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Nuevas energías: “tierras raras”, economía verde o la dialéctica de guerras comerciales

En poco tiempo se aceleró un proceso de grandes transformaciones mundiales que de una forma u otra cambian las bases sobre las cuales se asentaban las ya complicadas relaciones internacionales. Vivimos en un mundo donde los poderosos ejercen el poder y utilizan su influencia –política, militar, tecnológica y comercial – en su propio beneficio, con escasa o nula atención a los problemas de los miles de millones de desamparados.

Por Eduardo Camin*

Vivimos en un mundo beligerante marcado por la hegemonía y la dominación. Hegemonía de los ricos que imponen sus condiciones, sus métodos, su filosofía, que someten y ejercen a una dominación sobre los países pobres y sus poblaciones.

En este sentido las relaciones de comercio internacional son una parte esencial, un aspecto sustancial, tal vez sea una pieza clave de este sistema de dominación. Es la piedra angular de esta construcción. La base en que se sustenta esta concepción es la presunción del absoluto y benéfico poder regulador del mercado y la bondad de la especialización en la producción en función de las ventajas comparativas que cada economía nacional goza. Y así nos encontramos nuevamente frente a otra de las paradojas de nuestros tiempos. El anunciado cambio hacia las tecnologías de energía limpia, bajo el concepto ahora omnipresente de “tierras raras”, aparentemente tan esenciales…como desconocidas para el común de los mortales.

No obstante, la realidad nos empuja a una reflexión seria, o al menos pretendidamente esclarecedora acerca de la necesidad de transformar el paradigma de la matriz energética, a través de la singularidad de las tierras raras, teniendo en cuenta la actual fase de descomposición del capitalismo beligerante.

Tal vez el inicio por el cual este término –hasta ahora prácticamente desconocido fuera de los sectores especializados, – se da a conocer, esa partir del conflicto comercial entre China y Estados Unidos el cual ha convertido a las tierras raras en la panacea de la descarbonización y la electrificación, y por ende en un recurso energético rentable. Aunque por su parte algunos expertos sitúan el fenómeno a los compromisos contraídos en la última Conferencia sobre el Cambio Climático (CP28), (Dubái, 2023) de triplicar la producción de energía renovable y fomentar la tendencia hacia los vehículos eléctricos, que contribuirán a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a alcanzar el objetivo establecido en el Acuerdo de París de limitar la subida de la temperatura mundial a 1,5 ºC.

¿Qué son las tierras raras?

La ciencia nos enseña que ni son tierras, ni raras. En realidad, bajo esta denominación se agrupan una serie de elementos químicos que encontramos en el medio natural y que se caracterizan por tener propiedades similares entre sí y por ser, en su mayoría, escasos en la corteza terrestre. Debemos saber que hay 17 denominaciones que abarcan las tierras raras: lantano (La), cerio (Ce), praseodimio (Pr), neodimio (Nd), prometio (Pm), samario (Sm), europio (Eu), gadolinio (Gd), terbio (Tb), disprosio (Dy), holmio (Ho), erbio (Er), tulio (Tm), iterbio (Yb), lutecio (Lu), escandio (Sc) e itrio (Y).

Diversos científicos sostienen que su denominación como “tierras” puede resultar confusa, pero en el fondo es un término heredado, ya que, en la historia de la química, a los “óxidos” se les conocía como “tierras” y aparentemente a este grupo de elementos se les atribuyó este nombre. En el mismo sentido se puede decir que tampoco todos ellos son tan “raros” o escasos en la Tierra, incluso algunos son bastante comunes como el cerio, tan abundante como el cobre.

Ahora bien, en los cinco últimos años, podemos decir, que el aumento del valor del comercio de minerales esenciales sin transformar se ha acelerado, y ha dado lugar a un aumento creciente y exponencial de la demanda de minerales energéticos esenciales.

La otra dimensión: energía limpia color de fango

Muchos actores consideran que los minerales energéticos esenciales son un componente fundamental para la transición a una economía con bajas emisiones de carbono. Es cierto que estos minerales pueden ser encontrados en todo lo que nos rodea, el cobalto, el cobre, el litio, el níquel y las tierras raras, desempeñan un papel fundamental en la producción de tecnologías de energía limpia, desde turbinas eólicas pasando por los automóviles eléctricos hasta todos los componentes electrónicos de los teléfonos inteligentes y pantallas planas.

En los últimos 20 años, el comercio anual de minerales energéticos esenciales ha aumentado de USD 53.000 millones a USD 378.000 millones. Sin embargo, la elevada demanda de productos de tecnología limpia está ejerciendo una presión desmedida, sobre las cadenas de suministro de estos minerales, que por otra parte han jugado un papel fundamental en el explosivo crecimiento de la economía de China durante las últimas décadas.

Detalles escabrosos de una alternativa en mercancía

Durante todas las fases previas al uso industrial que detallaremos se afrontan una serie de riesgos derivados de la propia actividad de cualquier proyecto minero. Por lo tanto, comenzar una explotación conlleva a una serie de fases de elaboración que pueden alargarse hasta más allá de los 15 años. En una primera fase que abarca entre 4 a 6 años se analiza la exploración del recurso, posteriormente otros 6 años como mínimo para generar la planta piloto, otros 3 años de financiación 1 año la puesta en marcha.

