El oficialismo lo impulsa y los privados lo desean. El litio podría transformarse en el quinto complejo exportador del país en un par de años. La ponderación se realiza en cantidad de dólares generados por ventas.
Redacción
A partir del análisis de datos oficiales, la Bolsa de Comercio de Rosario afirma que se continuar la explotación de litio en bruto y en función de lo que prometen las próximas inversiones por parte de multinacionales, dicho segmento podría ocupar el quinto lugar en materia de ventas externas.
La afirmación según la entidad, se ampara en los informes y anuncios que emanan del propio Gobierno Nacional, más los calculo que hacen las propias empresas inversoras – que obviamente se hacen propaganda favorable a sí mismas -, que afirman que gracias a ellas las exportaciones de litio se multiplicarán por diez hacia 2025.
Según la Bolsa de Rosario, el complejo pasó de reunir el 6 % de las ventas externas en 2021 a 18% en 2022. Para 2025, el litio podría exportar más de 7.000 millones de dólares. A números de hoy, tomando como referencia los precios FOB promedio de exportación del carbonato de litio para el primer semestre de 2023, y utilizando las fechas tentativas de inicio de producción de los proyectos.
Argentina tiene 49 proyectos de litio en cartera; tres de ellos en producción y exportando. Otros dos proyectos más están en construcción. En la etapa de prefactibilidad y exploraciones avanzadas, se suman ocho más.
Lógicamente, la arenga de la Bolsa es similar a la del Gobierno Nacional y los gobernadores: “la demanda mundial de litio es una oportunidad clave para la Argentina, y debe ser un incentivo para permitirle al sector poder seguir produciendo y exportando valor agregado”.
El asunto es que por el momento, salvo algunos ensayos y pruebas que lleva adelante dos universidades, el valor agregado del litio no se realiza en el país. Para ello hay que poner en marcha la cadena tecnológica con aplicación en microelectrónica y telecomunicaciones, donde varios organismos argentinos como CONEA, CONAE, INVAP por nombrar algunos, están esperando la voz de “ahura” para arrancar.
Mientras tanto, el sector es cosa de ingleses, chinos, coreanos y cipayos varios.
Fuente: SEN / BCR / Noticias AgroPecuarias