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La SEN, a través del Boletín Oficial, publicó el pasado miércoles, una Resolución donde le quita esa empresa, la capacidad reguladora del mercado eléctrico mayorista. Si ya veníamos mal con este asunto, ahora estaremos peor.

Redacción

El pasado miércoles, a través del Boletín Oficial y mediante la Resolución de la Secretaría de Energía, se le quitaron las funciones fundamentales a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA).

La firma con el 20% del paquete accionario en manos estatales, se encargaba básicamente de regular el mercado eléctrico a partir de ser la operadora del Sistema Argentino de Interconexión; tener a su cargo la planificación de las necesidades de capacidad de energía – eso implicaba lógicamente tener voz en proyectos de obra-; coordinar de las operaciones de despacho de energía; y regular las transacciones económicas del mercado eléctrico mayorista, entre ellas la que implican operaciones de importación o exportación de las mismas.

La normativa derogada antes de ayer – Res. 2022/2005 -, daba atribuciones a CAMMESA para elaborar contratos con la garantía de los fondos de la propia firma, controlar la compra de combustibles para bastecer el sistema energético, y actuar en representación de los agentes del mercado mayorista eléctrico.

La fundamentación de los actuales responsables de la cartera energética y por ende conductores de la línea política de la empresa, radican en que las mencionadas responsabilidades exceden a los objetivos de constitución de CAMMESA, al tiempo que – si bien pudo haber sido eficaz en 2005 -, hoy redunda en ineficiencia fundamentalmente en cuanto al costo de generación.  

La solución enarbolada por el Secretario de Energía, Rodríguez Chirillo, en la norma, es la de quitar controles e intermediarios, para que las empresas privadas “realicen transacciones libremente, regulado por normativas que promuevan su funcionamiento autónomo y competitivo, contribuyendo a una mayor eficiencia y sostenibilidad económica”.

En criollo: que sean las empresas las que resuelvan los precios y matrices de costos, sin contralor y regulador mediante. Convengamos de ya de por sí la labor de CAMMESA no venía siendo muy eficiente que digamos, pero al menos, mantenía parte del control de la dinámica interna del mercado energético.

Lo que sigue ahora, más allá de los argumentos que escucharemos de aquí en adelante, es la muy probable cartelización del puñado de firmas que manejan el mercado energético argentino. Es decir, se pondrán de acuerdo en qué tipo de servicio prestar, con qué grado de eficiencia, para qué sector del territorio nacional, a qué costo – y por ende – a qué tarifa.

Según las fuentes entendidas en el asunto, la decisión gubernamental sería el primer movimiento no sólo para desregular, sino también para que CAMMESA ya no negocie contratos de combustibles, como ser: gas natural, fuel oil, gasoil, o cualquiera que se utilice para generar energía y abastecer al mercado interno. Por lo tanto, si dichas compras no las realiza un ente de representación estatal o bien el propio Estado ejerce la actividad, estas cosas quedarán en manos de las operadoras privadas, fundamentalmente, en las generadoras: empresas que operan las centrales hidroeléctricas, las explotadoras de gas y petróleo, las refinerías; y por ende las transportadoras.

Se dará cuenta el lector que no hay muchas empresas que realicen esas actividades en Argentina, y – oh casualidad – algunas de ellas aportan funcionarios a los equipos de gobierno de la actual gestión.

Otras voces, expresan un temor que ya es realidad: las importaciones de combustible en lugar de liquidarse mediante el dólar oficial, se realizará mediante el tipo de cambio de Contado con Liquidación (CCL). Al cierra de esta edición, la brecha entre uno y otro era de 47,81%.

En criollo, ese sería el porcentaje de ajuste del costo de generación. Aunque se “compense” con el reto de los costos de generación interna, los números se van para arriba y eso se traslada al sistema de precios.

Las empresas que no están de acuerdo con la medida lo explican bastante bien: tendremos que importar con un dólar bastante por encima del oficial. Pero como no se puede acceder en el mercado a liquidez en dólares, nuestra cotización deberá realizarse en función de lo que dicta el dólar paralelo (blue). Según las cotizaciones del día de hoy, las firmas pagarán compras externas a 1.414,42 pesos por dólar CCL, y cotizarán sus actividades en el mercado interno en $1.465 según el blue.

Esto sucederá por algo simple: más allá de las críticas hacia CAMMESA en particular, hasta ahora el Estado Nacional podía negociar los términos en materia de precio y establecer fijación de los mismos, o bien reajustes periódicos parciales negociando con las empresas. Sin embargo, con esta nueva modalidad que adoptará CAMMESA, los precios se basarán en el “spot”; es decir, en la cotización del día que se realizan las operaciones en forma efectiva.

Recuerden una de las últimas cuentas admitidas por el Gobierno durante el mes pasado cuando se registró faltante de gas y esperaban los buques con GNL: el precio por importar gas, era el cuádruple que de lo que cuesta extraerlo desde Vaca Muerta.

El paquete accionario de CAMMESA, se encuentra en un 80% en manos privadas y 20% en manos estatales. Por lo privados se encuentran las asociaciones que representan a las empresas de generación (AGEERA), transmisión (ATEERA), distribución (ADEERA) y a los grandes usuarios (AGUEERA). Cada una de ellas, posee el 20% del paquete accionario.

Fuente: SEN / CAMMESA / BO

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