Logística. Tres ejemplos de los últimos diez días donde se agrupan casi todas las facetas del comercio exterior previas a su embarque. Ni un solo actor que dependa del Estado y ejerza la actividad. Después se sorprenden por los precios y el abastecimiento.

Redacción

“Está mal, pero no tan mal”, dijo el conductor televisivo del programa de preguntas y respuestas. La parte “no tan mal” dice más por lo que al menos nos permite conocer de la situación logística nacional, que por los beneficios que traería al proceso de concentración de operadores y al desequilibrio de abastecimiento general de bienes.  Claramente, la energía está puesta en los réditos del comercio exterior: importación indiscriminada de productos con valor agregado y exportaciones primarias.

En los últimos diez días tuvimos noticias de tres locaciones importantes en materia logística. Ninguna de ellas cambia el panorama actual, ni se trata de un golpe a algún sector del mercado. Sólo son ejemplos de un camino que viene de legos y que continúa consolidándose.

La primera que vamos a mencionar, es la adquisición de la firma multinacional francesa, Louis Dreyfus Company (LDC), que en la localidad de Trilí, provincia de La Pampa, adquirió un depósito con capacidad estática de 1.600 toneladas en silos y de almacenamiento adicional de 40.000 toneladas en silobolsas. El predio está a metros del paraje y estación de trenes que lleva el mismo nombre, y está ubicado 20 kilómetros al norte de Quemú Quemú y a 32 kilómetros al sur de General Pico.

Desde la propia empresa explicaron que se trata del decimo primer establecimiento de acopio y transferencia que la firma posee en el país y el segundo en La Pampa. Además, el mismo estará en condiciones de comenzar a operar en diciembre justo con la cosecha de la fina.

La ubicación en el paraje ferroviario no es casualidad. Aspiran a que a través del ferrocarril Sarmiento, Dreyfus pueda realizar transporte y transferencia al complejo agroindustrial que la firma posee en General Lagos, provincia de Santa Fe; además de poder derivar cargas hacia sus instalaciones ubicadas en el puerto de Bahía Blanca.

Para Dreyfus, la inversión es considerada estratégica porque le permite integrar en sí misma la logística desde el campo a los puertos y sus complejos de procesamiento industrial. De esta manera junta en un mismo plano de operaciones al transporte, almacenamiento, acondicionamiento, procesamiento y comercialización; añadiendo asimismo, financiación a los productores, y los insumos fundamentales: semillas, fertilizantes y fitosanitarios en general.

Un segundo emprendimiento logístico anunciado en los últimos días, es el que construirá el Grupo Posadas sobre el Camino del Buen Ayre en el municipio de Merlo.

Según la empresa, se trata de un centro logístico e industrial de 56 hectáreas, con 300 mil metros cuadrados de depósito; donde se esperan que se instalen industrias manufactureras y empresas de logística que transporten la producción del complejo.

La información señala, que el centro logístico se encontrará ubicado en el kilómetro 7 de la autopista Presidente Perón – proyección de la extensión del Camino del Buen Ayre -, aspirando a lograr conectividad inmediata con las principales autopistas metropolitanas y el Puerto de Buenos Aires.

El Grupo Posadas es un jugador importante en el rubro. Oriundo de Brasil, desde 1997 se encarga de la construcción de complejos de este tipo. Oficialmente posee cuatro centros logísticos en funcionamiento ubicados en Tigre, Olivos, Hurlingham y Tres de Febrero; todos municipios del área metropolitana de Buenos Aires.

Comparte actividades o tuvo relación comercial con Andreani; las alemanas BMW y Schenker; L’Oreal París; la suiza Kuhne Nagel; y la británica Marken. Todas firmas vinculadas a la logística internacional y a negocios de importación y seguros.

El tercer anuncio vino desde China. La agencia de noticias oficial del gigante asiático, anunció los acuerdos con la empresa TP Logística (de Terminal Panamericana S.A.). Según la fuente, los traslados hacia Shanghai se destacan por los alimentos como carne bovina, langostinos, merluzas, aceite de girasol, vinos, chocolates, caramelos, yerba mate, además de piezas de arte. Es decir: cargas refrigeradas o de delicada conservación.

Desde la propia empresa afirman que, se ha incorporado infraestructura suficiente alineada a los requerimientos de importación del mercado chino. Con la autorización del gobierno de Beijing, la empresa no sólo se encarga de consolidar – “armar” – el contenedor, sino que se responsabiliza en recibir la mercancía y acondicionarla acorde a las demandas de calidad que requiere el gigante asiático.

Tres ejemplos de los últimos diez días donde se agrupan casi todas las facetas del comercio exterior previas a su embarque. Ni un solo actor que dependa del Estado y ejerza la actividad.

Después hay sorpresas y “desconciertos” por los precios, los niveles de abastecimientos y los condicionamientos internos.

Fuente: XinhuaNet / Más Industria / Ser Industria