La apertura indiscriminada de importaciones y la fuerte caída del consumo golpean duramente a la industria del calzado nacional. En Esteban Echeverría – provincia de Buenos Aires-, la fábrica de zapatillas Kioshi denunció una caída del 50% en ventas y advirtió sobre una «tormenta perfecta» que pone en riesgo la continuidad de la producción local.
Redacción
El régimen de apertura de importaciones indiscriminadas tanto del sector textil como el calzado, empujó la caída de las ventas en el mercado interno a un 50% en el último año. El cuadro de situación lo completan la detección de prácticas de contrabando de calzado y la caída del poder adquisitivo.
Desde la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), afirman que en 2024 se fabricaron 20 millones de pares menos que en 2023 y el que más sufrió fue el calzado deportivo. En el caso de Kioshi -industria que supo destacarse por la importante inversión en maquinaria de confección-, las ventas cayeron a la mitad en los últimos meses, e incluso el parate alcanza a los propios importadores que liquidan al consumidor final a precios por debajo de los promedios del mercado.
Desde el sector, se asegura que la caída afecta a la cadena de pagos interna de la actividad, tanto en lo que respecta al cumplimiento con proveedores, trabajadores y diversos gastos de estructura y funcionamiento.
Fuente: CIC / CAIPIC / Motor Económico