En las provincias del NOA se están denunciado faltantes y quiebres de stock. También desabastecimiento a las estaciones “blancas” o alejadas de los centros de tránsito logístico más alejados.
Redacción
Repitiéndose el fenómeno de hace décadas, pero fundamentalmente desde que comenzó el ataque sistemático contra YPF a mediados de la década del ’80 que culminó en su privatización en 1998, para pasar luego a la estatización parcial en 2012, mediante la cual el Estado Nacional propiciara la inversión necesaria para que Chevron y un puñado de petroleras exploten hidrocarburos a bajo costo operativo y sin riesgo, el combustible escasea en las regiones menos problemas y con menor demanda relativa en nuestro territorio nacional.
Algo habíamos consignado la semana pasada, tras los reajustes tarifarios, la implementación de cupos de venta por parte d ellos mayoristas y la oscilación del precio internacional del barril de petróleo. Paulatinamente comenzaría a escasear el combustible en algunas regiones del país, y de hecho, está sucediendo en Santiago del Estero.
Según el presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Santiago del Estero (CEPASE), Jorge Saad, la vigencia de los cupos de venta por parte de las petroleras generó que en las zonas del interior que cuentan con una sola estación de servicio y en las estaciones de servicio «blancas» es donde más se acentúa la escasez. A esto último se añade el fenómeno de la baja general del consumo de combustible, fundamentalmente en vehículos particulares.
Con estas últimas, se refieren a las estaciones que no pertenecen o no poseen franquicia de las grandes cadenas de expendio de combustible al por menor (YPF, Axxion, Puma, etc). También se las denomina “sin bandera”. Su característica es que no poseen contrato con una marca de combustible en particular, sino que buscan mejor precio, oportunidad o simplemente regularidad en la cadena de provisión.
Si bien el sistema de cupos se aplica a todas las cadenas y banderas, las mayoristas – si les conviene -, también abastecen a las “blancas”, a las cuales generalmente les “bajan” el combustible a un precio más alto que a las propias. Cuando el sistema colapsa o se retacea el abastecimiento por especulación, las estaciones que primero salen del circuito son las “sin bandera”.
Saad por su parte, agregó que las estaciones cuentan con menor stock que meses atrás, o que directamente “quiebran su stock”. Otras fuentes, explican que Shell, tanto en Santiago de Estero como en Jujuy, Salta y Tucumán, asigna volúmenes menores a cada estación que meses anteriores, o bien “va rotando” entre estación y estación. Por lo tanto, la escasez en estaciones es frecuente y cuando colapsa, las bocas de expendio con menor demanda son las primeras en salir del circuito.
En otros casos, como por ejemplo las estaciones de la cadena DAPSA o el propio Automóvil Club Argentino, que comercializan productos de YPF, quiebran sus stocks porque al vender más barato que las demás cadenas, su demanda crece.
Existe al mismo tiempo un tercer fenómeno que es muy frecuente en las provincias, del cual también dan cuenta los estacioneros. Por reglamento, los transportes de cargas deben proveerse de los centros mayoristas de combustibles. Pero a estos les rige la ley de cupos. Por lo tanto – principalmente durante la primer semana -, sucedió que los transportistas acudían directamente a las estaciones de servicio minoritas, donde había combustible suficiente sin cupo mediante.
Pero como la disponibilidad no planificada se termina más temprano que tarde, en las regiones dl país con menor demanda, los stocks generales cayeron vertiginosamente.
¿Hacia dónde nos lleva esta situación? Lo más probable es que concluya de la misma manera que a principios de 2022: aumentando el combustible.
La clave ahora es adivinar si el Gobierno cambiará su criterio respecto de los cupos; o si sancionará con fuertes y significativas multas a las mayoristas; o si el aumento lo autoriza para antes o después de las elecciones.
Esta Redacción hace periodismo no adivinación, pero observando la evidencia de cuellos de botella similares, el Gobierno le dio la espalda al pueblo y cedió ante las empresas.
Si hay algo que deseamos en la vida con todas nuestras fuerzas, es errar. Ya sabemos lo que implica que en Argentina aumente el combustible.
Fuentes: Sur Santiagueño / El Estacionero