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La AGP lanzó la convocatoria a la audiencia pública para incrementar la tarifa del peaje en el río Paraná. Todos protestan, y mientras se cocina la nueva privatización nadie le pone el cascabel al gato: terminar con el ingreso de buques extranjeros de ultramar a las aguas interiores.

Redacción

Ayer, por medio de la resolución 43/2024 publicada en el Boletín Oficial, la Administración General de Puertos (AGP) convocó a un “Procedimiento de Participación Ciudadana” – una audiencia pública -, como paso previo para determina el aumento del peaje que se cobra a los buques en el río Paraná.

Según la AGP, el plazo de inscripción para participar estará abierto hasta el próximo 16 de agosto. Oficialmente, la intención es darle solución al “desequilibrio económico – financiero”, que sufre la empresa concesionaria Jan de Nul – que opera con el nombre de Compañía Sud Americana de Dragados S.A. – para el Mantenimiento del Sistema de Señalización y tareas de Dragado y Redragado y el correspondiente Control Hidrológico de la Vía Navegable Troncal entre el kilómetro 1.238 del Río Paraná – punto denominado Confluencia -, hasta la Zona de Aguas Profundas Naturales en el Río de la Plata exterior.

Según las autoridades de AGP – encabezadas por Iñaki Arreseygor –, el gobierno anterior dejó una deuda del orden de 80 millones de dólares con Jan de Nul y que es indispensable aumentar el peaje para cancelarla.

Por lo tanto, además de la audiencia pública, la AGP tendrá que publicar la propuesta de aumento del peaje, la cual hasta el momento no se ha hecho pública en términos oficiales. Actualmente, la tarifa es de 3,06 dólares la tonelada transportada; y hay fuentes que manifiestan que la intención es incrementar la tarifa a un valor entre 4,28 y 4,89 U$S/tn.

Uno de los tantos conflictos en puerta que tendrá el gobierno, además de las protestas de las navieras y exportadoras, provendrá de los productores agropecuarios que son los que realmente pagarán la tarifa con aumento, de igual forma que lo hacen en la actualidad.

¿Cómo?

Claro… se aplica el mismo mecanismo que con las retenciones por exportación. Si bien son compromisos que deben abonar las firmas exportadoras, los cargos son mecánicamente derivados a los productores. La forma de comprobar tales mecanismos, surge de las liquidaciones finales: el producto de exportación puesto en bodega tiene un precio, sobre el que se aplican impuestos y demás cargos por tasas, honorarios y tarifas de servicios.

En criollo, el que termina pagando por las retenciones es el productor, al igual que las tarifas. Si estas aumentan, recaerán sobre el chacarero.

De esta manera, el Gobierno nacional no sólo procurará aumentarle la caja a Jan de Nul y equilibrarle el activo; también pone los primeros mojones para el llamado a una nueva licitación de la mal llamada Hidrovía.

Sobre llovido mojado.

Los buques de ultramar, socios de las exportadoras extranjeras de granos y subproductos, continuarán ingresando a nuestro territorio nacional por los ríos y navegarán nuestras aguas interiores. Cosa impensada en otros países del mundo como Estados Unidos, Rusia o China. Las flotas fluviales, pertenecen a su propia bandera y son piloteadas por personal oriundo de cada país.

Pero por estos lares somos diferentes. De hecho, el sector político que pretende ser oposición, pregona reforzar la posición dominante de exportadoras y navieras extranjeras mediante la construcción del canal magdalena en el ingreso a la cuenca, sin la obligación para los buques de atracar en un puerto inmediato.

Ese puerto hoy es el de La Plata. Si bien se está tratando de dotarlo de mayor infraestructura, es chico para concentrar toda la carga exportable que hoy proviene del río Paraguay, el Paraná o el Uruguay. De allí la necesidad de construir un mega puerto al ingreso de la cuenca y complementarlo con el resto de los puertos marítimos.

La reformulación de la logística interna hará el resto, sin perder un solo kilo en el transporte y la maniobra. La diferencia estará dada por algo muy simple: ninguna flota extranjera de ultramar volvería a navegar nuestros ríos interiores.

Fuente: Boletín Oficial / Archivo

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