El oro nica
5 agosto, 2025
El desguace de YPF y la falta de memoria
6 agosto, 2025
ver todo

Petróleo, gas, litio, cobre y lo que venga. La Cámara que representa al vector comercial norteamericano, plantea abiertamente la decisión de Washington de transformar a la Argentina en una factoría a su servicio.

Por Pablo Casals

Arrancó el AmCham Energy Forum 2025, el evento que organiza la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (AmCham), y por la cual pasa todo el establishment local. Su presidenta, Mariana Schoua, no fue la oradora de mayor cartel, pero como anfitriona bajó línea directa sobre el avance que pretende la Embajada: que Argentina sea proveedora de hidrocarburos de los mercados que Estados Unidos determine.

Su discurso giró en torno a la explotación de los recursos naturales y fundamentalmente la energía. Sector en el cual, tras el repliegue de YPF del petróleo convencional y la conducción del desarrollo de Vaca Muerta, ha servido para Estados Unidos como anclaje directo y barato para organizar y determinar en el mediano plazo el rumbo que nuestro país debe tener en su estrategia geopolítica. 

Schoua enfatizó en que Argentina posee “una oportunidad única” para transformar su matriz energética en un motor de desarrollo sostenible, competitivo e inclusivo según los términos norteamericanos. La “venta” de la idea abundó en el discurso tradicional de los representantes y empleados del país del norte: que es un bien demandado en el mundo; que tiene la capacidad de atraer inversiones; que es un vehículo generador de divisas; y dijo también que la matriz energética nacional podría reestructurar el complejo productivo, dinamizar economías regionales y puede contribuir a un desarrollo equitativo y sostenible”

Lo que está por verse es si esa potencialidad, Argentina debe desarrollarla soberanamente; o bien, bajo las condiciones y la tutela estadounidense. Sospechamos que en AmCham no abonarían la primera opción.

Es más, la titular de la Cámara afirmó que “el desarrollo del gas no convencional en Vaca Muerta, el crecimiento de la térmica a gas y de las renovables, y el potencial minero. La comunidad de negocios está comprometida y a la espera de un marco que convierta ese potencial en realidad”. Luego proporcionó una serie de datos duros: “el 64% del gas producido en el país proviene de fuentes no convencionales. La Cuenca Neuquina concentra más del 70%, con un 85% de participación shale. Este segmento creció 9% interanual, generando entre 5 y 7 dólares de valor agregado por cada dólar invertido”.

Sin embargo, a pesar del RIGI, la Ley Bases, y demás facilidades alas que las empresas norteamericanas acceden desde hace 50 años, la señora explicó que no es suficiente. Dijo que en nuestro país abundan los recursos, pero que eso no alcanza. Para ser “competitiva” -según los yanquis-, Argentina “debe generar confianza, ofrecer estabilidad y construir condiciones para integrarnos a las cadenas de valor globales. El mundo demanda energía, minerales y alimentos, pero, sobre todo: confiabilidad, escala y reglas claras”.

Observó que nuestro país no agrega valor al petróleo que exporta, a pesar que las refinerías poseen capacidad operativa disponible. Elogió la construcción de oleoductos que acercan el recurso a los puertos exportadores. Sin embargo, la proyección internacional de Vaca Muerta requiere de “horizontes de largo plazo, coordinación institucional y financiamiento para infraestructura crítica”. En criollo, que Argentina haga todo lo que Estados Unidos y sus empresas mandan.

Nuestro país -según Shoua- debe lograr madurez institucional y voluntad de cooperación con socios como Estados Unidos (sumisión es lo que quiso decir).

Respecto de la infraestructura eléctrica dijo que el sistema necesita una transformación profunda, porque “las redes de transporte están saturadas, afectando especialmente el despliegue renovable; y las de distribución requieren expansión y modernización”.

El argumento fue sostenido por la inminencia de la demanda futura: el crecimiento económico y la transformación tecnológica junto a la inteligencia artificial, centros de datos y electromovilidad, demandarán mayor capacidad eléctrica. A esto agregó que el país, con el litio y cobre, enfrenta desafíos logísticos, de formación, trazabilidad e institucionalidad.

Y remató: “Argentina no debe resignarse a ser solo exportadora de commodities. Tenemos todo para convertirnos en un hub -un polo, núcleo o centro- regional de energía, minería, infraestructura y conocimiento”.

En criollo, lo que plantea la presidente de la Cámara que representa al vector comercial norteamericano, es que el plan de Washington es -formal e institucionalmente- transformar a la Argentina en una factoría a su servicio.

Fuente: AmCham / Ser Industrias

Invitame un café en cafecito.app

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *