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Cocina Salvaje 74. Recetas simples y remedios naturales. Buenos, bonitos y baratos. Animate, buscá, juntá, prepará, comé y saná. Al llamado ajo silvestre está por todas partes. Es frecuente ver en baldíos o en veredas con el pasto bastante crecido contra los paredones o al pie de los árboles. Con sus semillas se hace pan; y acá va una de las maneras de degustarlo.

Editor Federal

El llamado “pan esenio” es algo que tiene muchas recetas y métodos de preparación, pero en resumen se trata de un alimento donde:

Por un lado, para hacer más digerible las semillas, en lugar de convertirlas en harina, se las germina o se las activa; y por otro, en lugar de cocinar la masa con calor alto se la deshidrata hasta que toma la consistencia deseada.

Aprovechando que estamos en plena temporada de ajo silvestre, les compartimos una que queda deliciosa. Pueden cambiar las proporciones a su gusto y agregar o cambiar las semillas utilizadas, e incluso usar otras hojas (silvestres o de cultivo) dentro de la masa.

Agradecemos al grupo Cocina Salvaje*, por permitirnos difundir este material que llega a ustedes por la producción de Patricia Mina**.

Para nosotros es importante poder divulgar el potencial alimenticio, curativo y también gastronómico que poseen los árboles y plantas silvestres; sean autóctonas y naturales de nuestro país o región, como así también las que han ido trayendo las distintas corrientes migratorias, y se adaptaron a nuestro suelo.

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PAN ESENIO CON AJO SILVESTRE

Ingredientes

– 1 taza (un manojo grande), hojas y flores de ajo silvestre

– 1/2 taza, trigo sarraceno

– 1/4 taza, lentejas

– 2 cucharadas, semillas de lino

– 2 cucharadas, aceite

– 1 cucharada, vinagre de sidra de manzana (sin pasteurizar)

– ½ cucharadita, sal

– ½ cucharadita, cúrcuma

Procedimiento

– Germine el trigo sarraceno y las lentejas, por separado: remoje en agua sin cloro durante unas 8 horas, luego escurra y coloque en recipientes, en una capa de 1 cm aproximadamente. Cubra con una tapa entreabierta para permitir algo de circulación de aire. Lávelas unas 3 veces por día (no deje que se sequen) durante unos 4 días o hasta que se conviertan en brotes de 1-2 cm de largo.

– Active las semillas de lino, remojándolas en agua sin cloro durante unas 8 horas. Escurra.

– Lave las hojas y escúrralas. Palmee con un repasador o con toallas de papel para retirar el exceso de agua. Píquelas más o menos finamente (según su gusto).

– Coloque todos los ingredientes en el vaso de una procesadora, y procese hasta obtener una masa heterogénea con trozos de 1-2 mm.

– Estire la masa sobre una plancha de silicona, en una capa de unos 4-5 mm.

– Deshidrate al sol, en un deshidratador de alimentos o al horno a 70 grados C con la puerta entreabierta. El tiempo variará según el método de deshidratación y las condiciones ambientales, pero suele tardar unas 12-20 horas. Si deshidrata al sol, entre la preparación durante la noche para evitar que vuelva a humedecerse.

– Cuando la preparación tome consistencia, pero aún no esté lista, se puede cortar en piezas del tamaño deseado, lo que también acelera la deshidratación. De lo contrario se puede cortar en trozos la plancha completa una vez seca.

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*Puede conocer más de Cocina Salvaje en sus redes sociales. Participe también del grupo de discusión «Cocina salvaje – recetas e identificación», donde exploramos el potencial culinario de las plantas silvestres y otros ingredientes no convencionales.

** Patricia Mina es colaboradora permanente de Chasqui Federal Noticias. Preside la Asociación de Cosmética natural Argentina (ACNA); y realiza trabajo de CM en múltiples ámbitos.

Fuente: Cocina Salvaje / Las Cuatro Estaciones

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