Publicado ayer el Decreto en el Boletín Oficial, la nueva norma no establece un tipo de cambio fijo, pero autoriza variantes de liquidación dentro de los varios tipos de cambio oficiales vigentes. Se esperan captar 2.500 millones de dólares; y fuentes privadas aseguran que quedan 11 millones de toneladas disponibles.
Redacción
A través del Boletín Oficial y la publicación del Decreto 443/2023, el Gobierno Nacional oficializó ayer, la nueva versión para la soja del Programa de Incremento Exportador (PIE), que tendrá un esquema diferente al de las anteriores ediciones. La medida estará en vigor hasta el 30 de septiembre y se prevé que lleguen 2.500 millones de dólares.
La cuarta edición del “dólar soja”, no tendrá un tipo de cambio fijo de manera directa, sino que el beneficio a los productores llegará de forma indirecta. La medida alcanzará a productores de soja y sus derivados, como harina de soja o aceite; y la adhesión al programa será voluntaria.
En el texto de la norma, el Ejecutivo volvió a argumentar que Argentina es uno de los mayores exportadores de manufacturas de soja, pero que dichos productos poseen baja incidencia en la cadena interna de precios nacionales. Por lo tanto, las medidas adoptadas, no generarían un alto impacto en las mismas, como tampoco en los futuros índices de inflación.
Si bien es cierto que -tal como sí ocurre con el maíz -, la soja no es un insumo masivamente incorporado a las distintas cadenas de valor, su precio de comercialización y liquidación es referencia para otro tipo de factores que, previamente condicionan la composición de costos de las cadenas productivas. Es decir, valor de la tierra, arriendos, semillas, fertilizantes y fitosanitarios, seguros varios, tarifas de labores y maquinaria agrícola, por nombrar algunos.
Lo que establece el nuevo esquema del PIE, es que por cada operación analizada, el 75% del contravalor de la exportación de las mercaderías, se deberá ingresar en divisas y negociarse a través del Mercado Libre de Cambios, mientras que el 25% restante será de “libre disponibilidad”.
En criollo, los productores agropecuarios podrán adquirir una tonelada de soja pagando el 75% a un tipo de cambio oficial ($365), mientras que el porcentaje restante podría ser a través de una cotización libre (por ejemplo, el dólar MEP a $770). Esta herramienta solo será última para comprar soja argentina.
El también llamado “dólar soja 4”, buscará captar a “aquellos sujetos que hayan exportado en algún momento de los 18 meses inmediatos anteriores” con el objetivo de acumular reservas. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, queda grano pendiente de comercializar de la campaña 2022/23 (unos siete millones de toneladas), más el volumen con precio a fijar. Es decir, un disponible de unos 11 millones de toneladas de poroto.
Fuente: SAGyPN / BORA / BCR