A partir de estudios que se están llevando adelante en las instalaciones experimentales de INTA en La Abrita, ambos cultivos están siendo estudiados para su adaptación en el caso de la fruta y su recuperación en el caso del cereal.
Redacción
De cara a poner en marcha ciclos productivos dentro de la cadena de la quinoa y la frutilla, el Grupo de Investigación en Producción Vegetal del INTA Santiago del Estero, se encuentra realizando ensayos exploratorios en el predio experimental de La Abrita, ubicado a 30 kilómetros al norte de la ciudad Capital.
La iniciativa forma parte de la Red de Quinoa del Proyecto de Mejoramiento Genético y Desarrollo de Ideotipos de Cultivos Industriales para Sistemas Productivos Resilientes; es decir, complejos en recuperación.
Según INTA, respecto de la quinoa, se cultivaron 7 variedades: la FARO, MORILLOS 20-21, RQ252, RQ182, RQ435, RQ420 y HORNILLOS. En ellas, se evaluó el rendimiento, contenido de proteínas y saponinas. En cuanto a la primera variable, se obtuvieron 4.880 kg por hectárea (48,8 qq/ha).
El contenido de proteínas se encontró entre 7,92±0,11% y 10,5±0,29%, dependiendo de la variedad, mientras que el promedio de saponinas fue del 0,054%.
Los investigadores INTA consideraron en la evaluación, que los resultados obtenidos proporcionan información relevante para la región como una alternativa de producción de un alimento de alto valor nutritivo para pequeños productores.
En cuanto a la frutilla, también se trata de un cultivo experimental llevado adelante por el mismo equipo técnico, que impulsa la adaptación del cultivo de frutilla a las condiciones de la provincia. El objetivo del ensayo es evaluar el cultivo específico para que pueda ser adaptado a las condiciones climáticas de la región, se cara a poder desarrollar un sistema para su producción.
La expectativa es que en poco tiempo, esta variante pueda transformarse en una alternativa para productores frutihortícolas de Santiago del Estero, que desempeñan sus cultivos en el área de riego de Santiago. Como antecedente regional inmediato, se cuenta con las excelentes condiciones que se dan en Tucumán, donde el cultivo se desarrolla durante casi todo el año.
El área de riego Santiago, posee características similares a las de su vecina provincia – específicamente en Lules y Tafí del Valle -, por lo cual estiman que con los ajustes regionales específicos, podrá consolidarse este tipo de cultivo en un futuro cercano.
Fuente: INTA Santiago del Estero