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La producción nacional ante la tormenta perfecta

A propósito de haberse conmemorado el pasado lunes el Día de la Industria en nuestro país, reproducimos el siguiente artículo, que hace una descripción y repaso de la catarata de despidos, suspensiones y cierre de establecimientos que ya se erigen como un “rasgo de la época”. Según el autor, se perdieron durante el gobierno de Javier Milei, 34.000 empleos industriales. Industricidio en desarrollo.

Por Leonardo Martín 

Como cada 2 de septiembre, se celebra el Día de la Industria en nuestro país. La fecha remite al 2 de septiembre de 1587 donde las crónicas dicen que se realizó el primer embarque de manufacturas del país desde el puerto de Buenos Aires hacia Brasil. 437 años después, la situación de la industria nacional es alarmante con cierre de establecimientos, baja en la producción, despidos, suspensiones y un horizonte oscuro.

Un nuevo ciclo de industricidio está en marcha, uno más en los últimos 50 años de historia de la Argentina. El primero fue durante la última dictadura cívico militar, profundizado por el menemismo y el corto período de la Alianza y retomado por Cambiemos entre 2015 y 2019. El gobierno “libertario” vuelve a la carga con energía renovada en la desarticulación del entramado industrial.

Entre las medidas que impactan de lleno en la producción nacional: el deterioro del mercado interno; la exorbitante suba de tarifas de los servicios públicos de luz, gas y agua; la apertura importadora, el desfinanciamiento a programas para el desarrollo industrial, la desinversión en ciencia y tecnología y un RIGI extractivista que no busca integrar a la producción a la industria nacional.

Vale destacar, hoy son poco más de un millón de trabajadores industriales que tienen salarios un 15% por encima del promedio de los empleos registrados y en un sector que desarrollado es económicamente relevante para el empleo, para evitar el drenaje de divisas y estratégico en términos de soberanía como la ha demostrado recientemente la pandemia de coronavirus.

Los números son lapidarios. Un informe realizado para esta fecha por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) a partir de datos de la Encuesta de Indicadores Laborales de la Secretaría de Trabajo indicó que entre noviembre de 2023 y junio de 2024 se perdieron 34 mil puestos de trabajo en unidades productivas industriales.

Asimismo, la caída interanual fue de un 20,4% al mes de junio según datos del Estimador Mensual de la Actividad Económica y con una utilización de la capacidad instalada que se redujo al 54,5%, la más baja desde junio de 2020, en etapa de contracción económica y sensible baja en la actividad por la pandemia.

Por su lado, recientes datos de la Cámara de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) registraron una contracción de la actividad industrial del 17,8% a julio medido en términos interanuales acumulando seis meses de retrocesos consecutivos.

En el informe del CEPA consignan que en comparación con enero de 2022 los sectores más golpeados al medir la utilización de la capacidad instalada (medida en caída) son la industria automotriz (-39,9%); Productos del Tabaco (-37,7%), Productos minerales no metálicos (-37,1%), textil (-31,8%); productos de caucho y plástico (-29,9%);

Como parte de la celebración de este día, el presidente Javier Milei fue a la sede la Unión Industrial Argentina (UIA) que representa solo a un puñado de grandes jugadores como Techint, Arcor, Ledesma y Molinos.

Juan Pablo Padín, empresario pyme metalúrgico del Movimiento Productivo 25 de Mayo, realizó un duro diagnóstico del sector entrevistado por Radio Gráfica: “Estamos hoy en una etapa de resistencia “.

“Somos fabricantes de máquinas y herramientas de izaje para el transporte de cargas. Estamos en todos los sectores de la industria que necesitan mover cargas. Somos un buen termómetro de lo que está pasando a nivel industrial”.

“Hay una caída de ventas del 50% desde hace un año en forma sostenida. La realidad que están teniendo todos en el comercio y la producción. Por eso digo que estamos resistiendo. Cuando tenés trabajadores de mano calificada, estructuras administrativas, de ventas es muy difícil sostenerlas con este nivel de caída. Estamos en esa etapa de línea de flotación”, agregó.

“Los parques industriales no crecen, las industrias no crecen, no se instalan más industrias, sino todo lo contrario. Están aguantando porque no hay consumo y por lo tanto no hay crecimiento. Los sueldos alcanzan solo para afrontar la canasta básica”.

Días atrás, el dirigente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, también en diálogo con Radio Gráfica alertó, a partir de un relevamiento que hicieron, que con esta situación “muchas empresas no van a poder resistir esta crisis”.

