Luego de las protestas de parte de los pescadores artesanales de San Antonio Oeste, y los entredichos con las autoridades provinciales en materia pesquera por la apertura de licencias de pesca a barcos de altura, se habría arribado a un principio de acuerdo para la actividad.

Redacción

Según lo informado por el Ministerio de Producción de la Provincia de Río Negro, las renovaciones de licencias serán otorgadas para embarcaciones equivalentes a las salientes. También se derogará la Resolución que permitía la salida de territorio provincial de pescado entero sin procesar; cosa que permitirá que el agregado de valor se realice en la provincia.

Por otra parte, las flotas ingresantes deberán capturar el equivalente al cupo social de merluza que establece el gobierno nacional para la provincia de Río Negro, y el mismo deberá ser procesado en la provincia. Se prohíbe asimismo el “rebote”, y se restringe el cupo de pesca a dos buques de altura por empresa.

También se puso de relevancia uno de los pedidos de la flota artesanal, se estableció la implementación de la exclusión a ocho millas desde la costa marítima para la pesca de buques colorados de altura que obtuvieron permisos provinciales en la última renovación. Dicha medida tendrá vigencia hasta que el CIMAS realice el estudio técnico pertinente a fines de delimitar las zonas de pesca.

Las conclusiones de la negociación, son producto de una serie de argumentos que manifestaron los pescadores artesanales, respecto de que la renovación de licencias para los pesqueros de altura vulneraban su fuente de trabajo y ponían en riesgo el recurso pesquero provincial. Refuerzan su argumento con el hecho de que no hay estudios concretos respecto del recurso pesquero que habita el Golfo San Matías. Otra de las denuncias, era que según el Gobierno provincial, los permisos a la flota de altura, garantizaría el abastecimiento a las plantas locales (congrega el 1% anual de la captura pesquera argentina). Sin embargo, los trabajadores afirmaron que entre lo que ellos capturan más las cinco licencias otorgadas, sobrepasarían la capacidad instalada y el recurso a procesar, se marcharía hacia otras provincias.

Desde el Gobierno provincial, aseguraron que lo que se intenta detener es el ingreso al Golfo de chatarra pesquera, que pone en riesgo la vida de los trabajadores. De allí la intención de que la renovación de licencias exigiera buques de mayor envergadura.

Fuente: Gobierno de Río Negro / Revista Puerto