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¿Margaritas a los chanchos?

Los datos no son buenos para la cadena porcina, y el futuro que se avecina tampoco es favorable. Sin embargo, hay indicadores positivos, aunque sólo serían positivos para los eslabones con vinculación con el sector externo.

Redacción

El gobierno de la provincia de Córdoba, a través de la Agencia ProCórdoba, llevó adelante días pasados el primer encuentro de la Mesa Porcina, en torno a la cual se reunieron actores y eslabones claves de dicha cadena productiva provincial.

Según se expuso, los objetivos de la convocatoria estuvieron orientados a comenzar a delinear una estrategia para el sector, partiendo de conocer las prioridades y las alternativas posibles.

No es un buen momento para la producción porcina a nivel nacional. Según algunos sectores de productores agrupados y proveedores de insumos y servicios de la cadena, coinciden en que el primer semestre arrojó saldos negativos, con números que ni siquiera permiten cubrir el punto de equilibrio.

Como era esperable, la situación rápidamente comenzó a mostrar a pequeños y medianos productores quebrados o dejando la actividad; e incluso algunos grandes que resolvieron bajar la tasa de servicios y por ende de pariciones para los próximos meses, lo que se evidenciará en una reducción de las piaras.

Los precios de mercado, son una de los mencionados desequilibrios. Según las entidades ligadas ala cadena, el aumento del último año para el capón fue del 160%, el jamón 167% y el pechito de cerdo 208%. Sin embargo, sólo el alimento balanceado aumentó en el mismo periodo un 235 y 215% para la soja y el maíz respectivamente.

Hay un dato positivo, pero que encierra algunas cosas negativas al mismo tiempo. Comparada con la carne vacuna, el cerdo está “barato” y aumentó la demanda interna. Se proyecta hacia finde año que el consumo interno rondará los 22 kilos por habitante. Sin embargo, tal aumento de consumo y su correlato en precios, no se trasladó al productor porcino.

Hay otro factor que incide en el abaratamiento de la carne en mostrador y agravamiento presente y futuro para el ecosistema de la cadena argentina: la ruptura del estatus sanitario.

La importación de carne porcina sin controles compatibles en materia sanitaria, tiene como consecuencia que tal estatus en nuestro país disminuirá indefectiblemente. Debe saberse que tanto los propios productores como el Estado Nacional desde los primeros años de este siglo, han trabajado e invertido recursos de cara a poder establecer una situación equitativa en todo el territorio nacional.

De lesionarse o perderse la mencionada situación sanitaria, para la cadena se vienen años de difícil panorama. Primero la pérdida de ciertos mercados, los cuales son muy difíciles de recuperar.

Segundo, el esfuerzo y puesta a disposición de recursos por parte de la autoridad sanitaria para reconstruir el estatus mencionado.

Tercero, la recuperación del sector en términos integrales; es decir, que en todo el territorio nacional se trabaje desde algunos de los eslabones de la cadena con cierta coordinación y complemento, y no se vuelva a tratarse de pequeños núcleos aislados.

Fuente: AproCo / Federación Porcina

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