Las peras aumentaron las ventas, pero bajaron las manzanas. Una dinámica que se viene repitiendo año tras año, aunque hayan mejorado los números totales. Esperando que la mejora no sea «saltito», surge hablar del papel fundamental del flete propio.
Redacción
Según lo informado por la Terminal de Servicios Portuarios de Patagonia Norte, las exportaciones de frutas durante 2023 tuvieron un repunte. Sin embargo, las cifras continúan siendo bajas para el potencial productivo de la región que abastece al puerto de San Antonio Este (SAE).
Si bien por entonces ya había quejas, en el año 2005 las exportaciones frutícolas alcanzaron según las estadísticas, a 550.000 toneladas. En 2023, apenas algo más de 120.000. Es decir, un 360% menos en dieciocho años.
Ya en 2015 las caídas de exportaciones frutícolas eran significativas. Si bien no fueron abruptas en esa década, las mismas pasaron a consignar algo más de 200.000 toneladas durante ese año, tras un progresivo deterioro.
En los últimos años, las cifras de ventas externas correspondientes al rubro por el Puerto SAE, fueron de 163.000 tn en 2020, 153.000 en 2021; 91.000 en 2022, y las mencionadas 120.000 durante el año pasado.
El lector se preguntará ¿dónde está la diferencia de toneladas? En general no fue volcada a las alternativas posibles en el mercado interno, sea para su venta en fresco, la industria alimenticia y bebidas o la destilación de esencias.
Si bien hubo años donde parte de la fruta fresca tuvo mayor inserción, en general se dieron tres fenómenos – y a veces – combinados: por un lado, la no cosecha, un enorme porcentaje de la fruta queda año a año sin levantar, llegando incluso a mencionarse que lo niveles llegaban al 50%. Otro de los motivos han sido la pérdida de la producción por circunstancias climáticas. También, en tercer lugar, la exportación vía puertos chilenos, y por lo cual no figura en la estadística de nuestro puerto patagónico.
Volviendo a las ventas externas vía la unidad portuaria de SAE, la distribución del volumen se repartió en: peras, 97.200 tn (81%); manzanas, 13.200 tn (11%); cebolla, 4.800 tn (4%); limón; 2.400 tn (2%); resto de exportaciones, 2.400 tn (2%).
Así, las peras representaron un aumento del 32% respecto del año 2022, cuando se produjeron ventas de 73.640 toneladas aproximadamente.
En cambio, las manzanas representaron una disminución respecto de 2022 a pesar de haber sido un mal año en exportaciones. De 15.530 toneladas se pasó a las mencionadas 13.200 del pasado año.
Por último, si bien la cosecha recién está comenzando en algunos sectores para la pera, para el grueso de lo que será la temporada 2024 restan dos o tres semanas.
La pera no sólo tiene buena perspectiva de resultado, sino que también una buena demanda externa. La manzana seguiría en el mismo curso que años anteriores: a la baja en el exterior y mayor demanda interna.
Entre los causales, los mismos obedecen a vínculos mercantiles por parte de las exportadoras y sus países clientes. La pera argentina es codiciada en Europa. La manzana perdió consideración en China.
No se trata de una cuestión de calidad. Un país gran productor de peras y manzanas del hemisferio sur es Nueva Zelanda. La manzana de ellos llega con mayor volumen al gigante asiático. Es una cuestión logística. Precio, calidad, distancia, tiempo y cantidad.
La cantidad argentina es abundante; la calidad excelsa, y el precio es insuperable. Lo que traba es el factor logístico. No se trata de distancia sino de disponibilidad de flete: Argentina por no tener flota propia, paga muy caro la flota extranjera.
Eso a la hora de contar los puntos se siente.
Fuente: +Producción / Puerto SAE / INDEC / Archivo Chasqui Federal