A fines de marzo de 2022, desde Estados Unidos se conoció una denuncia por supuestas maniobras de dumping al sector mostero exportador argentino. A fines de octubre, el gobierno estadounidense emitió una sanción preliminar, que era apelable por las firmas argentinas. Se ve que no hubo caso, porque se conoció que el INV rápidamente comenzó las gestiones ante cancillería para resolver la situación.
Redacción
Durante el fin de semana, se conoció oficialmente, que el titular del Instituto nacional de Vitivinicultura, Martín Hinojosa, coordinó una reunión con Cancillería, la Secretaría de Agricultura de la Nación y el sector privado del mosto, para afianzar la comunicación y buscar soluciones al conflicto con EE.UU. La intención es que sea el Ejecutivo Nacional el que interceda con su cuerpo diplomático ante la situación planteada.
Estados Unidos acusa a la Argentina de “subsidiar” costos internos para poder llegar al país del norte con igual o mejor precio que los mosteros yanquis. Por eso, el gobierno de ese país impondría sobre Argentina, aranceles de hasta el 30% para importar nuestro mosto nacional. El muerto se asusta del degollado.
Hasta aquí no habría ningún problema. Argentina impulsaría a su sector productivo para que logre ventajas competitivas en los mercados internacionales; y Estados Unidos, protege a su industria nacional mostera.
Sin embargo, el revuelo viene porque Estados Unidos considera inadecuado que un país proteja su industria nacional. Los únicos que pueden hacerlo (y lo hacen) son ellos. El otro factor, es que tanto el sector mostero argentino, como las autoridades de las provincias vitivinícolas y los funcionarios nacionales vinculados al sector, se vienen deshaciendo en explicaciones y disculpas. Pero aparentemente no hay caso.
Así, Hinojosa convoco a reunión en la sede del INV a los integrantes de la Cámara Argentina de Fabricantes y Exportadores de Mosto (CAFEM), a productores no asociados, y la participación por videoconferencia de funcionarios de la Cancillería Argentina y de la Secretaría de Agricultura de la Nación. Lo que pretende el INV es proponerle a Estados Unidos, establecer una cuota o cupo anual de exportación y a la vez, realizar “correcciones” (acomodar los precios) en los términos de intercambio.
Mientras tanto, el Departamento de Comercio de EE.UU., se mantiene en la postura de que las mosteras argentinas deberán pagar alícuotas de entre 12,21% y 27,17% por tonelada exportada a territorio estadounidense.
El 31 de marzo de 2022, la empresa Delano Growers Grape Products de Estados Unidos presentó un documento a las autoridades de comercio norteamericanas acusando a la industria mostera argentina de vender sus productos por debajo de sus costos de producción. Según la firma yanqui, las argentinas deberían haber vendido a casi 13 dólares el galón de mosto (equivalente a 3,8 litros), teniendo en cuenta el valor de producción más el flete. Supuestamente, el costo interno argentino por galón (que es la medida que utilizan en Estados Unidos para medir las cantidades de líquido) era similar al norteamericano (U$S 9,79). Sin embargo, denuncian, el promedio de comercialización puesto en EE.UU. habría sido de U$S 7,50; es decir, por debajo del costo de producción.
De allí la acusación de que nuestro país posee un “sistema de desvío y subsidio” para favorecer al sector exportador (que no es así, pero estaría fenómeno que existiera), y Delano pidió sanciones por dumping a las ocho empresas locales que venden mosto en suelo norteamericano (Cepas Argentinas, Fecovita, Enav, Peñaflor, Jugos Australes, Viña Montpellier y Mosto Mat).
Los motivos argumentados por el Departamento de Comercio, serían que las sanciones se aplican porque los mosteros argentinos poseen acceso a un sistema de reintegro a las exportaciones. Además, al haber exportadoras de origen cooperativo (FECOVITA), las mismas no pagan impuesto a las ganancias; por lo tanto, es la firma más fuertemente sancionada por los yanquis.
Según el INV, lo exportado a Estados Unidos en 2021 fue de 41.400 toneladas de mosto; facturando algo más de 48 millones de dólares. Con la medida, las mosteras de nuestro país, tendrán que abonar en materia de aranceles de ingreso a Estados Unidos, cerca de U$S 300 mil adicionales.
Ahora, el cuerpo diplomático argentino, intentará explicar que no existe tal cosa como el subsidio a la producción de cara a generar saldo exportable, y toda una serie de argumentos para conformar a Estados Unidos y volver a vender mosto a ese país.
No sea cosa que los yanquis se enojen y nos pongan el cartel de proteccionistas del trabajo argentino, la industria y la producción nacional. Todo un insulto para un gobierno cipayo.
Fuentes: INV / Uvas Argentinas / Los Andes /