El Gobierno de la provincia de Buenos Aires anunció que recibirá financiamiento internacional para continuar con una serie de obras fundamentales sobre la cuenca del río Salado. El préstamo provendrá del BEI y será de 110 millones de dólares. Un “endeudamiento responsable” para la cadena mundial de productos agropecuarios.

Redacción

Si bien no se dieron a conocer los términos del acuerdo, plazo de pago y tasas, desde el Gobierno provincial informaron que los recursos serán destinados a los trabajos necesarios para mejorar la infraestructura de prevención contra las inundaciones.

Oficialmente, se consignó que los 110 millones de dólares del Banco Europeo de Inversiones (BEI), comprenden un endeudamiento “responsable”, que permitirá una “inversión que le va a cambiar la vida a muchos bonaerenses, mitigando el efecto de las inundaciones a partir de la creación de nuevos puentes e infraestructura que va a proteger a nuestras ciudades”.

Según funcionarios del Gabinete bonaerense, las obras beneficiarán a más de 960 mil habitantes que están radicados a los largo de la cuenca. Según Kicillof, “esta obra es central porque va a permitir aprovechar más tierras, potenciar la inversión y aumentar las exportaciones de la Provincia, apuntalando la producción de ganadería y granos”.

El denominado “Plan Maestro del Río Salado” comenzó a desarrollarse en 1997 financiado por el Banco Mundial. Dicho estudio involucra a 170.000 km2 alrededor de la cuenca que reúne más del 25% de la producción agropecuaria nacional.

Los objetivos del Plan consisten en la realización de una serie de obras para la reducción de las inundaciones y sequías; mejora en las condiciones económicas de la cuenca a través del desarrollo sustentable; preservación y desarrollo del valor ambiental de la cuenca, especialmente sus humedales, sus recursos hídricos subterráneos y la calidad de los suelos.

Con la firma de este préstamo, las obras comprendidas mejorarán las condiciones de drenaje de los arroyos Las Flores, Saladillo, Las Saladas, Saladillo de Bragado, y sistema de Canales Jauretche, Mercante, Italia y Canal del Este, optimizando las condiciones para los 961.269 productores y habitantes de los partidos ubicados en los cursos tributarios del Río Salado.

La cuenca del río Salado, que nace al sur de la provincia de Santa Fe y desemboca principalmente en la Bahía San Borombón, viene sufriendo en las últimas décadas, una serie de alteraciones que ponen en peligro a la población y al sistema de producción. La alteración ilegal de los niveles y drenes naturales aguas arriba del sistema, con el fin de ampliar la frontera agrícola, tuvo nefastas consecuencias para una porción importante del territorio.

Un ejemplo de ello son las inundaciones que se suscitaron al sur de las provincias de Córdoba y Santa Fe, con el colapso de la laguna La Picasa. La cuenca se alteró de tal manera por el torrente proveniente desde aguas arriba, que han cambiado el terreno, el paisaje, el equilibrio y las relaciones de las poblaciones de la región con respecto al río, sus afluentes y las lagunas adyacentes.

Desde un tiempo a esta parte, más allá de los préstamos del Banco Mundial y del BEI, la cuenca está teniendo proyecciones y asesoramientos paralelos y confluyentes, en distintos puntos de su traza.

A medida que las tareas de ensanchamiento y drenaje del curso del río va avanzando, una serie de entidades internacionales posan los ojos sobre la cuenca, para financiar a través de las universidades públicas, investigaciones y proyectos de factibilidad logístico-productivas, de cara a la exportación masiva de productos agropecuarios.

Más allá de los anuncios oficiales, los resultados del Plan Maestro, apuntan a consolidar el perfil agro minero exportador de una provincia que abandonó el camino industrial, y quiere continuar siendo el primer eslabón de la cadena agroindustrial global.

Fuente: Gobierno de Pcia. Buenos Aires / Info Ensenada