La sequía genera preocupaciones en la totalidad de la cadena agropecuaria del país. Tanto los sistemas de gran escala como las economías regionales se han manifestado en los últimos días solicitando la asistencia estatal.
Redacción
Los productores de caña de azúcar de Salta y Jujuy no se han mantenido ajenos al reclamo. Según las entidades que los nuclean, las perdidas por la falta de lluvias alcanzarían el 30% de la producción.
La Unión de Cañeros Independientes de Jujuy y Salta (UCIJS), manifestó a través de un comunicado, que la falta de agua acarrea “daños irreversibles” en los cañaverales dado que se registró el peor nivel de precipitaciones de la última década.
Según la UCIJS, las plantaciones de primavera están prácticamente destruidas, cosa que pone en peligro la siembra de marzo, dado que no habrá margen económico para los productores ni semilla disponible para encarar la campaña de otoño-invierno.
La entidad asimismo, remarcó que la zafra anterior “había sido muy difícil” a causa de la sequía y de los coletazos de la pandemia. La carencia de acceso al crédito para el acondicionamiento y renovación de plantaciones, presentó desde el vamos un panorama de baja expectativa respecto de los rindes de 2022. “Los inconvenientes de este panorama seguramente se trasladarán a la industria y a toda la cadena de valor de la caña de azúcar”, aseguraron desde la entidad.
Por otra parte, se carece de datos comparativos en la estadística oficial respecto de ese cultivo. Según las bases del Ministerio de Agricultura de la Nación, los datos llegan hasta la campaña 2004/2005. Allí se consigna que en el caso jujeño, la zafra había arrojado un total de algo más de 4,3 millones de toneladas, con un rinde promedio por hectárea de casi 52.900 kilos. Para Salta, con 2,25 millones de toneladas, los rindes promedio fueron de hasta el doble de los jujeños.
Fuente: MAGyPN / UCIJS