La industria farmacéutica nacional está en crisis, aunque ha sido una de las más beneficiadas por el modelo económico liberal-conservador (neoliberal) aplicado por la Casa Rosada. El deterioro de la salud pública argentina desde 2016 a la fecha, va en franco ascenso.
Redacción
Partimos de la base que el fenómeno inflacionario desde principios de 2016 ha sido inducido, alentado y apañada por el Gobierno Nacional. La libertad otorgada a la grandes cadenas de comercialización (hipermercados), se ve reflejada en las facilidades que las mismas tienen para fijar precios selectivamente, a partir de la concentración por una parte, y la posibilidad de – al ser también importadores – de “romper” y cooptar el mercado.
Por ello, la constante caída del poderío del peso contra el dólar, afectó fundamentalmente a los alimentos, los servicios públicos y los medicamentos. Éstos últimos particularmente, son productos esenciales no reemplazables. Desde la técnica económica los denominaríamos como bienes de demanda inelástica. Es decir, aquellos bienes que por más que los precios aumenten, esos productos se compran igual dada su característica de insustituibles.
La inducción del proceso inflacionario no casualmente afectó en forma directa sobre los consumos de los sectores de la población con menores ingresos y mayor vulnerabilidad. En el informe publicado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda, se asegura que la metodología aplicada por el Estado para “compensar” el deterioro social que provoca la devaluación de la moneda se establece por el Índice de Precios del Consumidor (IPC).
Indicador que no responde a la realidad social argentina. Por ejemplo, si uno observa la composición de las compras que hacen los jubilados respecto de familias jóvenes con niños pequeños, podrá notarse que las canastas adquiridas son visiblemente notables. De hecho, la composición de las compras que hacen los jubilados, distan bastante de lo que releva el IPC. En términos generales los adultos mayores, adquieren en mayor medida, medicamentos, productos de farmacia, y contratan servicios relativos a la salud.
Según la UNDAV, las subas de éstos productos registraron entre mayo de 2016 y el mismo mes del corriente año alcanzaron el 270% en promedio; cuando el IPC establece en el mismo periodo incrementos que van del 116 al 120%. Otro dato interesante que arroja el estudio: el costo “extra” de lo destinado a la salud por las familias, se corresponde proporcionalmente al recorte de partidas presupuestarias de parte del Estado hacia la salud pública. Saque usted la cuenta. Según el observatorio del ITE en materia de ejecución del presupuesto: en 2019 superado más de un tercio del año, se ha ejecutado menos del 25% destinado a servicios de salud pública.
Sin embargo, al ser insustituibles, los productos farmacéuticos y por ende su industria, registraron de octubre a diciembre de 2018, incrementos en su facturación de casi el 50%.
Metiéndonos en el poder de compra de las familias sólo en materia de medicamentos y farmacia, el poder de compra cayó un 40% en relación con el salario mínimo. En el caso específico de núcleos familiares de jubilados y en relación con el ingreso mínimo jubilatorio, la caída es de un 35%.
Los números son fríos; pero lo que reflejan es que el deterioro en materia de salud pública, acceso a las drogas base para la población más vulnerable en términos sanitarios, avanza en franco deterioro.
Un último dato de despedida: la facturación de los laboratorios de origen trasnacional viene ganando terreno desde 2016; fecha que coincide con la desregulación de la producción de drogas genéricas en Argentina. Según el INDEC ese incremento es del 76,6%. Dato que impacta severamente e la industria farmacéutica nacional.
¿Saben qué? De los cinco laboratorios con mar nivel de ventas e incidencia en el mercado argentino, el único nacional es Gador. El resto, y qué encabezan los primeros puestos del ranking, son los siguientes: Bayer, Roemmers (ambos alemanes); Roche (Suiza); Pfizer (Estados Unidos).
Fuentes: UNDAV / ITE / INDEC