Más allá que tras el conflicto no bajó ningún precio, desde el Gobierno nacional se informó sobre la instalación en el país del gigante brasileño del neumático Neo Rodas. Qué viene hacer y algunos datos de la cadena que tuvo en jaque a la industria automotriz entre junio y septiembre de este año.

Redacción

Tal como anunció el superministro casi presidente Sergio Massa durante el paro de trabajadores del neumático y la escalada exponencial del precio de los mismos, el Gobierno estableció las condiciones para que se abriera el mercado de la cadena. Y así lo hizo: antes de ayer se conoció que la empresa brasileña Neo Rodas construirá una planta de llantas de aleación. Además, la firma es la principal autopartista que opera en el país.

Según trascendió del acuerdo realizado entre el Gobierno Nacional y las terminales automotrices, la nueva fábrica se instalará en el norte de la provincia de Buenos Aires. Se estima que la planta creará 150 puestos de trabajo directos y 220 indirectos. El mercado interno argentino de llantas de aluminio, indica que existiría un consumo aproximado de 2 millones de unidades al año. Según la información oficial, hoy todas provienen de la importación.

En cuanto a Neo Rodas, se sabe que es el principal productor de llantas de aluminio de Brasil, con una capacidad de producción de 1.800.000 unidades anuales; y provee de las mismas a todas las terminales automotrices. La planta que construirían en Argentina, tendrá una producción estimada anual de 800.000 a 1.000.000 de llantas.

Algo que se festeja como un triunfo ante la filial local de la japonesa – y prácticamente monopólica – Bridgestone, es relativizado por esta última. La multinacional es la mayor fabricante de neumáticos a nivel global, máxime desde que en 1988 adquirió Firestone.

En Sudamérica tiene dos enclaves fabriles para ambas marcas: Brasil, desde dónde se abastece solamente ese mercado; y Argentina, desde dónde se abastece a nuestro país, Chile, Perú, Paraguay, Uruguay y Bolivia. Así surge que, más allá de la importación de neumáticos en si misma, la rentabilidad obtenida por fabricar en nuestro país, pero vender el producto terminado en los limítrofes es significativa en cuanto al margen.

Tengan en cuenta que el paro que puso por momentos en jaque a toda la cadena automotriz nacional, era por un conflicto en las plantas de Bridgestone, Pirelli y Fate; pero principalmente con la primera. Hay que ver de ahora en más, cómo funcionará la cadena una vez que Neo Rodas entre en producción. Puede que se establezca – con el manual del buen liberal progresista bajo el brazo – una competencia que aumente calidad y baje precios finales. O puede darse otro escenario – con el manual del liberal real y pragmático -, que implique la cartelización de las empresas con mayor espalda y margen; el ahogo hacia las más chicas; calidad deficiente y precios altos.

Veremos quién conduce la cadena: si el pueblo argentino a partir de una adecuada función de Estado en la conducción del proceso productivo; o las empresas.

Fuentes: Ministerio de Economía / Ámbito / DFSur