Lo dicen ellos, no nosotros. La invasión británica en nuestro Atlántico Sur y los países aliados, vienen ventilando datos sobre la pesca ilegal y depredatoria en nuestras aguas. Tanto el número de toneladas como en facturación estimada equivalente al 1,5% del PBI Nacional.
Redacción
Frecuentemente en el periodismo, antes de andar vendiendo humo respecto de “la investigación”, “las fuentes”, “los corresponsales” y los “enviados especiales”, para averiguar algunas cosas, alcanza y sobra con leer a “la contra”. En este caso y por este tema en particular, los de la contra son: los británicos invasores de nuestro Atlántico Sur y las empresas pesqueras españolas, chinas, taiwanesas, coreanas y vanuatuenses (de Vanuatu, unas islas al este de Australia, ex colonia anglofrancesa).
Así, por un lado, los españoles reconocen y publicitan que desde el 26 de febrero pasado – fecha de inicio de la campaña de pesca del calamar -, mediante la modalidad de arrastre, capturaron más de 16.000 toneladas. Dicha cantidad, marca para los ibéricos un buen inicio de la temporada 2023, ya que en conjunto con los invasores, aún festejan las más de 100.000 toneladas capturadas durante el año pasado.
De hecho, ambos gobiernos – el británico y el español – señalan como “adecuada” la política pesquera, que ambas colonias desarrollan en el territorio argentino invadido. Es más, los 16 pesqueros españoles, navegan con bandera y licencia británica; acuerdo alcanzado entre ambas naciones durante 2022 y que se extenderá por 25 años.
Tales licencias también alcanzan a los pesqueros provenientes de Corea, Taiwán y Vanuatu. Dichos países, que anualmente alistan entre 110 y 120 buques por año bajo el beneficio de esos permisos ilegales, solo en los primeros 10 días de faena superaron las 15.000 toneladas.
Ya por otro carril corre la depredación china en milla 201; que si bien no poseen licencia kelper, gozan de la cobertura logística británica. Esta flota de aproximadamente 600 buques entre arrastreros, poteros y factoría, captura estimativamente 350.000 toneladas de calamar y cerca de 700.000 entre otras especies.
En términos monetarios, la facturación de esas más de 100 mil toneladas de calamar, implica tanto para los británicos como para los demás países colaboracionistas una suma superior anual a los 1.300 millones de dólares; cifra que prácticamente duplica el presupuesto del Gobierno de nuestra provincia invadida: Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Respecto de las capturas de merluza, sólo la flota española alcanzó las 63.000 toneladas en 2022. Ese volumen alcanza un valor superior a los 170 millones de dólares.
¿Qué se hace para contrarrestar política, diplomática y operativamente este afano sistemático que propicia la invasión? En principio, nada. Y finalmente, también nada.
Siendo buenos, no contando pormenorizadamente al detalle el nivel de despojo y basándonos en los precios internacionales, el desfalco en términos pesqueros que sufre Argentina cada año entre la invasión británica y la depredación china, ronda los 7.000 millones de dólares. Casi el 1,5% del PBI nacional.
Fuentes: Faro de Vigo / Agenda Malvinas / Mercopress