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El alma rusa

Hablar de Rusia sin comprender su alma es un ejercicio destinado al fracaso. La vasta extensión geográfica de Rusia, su historia tumultuosa y su posición estratégica en el mundo, no se pueden disociar de su esencia espiritual: el alma rusa.

Por Tadeo Casteglione*

Esta alma está intrínsecamente ligada a la identidad nacional y a la Iglesia Ortodoxa Rusa, conocida como la «Pravoslavie». Sin esta comprensión profunda, muchos análisis y analistas se quedan cortos al tratar de definir y entender el comportamiento ruso en sus dimensiones sociales, políticas, económicas y militares.

La espiritualidad ortodoxa se caracteriza por una visión comunitaria de la vida, la importancia de la liturgia y una profunda conexión con la tradición y los valores históricos.

Los conceptos de sacrificio, comunidad y un propósito mayor que el individualismo están profundamente arraigados en la cultura rusa. Esta perspectiva contrasta marcadamente con la tendencia occidental hacia el materialismo y el individualismo, que prioriza el bienestar personal sobre el colectivo.

La Identidad Rusa y la Pravoslavie

La Iglesia Ortodoxa Rusa ha sido, durante siglos, un pilar fundamental en la formación de la identidad rusa. Desde la conversión de Vladimir el Grande al cristianismo en 988, la fe ortodoxa se ha entrelazado con la cultura, la moral y la filosofía del pueblo ruso.

La Pravoslavie no es solo una religión para los rusos; es una forma de vida que impregna todos los aspectos de su existencia. Este trasfondo espiritual dota al pueblo ruso de una resiliencia y una perspectiva del mundo única, que no se puede entender plenamente sin apreciar su dimensión religiosa.

La Iglesia Ortodoxa ha jugado un rol crucial en la configuración de la sociedad rusa, ofreciendo no solo consuelo espiritual, sino también un sentido de comunidad y continuidad histórica. Durante el período soviético, cuando el ateísmo estatal intentó suprimir la religión, la Iglesia Ortodoxa permaneció como un bastión de la identidad nacional.

Tras la caída de la Unión Soviética, hubo un renacimiento religioso que reafirmó la importancia de la ortodoxia en la vida pública y privada de Rusia.



El Alma Rusa en la Política y la Economía


En el ámbito político, la influencia de la ortodoxia se manifiesta en el énfasis en los valores tradicionales y el conservadurismo. La relación entre el Estado y la Iglesia Ortodoxa es estrecha, con líderes políticos que frecuentemente invocan la espiritualidad ortodoxa para legitimar sus acciones y políticas.

Esta conexión otorga al gobierno ruso una herramienta poderosa para fomentar la cohesión social y justificar su postura tanto interna como externa.

Económicamente, el alma rusa se refleja en la importancia que se da a la comunidad y al bienestar social por encima del individualismo. Las políticas económicas de Rusia, aunque pragmáticas, a menudo reflejan una preocupación por mantener la estabilidad social y proteger a los más vulnerables, una ética que tiene sus raíces en los valores ortodoxos de caridad y responsabilidad comunitaria.
El comportamiento militar ruso también está imbuido de su alma ortodoxa. La narrativa de la defensa de la «Santa Madre Rusia» y la protección de los compatriotas rusos, tanto dentro como fuera de las fronteras del país, está profundamente influenciada por la perspectiva ortodoxa de la misión histórica de Rusia.

Este sentido de destino y misión puede explicar la disposición de Rusia para tomar medidas audaces y a veces controvertidas en el escenario internacional.

El fracaso de occidente en comprender a rusia

Materialismo versus Espiritualidad: Occidente, especialmente desde la Ilustración, ha evolucionado hacia una cosmovisión centrada en el racionalismo y el materialismo.

Este enfoque ha llevado a un progreso económico y científico notable, pero también ha tendido a subestimar o incluso despreciar las dimensiones espirituales de la existencia.  En contraste, la sociedad rusa sigue valorando profundamente la espiritualidad y la trascendencia, elementos que son esenciales para comprender su cultura y política.

Individualismo versus Comunitarismo: La cultura occidental enfatiza el individualismo y los derechos personales, mientras que la cultura rusa, influenciada por la Fe Ortodoxa, pone un mayor énfasis en la comunidad y el deber hacia los demás.

Esta diferencia se manifiesta en las políticas públicas, las relaciones sociales y la percepción del estado y la autoridad. Occidente a menudo interpreta las acciones de Rusia a través de su propio prisma individualista, lo que lleva a malinterpretaciones de las motivaciones y comportamientos rusos.

Historia y Tradición: Rusia tiene una historia de invasiones, sufrimiento y resiliencia, que ha inculcado un sentido de fortaleza y autosuficiencia. La Fe Ortodoxa ha sido un refugio y una fuente de esperanza durante tiempos difíciles.

En cambio, la narrativa histórica occidental, con su foco en la democracia liberal y el progreso, tiende a minimizar la importancia de la tradición y la continuidad histórica que son centrales en la auto-percepción rusa.

Diplomacia y Política Exterior: Las políticas occidentales hacia Rusia a menudo han ignorado o subestimado la importancia de la identidad espiritual y cultural rusa. Los intentos de imponer modelos de gobernanza y valores occidentales sin considerar la idiosincrasia rusa han generado resistencias y fricciones.

La intervención en asuntos que Rusia considera parte de su esfera de influencia histórica con amplia conexión espiritual también (como Ucrania o Georgia) sin un entendimiento adecuado de las sensibilidades rusas, ha exacerbado las tensiones.

La falacia de análisis sin el contexto espiritual


Muchos analistas y estudios occidentales tienden a interpretar las acciones rusas a través de un prisma puramente secular y materialista, ignorando la profunda espiritualidad que guía muchas de las decisiones rusas.

Este error de perspectiva conduce a malentendidos y conclusiones erróneas. Sin reconocer la importancia de la ortodoxia y la espiritualidad en la vida rusa, es imposible proporcionar un análisis completo y preciso de la conducta de Rusia en cualquier ámbito.
Para entender a Rusia en su totalidad, es esencial reconocer y apreciar su alma ortodoxa. La Pravoslavie no solo define la identidad nacional rusa, sino que también moldea su sociedad, política, economía, estrategias y planificación.

Solo con esta comprensión profunda se puede llegar a un análisis fiel y completo del comportamiento ruso. Ignorar esta dimensión espiritual es condenarse a una visión parcial y, en última instancia, defectuosa de una de las naciones más influyentes del mundo.

* Experto en Relaciones Internacionales y Experto en Análisis de Conflictos Internacionales, Diplomado en Geopolítica por la ESADE, Diplomado en Historia de Rusia y Geografía histórica rusa por la Universidad Estatal de Tomsk. Miembro del equipo de PIA Global.

Fuente: PIA

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