Así lo oficializó el Gobierno de Milei mediante un decreto publicado hoy, jueves. Eliminar los DEX era el complemento para el RIGI que esperaban las multinacionales, fundamentalmente en la extracción del cobre. ¿No saben lo contento que está “el campo”?
Redacción
La medida era esperable porque era lo último que faltaba conceder a las empresas explotadoras, aunque desde esta Redacción, creíamos que el Gobierno daría ese paso luego de las elecciones bonaerenses. Pero nos equivocamos: mediante el decreto 563/2025 publicado hoy en el Boletín Oficial, el Ejecutivo Nacional eliminó las retenciones a las exportaciones mineras.
La alícuota del 0% alcanzará a 231 productos mineros comprendidos en el Nomenclador Común del Mercosur, entre los que se incluyen piritas y mineral de hierro, cobre, cinc, cromo, uranio, molibdeno, titanio, azufre, grafito, cuarzo, bentonita, mármol, granito, carbonato de magnesio, yeso, mica, carbonato de calcio, cloruro de potasio, piedras preciosas, oro, terromanganeso, plomo, estaño y tugnsteno, entre otros productos relacionados a las tierras raras. El litio y la plata mantuvieron la alícuota vigente del 4,5%.
Oficialmente, trascendió que el decreto se impulsó como parte de las “condiciones necesarias” esgrimidas por los lobbies mineros internacionales, de cara a “destrabar” las esperadas inversiones hacia la explotación de cobre. Chasqui Federal había anticipado días atrás que, a pesar de ser un nuevo estatuto del coloniaje, para las mineras el Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI) no era suficiente.
¿Por qué no lo era? Primero porque a Argentina no le quedan muchas opciones de negociación disponibles habida cuenta del camino elegido por el actual Gobierno para desarrollar su política internacional. Es decir, que Argentina sea una factoría de las potencias industriales y sus empresas dominantes. Segundo, que había un antecedente inmediato que provenía del gobierno de los Fernández Massa: Recordemos aquel decreto de 2022 donde a pocos días de dejar el cargo, el entonces ministro de Economía, Martín Guzmán, “ordenó” la relación con la actividad minera un decreto que fijaba retenciones móviles al 8%, con otro tipo de prerrogativas en función de la evolución de las exportaciones
Entre los argumentos del decreto de hoy, consta que la minería es un sector esencial para el impulso a la “actividad económica, la generación de empleo y el ingreso de divisas”. Además, “posee un significativo potencial de crecimiento, especialmente en el contexto de la transición energética global que impulsa la demanda de minerales de los que la República Argentina posee abundantes reservas”; destacando asimismo que la actividad representa el 80% de la canasta exportadora de provincias como Jujuy, Santa Cruz, San Juan y Catamarca.
Lo cierto es que todavía el cobre no ha entrado en producción. Existen un conjunto de proyectos en desarrollo, que según la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), generarán exportaciones por 10.000 millones de dólares anuales; aunque previamente deberá invertirse el doble de esa cifra durante la próxima década.
Según INDEC, la Industria minera representa el quinto complejo exportador de Argentina, concentrando el 6% de las exportaciones de dicho rubro.
La alegría de “el campo”
La cadena agropecuaria saltó en una pata con la noticia. No era para menos. Las felicitaciones hacían hincapié en la monserga de siempre -que los derechos de exportación “son un impuesto altamente distorsivo que afecta de forma directa a la competitividad”-, y que en los países “serios” como Australia y Canadá no se aplican. En esa línea, el reclamo hacia el Gobierno está en por qué no les sacan los DEX a ellos también.
Por lo demás, el lector ya conoce nuestra línea editorial al respecto: los DEX o retenciones sólo sirven para alimentar conflictos que el Estado no puede conducir a buen puerto. La clave estaría en declarar a las actividades agropecuarias y mineras, como vectores estratégicos para la soberanía política y la independencia económica, y ejercer la actividad de productiva y de comercio exterior.
Sin embargo, se continúa la senda del “ceder para recaudar y no recaudar para ceder”.
Fuente: Boletín Oficial de la Nación