“Las pymes que están trabajando con una capacidad instalada al 40% no pueden resistir mucho más tiempo así. No hay ningún signo que nos diga que se va a recuperar la economía”, completó.

Por su lado, el 16 de agosto pasado desde Empresarios Nacionales para el Desarrollo Nacional (ENAC) reclamaron por una ley de Emergencia PYME ante el cierre de 10.000 unidades durante el primer tramo del gobierno de Javier Milei. El proyecto fue acercado a legisladores de Unión por la Patria por el cual buscan avanzar con exenciones impositivas a pymes en situación de quebranto.

Algunas de las industrias que cerraron sus puertas

MAR Maquinarias: Ensambladora de Hyundai y Suzuki cerró sus puertas en Boulogne, San Isidro. 400 despidos

Fabio Hermanos: Fábrica de bulones, tuercas, arandelas, ubicada en Florencia Varela cerró tras 73 años. 76 despidos.

Talleres Belgrano de Chivilcoy: El taller metalúrgico cerró sus puertas tras 78 años. 20 despidos.

Textilcom: Cerró sus plantas en La Rioja y Catamarca. 267 despidos.

Imperial Cord: Cerró su planta en Larroque, Entre Ríos, con 12 despidos. La empresa sumó más despidos en otras plantas.

Canale: Cerró su planta en Mendoza. 38 despidos.

El Miguelito: Fabricante de asientos de bicicleta bajó sus persianas. 12 despidos.

Las medidas que llevan al industricidio

En el mencionado informe del CEPA, hacen un detalle de las medidas que impactan de lleno en la industria nacional. La tormenta perfecta que enfrentan las pymes con un desmesurado aumento de costos a lo cual se da paralelamente un derrumbe del mercado interno, la decisión de discontinuar programas de Gobierno y expectativas que no favorecen la apuesta por la producción local.

En el informe del CEPA hicieron un resumen de las medidas del Gobierno que están generando el nuevo industricidio en marcha.

Aumento de tarifas de luz y gas con impacto en talleres y pequeñas industrias.

Suba de costos en la industria a través del Impuesto PAIS, en toda la gestión Milei hasta septiembre.

Derogación Ley de Compre Nacional (DNU 70/2023).

Derogación del PRODEPRO (DNU 70/2023), que establecía una política de ANR (Aportes No Reembolsables) destinado a empresas que abastecen a sectores estratégicos de la industria.

Eliminación o baja de aranceles de importación, incluyendo la eliminación de la política de Licencias Automáticas y No Automáticas y el Decreto 384/2024 la Secretaría de Comercio con baja de aranceles de importación para productos de línea blanca como heladeras y lavarropas (del 35% al 20%), a los que se le suman los neumáticos (35% a 16%) e insumos plásticos (12,6% a 6%).

Apertura en acero. El 30 de agosto la Secretaría de Industria y Comercio informó que modificó el reglamento técnico (RT) del acero “para simplificar y bajar los costos de importación”, acompañada de desregulación absoluta.

Habilitación a la obra civil en el cómputo del 20% de proveedores locales para proyectos de RIGI aprobados en Ley Bases, lo cual significa la virtual eliminación del beneficio a las pymes.

Cambios régimen antidumping, apuntando a topear el porcentaje de los derechos aplicados a ciertas importaciones y establecer un plazo máximo del orden de los 18 meses para este tipo de medidas (el régimen establece hasta 5 años, renovables en determinadas condiciones).

Eliminación de toda política de créditos productivos para la inversión en pymes, abandonando los créditos subsidiados del Banco Nación y BICE, entre ellas la Línea de Proyectos Estratégicos con objetivo sustitutivo.

Intervención en organismos en el marco de la Ley Bases: la ley habilita a que el Poder Ejecutivo avance con modificaciones y reestructuraciones en el objeto, organización interna y estructura de los organismos descentralizados (involucrando el pase a disponibilidad de su personal, en los casos de quedarse sin tareas), aún de aquellos que aparecen excluidos de su cierre, como es el caso del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).

Desfinanciamiento de programas y áreas asociados a la política industrial. Entre enero y julio, respecto del mismo periodo de 2023, la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo cayó en su ejecución real un 89%; el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) -22%; la Comisión Nacional de Comercio Exterior -34%.

Por último, la apuesta de Milei, a través del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) contenido en la Ley Bases es promover enclaves extractivistas de cara a la exportación, reprimarizando la economía argentina y dejando en un segundo plano a la industria nacional.

Fuente: Radio Gráfica

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