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La “petrolera estatal” continúa deshaciéndose de activos estratégicos en las provincias, con el argumento que el traslado hacia la explotación de los pozos no convencionales arroja mayor estabilidad. Mientras tanto, empresas sin experiencia ni antecedentes se hacen de pozos convencionales, al tiempo que la demanda interna no está satisfecha.

Redacción

Con el argumento que enuncia que, por cada dólar invertido en el petróleo no convencional, da más ganancia que el convencional, YPF se viene desprendiendo del patrimonio estratégico hidrocarburífero argentino, que la firma poseía en las provincias de Chubut, Mendoza, Neuquén y Río Negro.

Ayer se conoció que YPF firmó un acuerdo por la cesión de las áreas que conforman la zona Mendoza Sur con la Unión Transitoria de Empresas (UTE) integrada por Quintana y TSB, tal cual se venía informando semanas atrás. Además, selló un acuerdo con Quintana la cesión del bloque Estación Fernández Oro (EFO), ubicado en Río Negro.

De esta forma, la UTE se quedará con seis áreas: El Portón, Chihuido de la Salina, Altiplanicie del Payún, Cañadón Amarillo, Chihuido de la Salina Sur y Confluencia Sur, todas sobre la Cuenca Neuquina.

Quintana Energy, dirigida por el consultor Carlos Gilardone, tiene más de 30 años de experiencia y opera el bloque Anticlinal Aguada Bandera, ubicado en la provincia de Santa Cruz, y el bloque San Sebastián en Chile, en la Isla de Tierra del Fuego. Para TSB, propiedad de la familia Urcera, es una empresa con peso en la logística vinculada a Vaca Muerta, pero estas inversiones significan la primera incursión en el negocio de la explotación.

La semana pasada, la petrolera estatal había cerrado acuerdos similares para la cesión del clúster Mendoza Norte (Barrancas, Río Tunuyán, Ceferino, Mesa Verde, La Ventana y Vizcacheras) a la empresa Petróleos Sudamericanos (subsidiaria de la canadiense Frontera Energy) y las dos áreas de Llancanelo con la firma PCR (ex Petroquímica Comodoro Rivadavia).

De esta manera, YPF le dio continuidad al proyecto Andes con la firma de un total de 8 acuerdos que comprenden 22 áreas convencionales ubicadas en las provincias de Rio Negro, Neuquén, Mendoza y Chubut.

Resta ahora, que en el caso de EFO la nueva operadora, Quintana, deberá negociar con la provincia de Río Negro la prórroga de la concesión por 10 años, ya que el contrato vence en 2026. Se trata nada más y nada del menos que principal campo gasífero de la provincia de Río Negro, está ubicado en Allen y posee instalaciones modernas destinadas a la extracción de tight gas. Produce unos 900 mil m³ diarios de gas y 230 m³ diarios de petróleo.

En cuanto a Mendoza, YPF consolidó con las mencionadas operaciones 14 ventas de activos en la provincia. Desde ahora, esta etapa requiere la aprobación del Ministerio de Energía y Ambiente de Mendoza, que deberá analizar la capacidad financiera y económica de los nuevos operadores de estas áreas y determinar si pueden cumplir con los compromisos de inversión, entre otros puntos.

No son las únicas operaciones que YPF ha realizado. Recientemente, el cluster Neuquén Norte fue adquirido por la UTE SIMA – BENTIA ENERGY. La primera es neuquina, y la dirige Diego Manfio; la segunda – Bentia Energy -, fue creada el mes pasado por el ex ministro de Energía, Javier Iguacel.

En la provincia de Chubut, PECOM compró a YPF las áreas convencionales Escalante – El Trébol y Campamento Central – Cañadón Perdido. La producción total de las áreas es de 10.250 bbl/día de petróleo.

Fuente: YPF / +E / Memo

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