Nuestro país se convirtió en el principal exportador del producto a nivel global. Las ventas rondaron los 1.200 millones de dólares. Los principales compradores del maní con cáscara y subproductos son Países Bajos, Reino Unido y China.
Redacción
Un reporte de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAIyCI) confirmó lo que se venía expresando desde el sector productivo: Argentina se consolidó como el mayor exportador de maní del mundo.
El volumen exportado alcanza al 23% del total de las ventas mundiales durante 2024, con aporte significativos en la pasada campaña agrícola (del 1° de julio de 2024 al 30 de junio de 2025), superando a India, China, Brasil y Estados Unidos.
Las ventas externas alcanzaron un récord cercano a los 1.200 millones de dólares, el valor más alto desde 2002. La cifra representa un crecimiento del 12% respecto al año anterior y consolida al complejo manisero como uno de los más importantes del país. La cantidad de toneladas exportadas rondaría los 1,25 millones.
El avance del maní argentino en el mundo corona un proceso de más de una década de evolución. Sólo en los últimos diez años el valor de las exportaciones creció un 80%, y los volúmenes comercializados lo hicieron en un 18%. Estas cifras marcan que la cadena manicera superó a complejos industriales como la siderúrgica y el aluminio; o bien a otros complejos regionales como ser la fruticultura y el vitivinícola.
El informe muestra que en la última campaña se registró un récord de hectáreas sembradas. El incremento se acercó al 25% significando un total de más de 530.000 hectáreas con rendimientos promedio de 34 quintales, y un aproximado de 1,8 millones de toneladas para el total de la cosecha.
Las ventas externas de la cadena manicera se dividen en cuatro segmentos: “maní crudo con cáscara” (casi sin valor agregado), que acumuló el 80% de las ventas aportando 955 millones de dólares; el segundo en importancia fueron las “preparaciones de maní” (maní tostado y manteca de maní), con un 12% ascendiendo a 145,5 MU$S. En tercer lugar, el “aceite de maní” (7%; 83,7 millones de dólares; y por último, un 0,7% (USD 8,6 millones) correspondientes a “subproductos de la extracción del aceite”. Total, una suma lindante a los 1.200 millones de dólares.
La provincia de Córdoba concentra entre el 60% y el 70% de la producción nacional, mientras que el resto se reparte entre Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe y San Luis. El centro de referencia de la cadena es la zona de Río Cuarto. Entre el 90 y 95% de la producción nacional se destina a la exportación, y se estima que la cadena genera 12.000 empleos.
La exportación se destina principalmente a Europa, que en su conjunto representa el 60% del total de las ventas, teniendo a los Países Bajos (ex Holanda) como principal comprador de maní sin cáscara. Le siguen el Reino Unido y Polonia. Respecto del aceite, los principales mercados son China y Estados Unidos. En las “preparaciones” la demanda internacional está liderada por el Reino Unido, Israel, Australia, Chile, Nigeria y Nueva Zelanda.
Los mayores productores internacionales son India y China, pero su cosecha se destina al consumo interno, especialmente para la producción de aceite.
La inserción de Argentina en el mercado internacional del segmento, se especializa en el maní crudo y el denominado “blancheado” (sin piel). El maní partido, o “Split”, también concentra una demanda mundial importante.
Por otra parte, tanto el CONICET como fuentes directas del sector productor, aseguran que alrededor del maní se ha construido una verdadera “economía circular”, ya que la cáscara se aprovecha como fuente de energía renovable, para la elaboración de alimento veterinario (balanceados) y en la fabricación de materiales de construcción sustentable. El organismo científico demostró además, que un extracto de la piel del maní puede inhibir el virus del dengue, lo que podría servir de base para futuros tratamientos naturales.
Fuente: AAIyCI / NAP