Nuestro hermano país inició las gestiones para adherir a la OCDE. Esta organización es la que determina en función del nivel de liberalización de las economías, si un país es “emergente” o permanece en el cajón de los muñecos.

Redacción

El pasado miércoles, Perú entregó el memorándum inicial a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lo que marca un hito en el proceso de adhesión del país ante dicho organismo. El documento fue presentado por el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, quién representó al hermano país en la cumbre de presidentes sudamericanos la semana pasada en Brasil.

Otarola declaró que para su país, la adhesión al organismo es un importante paso que “permitirá que Perú ingrese a las ligas mayores de economía y gobernanza administrativa”. El funcionario señaló que su incorporación a la OCDE permitirá culminar reformas institucionales “para dar servicios públicos de calidad a los ciudadanos, así como relanzar la posición del Perú en su relación con Europa y con el mundo”.

La OCDE es una organización internacional integrado por 38 Estados, fundada en la década del 60’, como sucesora de la Organización Europea para la Cooperación Económica (OECE) y de la Conferencia de los Dieciséis (Conferencia de Cooperación Económica Europea). Estas organizaciones entre 1948 y 1960, eran las encargadas de supervisar los programas del Plan Marshall en la posguerra, y de mantener la cohesión política en Europa, frente al bloque soviético.

Liderada por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, la OCDE tuvo en su momento a una serie de países fundadores, a los que luego se fueron agregando las demás naciones como miembros plenos o adherentes. Entre los fundadores, además de los tres mencionados, estuvieron: Canadá, Dinamarca, Islandia, Noruega, Turquía, España, Portugal, Irlanda, Bélgica, Alemania, Italia, Suecia, Grecia, Suiza, Austria, Holanda y Luxemburgo.

Más tarde, con el correr de los años, se fueron incorporando otros países como adherentes en principio, y luego como miembros plenos. Pertenecer o no a la OCDE implica figurar o no entre las economías consideradas “emergentes”. De Nuestra América, hay cuatro países incorporados: México, Costa Rica, Chile y Colombia. Argentina y Brasil, figuran como adherentes, y Perú ya había tenido intentos durante la década pasada.

El criterio

Ser un país “emergente” para la OCDE significa lisa y llanamente, liberalizar y abrir al mundo todos los resortes de la economía de sus países. Obviamente, es un requisito que deben cumplir todos los países menos los del actual Grupo de los Siete (G7); es decir, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Canadá, Italia, Alemania y Japón.

No existe país más proteccionista de su economía interna que Estados Unidos. Sin embargo, como líder y principal aportante de la OCDE, pugna porque las naciones “emergentes”, liberalicen los movimientos de capitales y de servicios.

A cambio, la OCDE brida a los países miembros y adherentes, asesoramientos y servicios de análisis, diagnósticos y recomendaciones, en estándares de intercambio comercial y “buenas prácticas” administrativas para los Estados.

En criollo: la OCDE es una agencia internacional de diseños de planes de negocios, aplicación de políticas públicas y organización estadística, que luego son “puestas a disposición” de los organismos internacionales para realizar la evaluación de todos los países del mundo. País que no se adapta, país que queda fuera del concierto internacional

Argentina es miembro adherente. El ex presidente Macri intentó durante todos los años de su gobierno que el país se convierta en miembro pleno. La solicitud siempre fue rechazada por el comité evaluador de la OCDE, porque no llegábamos a ser lo suficientemente “emergentes”, por no liberalizábamos la economía según las “recomendaciones del organismo”. Cabe destacar que el actual gobierno de Alberto Fernández, no canceló la adhesión.

Perú está a tiempo de rajar. Ante la duda, miren cómo está Chile.

Fuente: Andina / France 24 / OCDE / Archivo