Dos expertas en la materia como Monia Snoussi-Mimouni y Sandra Avérous, consultantes y autoras de diferentes estudios en varios organismos internacionales (OMC -PNUD) advirtieron en enero de este año que “la demanda de minerales esenciales es particularmente elevada para la producción de baterías para automóviles eléctricos, y cada batería requiere hasta 200 kg de minerales esenciales. El sector de las baterías es responsable del 70% de la demanda mundial de cobalto. Este sector también necesita aluminio, cobre, litio, níquel y tierras raras. Los electrolizadores — cruciales para la producción de hidrógeno verde — dependen de diversos minerales esenciales, entre ellos el platino y el iridio, dos de los metales más raros y caros del mundo. Los elementos de tierras raras son necesarios en particular para los imanes, un componente esencial de muchas máquinas eléctricas, especialmente las más eficientes desde el punto de vista energético.”

Por lo tanto, el resultado de la transición mundial hacia las tecnologías de energía limpia y los vehículos eléctricos tiene su costo y este es muy elevado, ya que se prevé un aumento considerable de la demanda de determinados minerales esenciales, como el cobalto, el grafito y el litio. Minerales estos que abundan (o sorpresa) en las economías en vías de desarrollo., estableciendo por ende que la demanda de estos se quintuplicará en 2050 debido a su uso intensivo en las nuevas tecnologías energéticas.

Las cifras alarman

El comercio de minerales esenciales se ha incrementado en las dos últimas décadas, con una tasa media de crecimiento anual del 10%. En 2021, este crecimiento se disparó hasta el 37%, al recuperarse el comercio tras la caída provocada por la COVID-19. El valor de las importaciones casi se ha duplicado en los últimos cinco años, pasando de USD 212.000 millones en 2017 a USD 378.000 millones en 2022, con un aumento significativo del comercio de metales del grupo del platino, como el rodio, el iridio, el rutenio y el osmio. Estos metales han registrado tasas de crecimiento anual de hasta el 72% desde 2017

El helio y el litio también han registrado impresionantes tasas de crecimiento anual de hasta el 53% desde 2017. En los últimos cinco años, el comercio de metales del grupo del platino, tierras raras y otros minerales casi se ha duplicado, alcanzando un valor total de USD 219.000 millones en 2022.

Las importaciones de cobre han registrado un aumento medio anual del 15% desde 2002, y un aumento del 12% en los cinco últimos años. Este crecimiento se debe en gran medida al aumento de los precios de los productos básicos y al aumento de las importaciones de dos grandes importadores, China y el Japón. Las importaciones de China han aumentado un 24% desde 2002, mientras que las del Japón han registrado un aumento medio anual del 10%.

En 2022, China fue el principal importador de minerales esenciales, representando el 33% del total a nivel mundial, seguida de la Unión Europea (16 %) y del Japón y los Estados Unidos (ambos el 11%). La posición dominante de China es particularmente notable en el caso de las importaciones de cobre, ya que superan con creces las de otras economías. China es también el principal importador de 13 de las 17 “tierras, piedras y minerales”, mientras que la Unión Europea es el mayor importador mundial de metales del grupo del platino, tierras raras y otros minerales, seguida de los Estados Unidos, China y el Japón

El mineral más comercializado es el cobre, que representa el 26% de las importaciones totales de minerales, seguido del aluminio en bruto (20%). Estos dos metales se han utilizado durante mucho tiempo en la industria tradicional. Excluyendo estos dos metales, el rodio y el paladio fueron los minerales más comercializados en 2021 y 2022, representando el 30% del total a nivel mundial en 2021 y el 22% en 2022. El valor de las importaciones de rodio se multiplicó por seis entre 2019 y 2021. Del mismo modo, el valor de las importaciones de helio y litio se multiplicó por seis entre 2019 y 2022.

En cuanto a las tierras, piedras y minerales, Sudáfrica es el principal exportador (con una participación mundial del 14,3%), solo 1,25 puntos porcentuales por delante de Australia, seguida de Guinea, que posee una participación del 9% de las exportaciones debido principalmente al aluminio. El Perú es el cuarto exportador, y extrae principalmente cinc, estaño y molibdeno. Los datos sobre los minerales sin transformar deben considerarse juntamente con la información sobre la extracción y la transformación. Por ejemplo, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), aproximadamente el 70% de la extracción de grafito en todo el mundo y cerca del 100% de la producción de grafito transformado tienen lugar en China. En consecuencia, solo el 30% restante del grafito mundial es objeto de comercio internacional, y los datos sobre las importaciones y exportaciones de grafito solo abarcan el 30% del grafito sin transformar del mundo.

La historia se repite y consolida la explotación

Casi sin darnos cuenta, la historia se repite, si la prehistoria se basó en el descubrimiento y el uso de nuevos metales, el descubrimiento de la metalurgia del cobre o del bronce supuso cambios importantes para la humanidad.

Hoy las tierras raras son los elementos esenciales de la alta tecnología, sin ellas colapsarían varios de los sectores del núcleo central del capitalismo desarrollado, como el energético, el de la información y comunicaciones, el sector médico y el sector de la defensa. Esto lo que está en juego la hegemonía mundial, la dependencia de Estados Unidos de las tierras raras de China es absoluta.

Que desde el punto de vista de su práctica y no le queda otro camino que la amenaza y la agresión abierta. Esta concepción bélica del “neoliberalismo de guerra” entro en su etapa de agotamiento como estrategia de dominación aun cuando esta vaya acompañada de una política feroz de defensa a ultranza de sus intereses imperiales y el de sus aliados. Este es el costo de la riqueza e innovación con prácticas comerciales color fango disociadas de las necesidades sociales pertinentes a la humanidad.

*Periodista uruguayo residente en Ginebra, exmiembro de la Asociación de Corresponsales de Prensa de Naciones Unidas en Ginebra, Analista Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la).

Fuente: CLAE

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