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La timba no se detiene

La timba financiera argentina continua firme y sin pausa. Alcanza con seguir a diario las crónicas de los movimientos de la Bolsa de valores; las subas, las bajas en un lenguaje encriptado que pocos comprenden. ¿Quiénes son los ganadores en éste juego? Los mismos de siempre.
Redacción
La síntesis es más o menos la siguiente: el Banco Central argentino posee como único instrumento para contener la devaluación del peso argentino – tratar de que nuestra moneda “valga menos” -, el subir la tasa de interés de referencia. Ésta tasa que ronda más o menos en el 70% anual, es la que el tomador de créditos en el sistema bancario y/o financiero, paga al cabo de un año por cada peso que recibió en calidad de préstamo (es decir, el pagador debe devolver $1,70).
¿Qué decían las crónicas y los guarismos oficiales del lunes 6? Que el peso se devaluó en un solo día 1,5%. ¿Los motivos? En apariencia dos: el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, quiénes están negociado los términos de intercambio y aranceles entre sí, pero dado el volumen de transacciones entre ambos países, la especulación internacional está más que atenta a esos movimientos. En Argentina, cómo en la mayoría de los países denominados “emergentes”, ésto se traduce en ingresar o sacar grandes masas de divisas (dólares) a los círculos financieros especulativos de nuestros países. Como dicho movimiento es diario – porque no existen restricciones de permanencia temporal para dichos fondos -, la crónica financiera es la descripción cotidiana de la fatalidad.
El segundo factor, sería la caída del precio internacional de la soja a 300 dólares la tonelada. Ésto provocó que los exportadores no liquidaran sus ganancias en el mercado argentino esperando un mejor precio internacional. Es decir, no cambiaron a pesos los dólares obtenidos por las ventas de soja al exterior, simplemente porque no vendieron.
¿Y por qué el dólar sube, o mejor dicho, el peso baja? La explicación técnica se refugia en las “leyes de la oferta y la demanda”. Una especie de conjuro mágico plagado de contradicciones y contrasentidos. Pero, a menos dólares disponibles – por la fuga o porque los exportadores no los ingresaron al país, el dólar “vale más”.
La realidad, es que el dólar no varía su cotización internacional. Ésta moneda inflaciona a un 5% por año. Por lo tanto su variación debería ser mínima. Por ejemplo: a fines de 2018, el dólar oficial cotizaba $ 36,96. En el peor de los casos, siguiendo la dinámica de la moneda verde en su país de origen – Estados Unidos -, a fin de 2019 su cotización debería ser $ 38,81. Por lo tanto, ala fecha con un valor oficial de $ 45,33, el dólar estaría sobrevaluado en un 16%. Negocio redondo para los especuladores externos, atento a que ese porcentaje de ganancia es diario y acumulativo.

Tarjetas y préstamos

Según un informe de la consultora internacional First Capital Group en base a datos oficiales emitidos por el Banco Central Argentino, teniendo en cuenta una inflación del 50% durante 2018, durante el año pasado las solicitudes de préstamos y la totalidad de los fondos destinados se redujeron un 40%, y la operatoria con tarjetas de crédito, casi un 22%.
Esto responde a una serie de factores, relacionados a la destrucción del poder adquisitivo del argentino promedio: primero, el básico recorte de gastos y compromisos (cuotas) a pagar; segundo, el rendimiento del dinero, los precios generales aumentan y los ingresos se estancan, bajan o desaparecen. Tercero, y principal, la capacidad de endeudamiento se va reduciendo cada mes, atento a los arrastres de deudas anteriores o refinaciaciones de deudas previas, que extienden las formas de pago pero aumentan los recursos a destinar para dichos fines.

Los ganadores

Un reciente informe publicado por el Instituto Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), que dirige el ex-diputado Claudio Lozano, detalla que sobre los balances de 2018 de 53 empresas que cotizan en Bolsa, alcanzan un aumento de sus ingresos brutos de un 76,8%, y con las operaciones financieras se incrementan un 129%. Sumadas la devaluación del peso y calculando los activos de esas firmas en dólares, la expansión de sus cifras en promedio roza el 400% en sólo un año.
Empresas que ganan más de lo que dicen vender, en un contexto de caída del volumen económico nacional del 2,5 en un año y una inflación de casi el 50% anual, que arrojó el saldo de la destrucción de 400 mil puestos de trabajo formales. Es decir, casi el 2% de los ciudadanos en edad de trabajar sólo del sector bajo relación de dependencia (“en blanco”).
¿Cuáles fueron las firmas más beneficiadas por ésta dinámica? Las petroleras YPF y Pan American Energy (PAE); la siderúrgica Siderar, pertenecinete al grupo Techint; y la ex-SOCMA (Macri), Autopistas del Sol.

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