El jueves dieron inauguración a Puerto Las Palmas, Chaco. Oficialmente, se dejó en claro que está pensado para la exportación de materias de nulo o poco valor agregado. Pero hay un proyecto industrial para este nuevo enclave.
Por Pablo Casals
Siempre es bueno que se haga un puerto. Más cuando somos un país marítimo y poseemos vías navegables fluviales de las más importantes del planeta. El asunto es para qué se usan los mismos. Pero vamos con la gacetilla informativa.
A diez días de las elecciones provinciales, el pasado jueves, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, inauguró la Terminal de Carga Puerto Las Palmas. Emplazado sobre el río Paraguay, 60 kilómetros al norte de Resistencia, el puerto tardó una década en concretarse.
El proyecto arrancó en 2013, su construcción en 2016, y su concreción demandará un tiempo más dado que restan instalarse maquinarias y completar dependencias para su operatividad. Pero había que inaugurarlo de cara a las urnas del próximo 17 de septiembre.
Según el gobierno chaqueño, la obra portuaria demandó 32,3 millones de dólares, contó con financiación del Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata (FONPLATA), y recursos nacionales y provinciales.
Cuenta con un muelle de 201 metros, un playón con capacidad almacenamiento para 300 contenedores, un almacén cubierto para acopio y una grúa para contenedores con capacidad para 75 toneladas más una cargadora frontal. También contará con una zona aduanera, caniles para detección de estupefacientes, un espacio de depósito y 15 oficinas administrativas.
Dijimos al principio: siempre es bueno que se haga un puerto. El asunto es para qué se usará. La prospección inicial es que 120 empresas regionales hagan uso de las instalaciones, de cara a movilizar cargas de comercio exterior y cabotaje. Además, Chaco posee el puerto de Barranqueras, por lo que se espera que ambos se complementen.
Se prevé una circulación de casi 8.000 contenedores anuales, donde el 85% será la carga de mercadería exportable: cereales, semillas, extractos curtientes, algodón y textiles; foresto-industria; maquinaria agrícola; miel, grasas y aceites; carnes. El movimiento restante consistirá en la importación de bienes de capital, insumos y partes industriales.
Es decir, saldrían materias primas sin valor agregado e ingresarían manufacturas terminadas de origen importado. Cosa que pondría a Puerto Las Palmas en la misma frecuencia del resto de los enclaves nacionales.
¿Es malo lo del puerto entonces? No; lo del puerto es una maravilla. Lo que no está bien es el modelo productivo que Argentina ha resuelto llevar adelante desde hace 48 años: no fabricar, reventar las industrias regionales y de origen. Por lo tanto, el único fin que terminar teniendo los puertos es importar producto terminado favoreciendo el empleo de alta calificación en otras latitudes.
Pero un puerto nuevo es una gran noticia. Ahora viene la etapa de volver a discutir el arco de la producción y la logística asociada, y los periodos electorales son buenas oportunidades para hacerlo.
Alguna vez lo mencionamos en estas páginas. Cristian Cáceres, candidato a Intendente de Las Palmas, viene impulsando la industrialización real de su propia localidad y de la región inmediata (La Leonesa, General Vedia, Margarita Belén).
Impulsa la instalación de un astillero estatal para la construcción de embarcaciones fluviales, la industrialización de la producción en origen, y la revinculación ferroviaria de la región con el resto del territorio provincial y nacional.
Por tanto, un astillero naval fluvial requiere de constructores de partes de las embarcaciones en talleres particulares y PyMES industriales. Si se construyen partes navales, pueden construirse partes automotrices o de maquinaria agrícola. Además, vinculación logística necesita infraestructura y mujeres y hombres al trabajo. Lo mismo que con la industrialización en origen: una cosa es exportar algodón en bruto, y otra muy diferentes es vender hilados terminados de diversa calidad.
Poner estos proyectos y algunos ejemplos sobre la mesa de cara al futuro de una localidad y de sus hermanas cercanas, ya es bastante más de lo que proponen electoralmente los propios candidatos a presidente y gobernadores.
La propuesta de Cáceres y su gente para Las Palmas debe ser tomada de ejemplo y referencia. La construcción de un puerto es algo fenomenal. Pero para que el mismo, en lugar de beneficiar a los países industrializados lo haga con nuestras propias poblaciones, debe proponer al mismo tiempo la industrialización en origen y la logística asociada al enclave. Además del cabotaje fluvial, se suma el flete carretero de no más de 200 kilómetros y el ferrocarril para las distancias mayores.
Siempre es bueno que se haga un puerto. El asunto es qué se piensa hacer con él.
2 Comments
Muchas gracias Chasqui Federal.
Vamos por ese modelo industrial necesario en mi localidad y en toda la Patria.
Vivan los industrialistas.
Gracias a ustedes por el proyecto que impulsan y el trabajo que llevan a delante. Esta redacción que a disposición del mismo. Abrazo