Bioeconomía sacó una resolución donde elimina controles fundamentales para el seguimiento productivo de las cadenas agropecuarias, su proyección a futuro y sus dimensiones financieras. Un juego de seducción para que liquiden exportaciones, y “relajar” la vigilancia estatal sobre las actividades registradas.
Redacción
Entre las cosas que tapan cuestiones tan trascendentes como el debate de la “Ley Bases” en el Senado nacional, el Poder Ejecutivo Nacional, a través de la Secretaría de Bioeconomía, dictó una medida que le allana el camino de desregulación hacia el interior de las cadenas productivas agropecuarias, a los grandes actores vinculados a la exportación de materias primas.
La medida elimina una serie de requisitos que además de controlar fiscalmente las cadenas, permite también al Estado Nacional hacerse de un panorama de volúmenes de actividad, cantidad de actores y actividades económicas (los eslabones), facturación promedio estimada, y planificación productiva campañas adelante.
El objetivo de la misma – con el argumento de “desburocratizar” – es recortar costos fiscales y controles sobre cada etapa de producción, de cara a realizar y liquidar exportaciones. El Gobierno necesita imperiosamente los dólares del agro para poder “enderezar” un poco sus finanzas.
Así, se dispuso la modificación de la normativa que regula la exportación de granos, carnes y lácteos y la simplificación del Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA). La noticia se conoció a través de la Resolución 32/2024, publicada el pasado lunes 10 de junio.
Según la norma, se eliminaron cinco requisitos que establecía el registro de exportadores en el marco del RUCA. Por ejemplo, se descartó el requerimiento de presentar los detalles de cuentas bancarias, movimientos bancarios de los últimos 6 meses y líneas de financiamiento.
Además, no se requerirá la presentación de los planes de trabajo y proyección para la campaña agrícola inmediatamente entrante, donde consten los detalles de producción y mercadería a exportar, volúmenes estimados, proveedores y destinos.
Otra de las eliminaciones que se transforman en ventajas para empresas exportadoras, es que tampoco se requerirá el detalle del personal en relación de dependencia y compañías aseguradoras de riesgo contratadas.
Asimismo, se releva a las firmas de presentar el último estado contable certificado para poder operar; además de dejar de reclamar como requisito la constancia de ingreso de divisas del último año.
Entre los argumentos presentados por el Gobierno Nacional que busca seducir al sector agropecuario para que liquiden exportaciones, dicen que se pretende impulsar “el acceso a mercados internacionales para nuevos actores y se alinean las políticas de regulación con las necesidades actuales de los productores, exportadores e importadores, promoviendo un comercio exterior más eficiente y competitivo», se destacó en un comunicado de prensa oficial.
A su vez, el gobierno nacional dispuso la modernización del RUCA, facilitando el proceso de registro para los operadores de los rubros de carnes, granos y lácteos y eliminando por completo el registro para azucareros, frutihortícolas, lanero y yerbatero.
El RUCA es un registro que incluye a todos los comerciantes y eslabones agropecuarios de la cadena y actualmente contempla 108 actividades, cada una con una matrícula.
El gobierno dice que algunas de esas actividades fueron creadas en contextos económicos y productivos no responden a las necesidades actuales del sector. Así, según la Resolución, se eliminarán 51 de las 108 actividades registradas y normadas. Es decir, cerca de la mitad de las mismas.
Ampliando el detalle, en lo que respecta a las cadenas que abarcan a la producción de granos, de los 46 eslabones que la componen, se eliminarán requisitos para 7 de ellos.
Para las carnes, 12 de 28 actividades. En la cadena láctea, 11 de 13.
En cuanto a las cadenas lanera, yerbatera, frutihortícola y azucarera, se eliminan directamente en su totalidad, los requisitos de formalización y registro de actividades.
Con esta medida, el Gobierno Nacional presenta en bandeja una herramienta de desregulación formal de los mercados y actividades productivas intra cadenas.
Bajo el argumento de “simplificar la normativa, desburocratizar el sector, favorecer una competencia leal y aumentar las exportaciones, y bajar los costos administrativos para el sector privado», se eliminan también: las presentaciones anuales ante el Sistema Integral de Simplificación Agrícola (SISA); el Fideicomiso del Trigo y de los Volúmenes de Equilibrio en Granos; la flexibilización de los horarios de faena; y la derogación del Sistema de Información de Precios Bovinos, entre otras concesiones.
Fuente: BO / PEN