pueden negociar sobre el dólar oficial, y otra condición es para aquellos empresarios que compran insumos foráneos a intermediarios importadores en cantidades reducidas, y cuyas operaciones se realizan a valor dólar paralelo o informal.
Veremos como camina. Pero hay algo que no deja de sorprender por la contradicción abrumante: Massa enuncia en un discurso la potencialidad enorme en materia de agregado de valor y demanda de empleo que implica la industria en forma directa; pero sin embargo, se ha encargado de gobernar para las grandes cadenas globales de explotación de productos primarios.
Además, tales productos en su mayoría, son insumo directo de industrias manufactureras que en su gran mayoría podrían desarrollarse en el país.
Pero, mejor no. El Fondo se va a enojar; y Brasil China y la Unión Europea también.
Es mejor seguir siendo víctimas y mantener la vida de semicolonia.
Fuentes: MEcoN / Télam / Agenda PyME / CAME